viernes, 18 de abril de 2025

CRONICAS MALAGUEÑAS VIII. Generación literaria del 27, tan valiosa como la del Siglo de Oro. Monumento en Torremolinos

Manuel Altolaguirre, Salvador Dalí, Gala y Emilio Prados



Julia Sáez-Angulo
Fotos: Juana Mari Herce

19/4/25 .- Benalmádena (Málaga) .- Para Gennevieve Barbe-Coqueline de Lisle, profesora francesa de la Universidad de la Sorbonne, España tuvo dos Siglos de Oro, el XVI y el XVII, aunque algunos estudiosos lo desdoblan en mitad del primero y mitad del segundo. El poeta Enrique Gracia Trinidad asegura que la Edad de Plata, que comprende a la Generación del 27, poetas y prosistas de los años 30, tiene tanta altura literaria como la de los escritores del Siglo de Oro. Así lo hizo saber recientemente en un magno recital poético en el Ateneo Escurialense.
Si se confirma que la madrileña casa de Vicente Aleixandre, premio Nobel en 1977, llevará el nombre de Generación del 27, como Casa de la Poesía, se afirmará como otro siglo de Oro en las letras españolas. No hay como un marchamo sobre los lugares de memoria para acendrar el recuerdo, la estima y el homenaje.
Pues bien, la malagueña Costa del Sol o, más exactamente la de Torremolinos, levantó en 2021 un monumento en bronce a cuatro intelectuales españoles, pintores, escultores y musa, que pasearon sus cuerpos jóvenes por aquellas playas: Salvador Dalí y su esposa Gala, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. La obra escultórica, con cierta gracia es de JL FilipoC.
Un pintor, representante genial del surrealismo imaginero, con su amante, pionera del topless en la Costa del Sol, y dos buenos poetas como Altolaguirre y Prados.
    Integrantes de la Generación del 27 son: Federico García Lorca, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, Jorge Salinas, Juan José Domenchina, Ernestina de Campourcín, Concha Alós, Miguel Hernández, Villalón, Larrea... 
    Más de uno quiere reivindicar la Costa malagueña como cuna de reivindicaciones y libertades sexuales como el topless y las exhibiciones gay. Solo tienen que recordar el llamado “Pasaje Begoña”, un pasaje de bares del que se adueñaron los gays, una suerte de “isla de libertad" en los años 60, en pleno desarrollismo en España y llegada masiva del turismo. Lugares como Sitges o Ibiza, en el mismo sentido, vendrían después.
El turismo, con todas sus ventajas e inconvenientes arrastra vientos de libertad y liberalidad de las costumbres. Oh témpora, Oh mores! Qué tiempos, qué costumbres, reprochaba Cicerón a Catilina. Algunos turistas se comportan con bárbaros en el Imperio de la civilización, otros aportan novedades y aire fresco. Hay que saber distinguir el polvo de la paja. Esa es la cuestión.
El mar Mediterráneo, el Mare Nostrum, hermoso y gran lago de historia egipcia, cartaginesa, griega, romana, aragonesa… contempla con su calma chicha que encierra profundas pasiones y ambiciones. Una llamada a la evocación y a la cultura, a la sabiduría, pues como dice el verso francés: "Un seul plaisir, la connaissance”. Un solo placer, el conocimiento.
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3 comentarios:

  1. Torremolinos proyectó al mundo una imagen de libertad y modernidad ,en los años 60,.El Pasaje Begoña fué la cuna de los derechos LGTBI y es un lugar de memoria histórica.

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  2. Gcs Julia por tus amenas crónicas malagueñas.De esa generación del 27 y esa ciudad Málaga nos queda entre todas su obra la revista Litoral de Prados y Altolaguirre preciosamente editada por la editorial SUR y con contenido poético,literario y de conocimiento en general; tengo varios ejemplares pues mi abuelo hombre intelectual y amante de los libros estaba suscrito,un abrazo

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  3. Una crónica muy instructiva y amena. Gracias Julia.

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