viernes, 25 de abril de 2025

LA TRINIDAD. Primera representación en el icono ruso de Andréi Rubliov del siglo XV

Icono ruso de Andréi Rubliov en el siglo XV





Julia Sáez-Angulo
    25/4/25.- Segovia.- Mientras el presbítero (venerable anciano sacerdote) nos habla de la Santísima Trinidad en un retiro espiritual en medio de la sierra segoviana de Ayllón, al pie de la "mujer muerta", mi mente volaba hacia el icono ruso de Andréi Rubliov del siglo XV, primera representación conocida de la grande y primera verdad, a la vez que misterio para los cristianos: la Santísima Trinidad
    La escritora Mila de Juanes me regaló en su día un cuadro con la reproducción del icono de Rubliov, que  guardo con celo.
    Solo se pertenece al concilio de iglesias cristianas, si se cree en la divinidad de Jesucristo, verdadero Dios y Hombre, así lo afirman católicos, ortodoxos, anglicanos, luteranos, calvinistas… Otras ramas, como testigos de Jehova o mormones, no creen en la divinidad de Cristo y por tanto en la Santísima Trinidad. Se han quedado en el Cristo como profeta, como los islámicos, o los que se quedan en el dedo índice del maestro, en vez de la verdad que el maestro señala. Cristo como piedra de toque para todos.
    Es gozoso escuchar hablar al sabio presbítero, que nos eleva al séptimo cielo, donde la sabiduría popular dice que mora la Trinidad Beatísima. Nos dice que "la santidad es un abandono en brazos de Dios Padre. Que “Él nos eligió desde la eternidad” (san Pablo dixit) y, por tanto, no tiene hijos no deseados. Para cada uno tiene una vida y un plan para cada criatura. No estamos aquí para estar callados, sino para hablar con Dios"…
    El icono de la Sma. Trinidad de Andréi Rubliov es una obra maestra del arte bizantino, de la iconografía ortodoxa rusa, que representa la Trinidad como tres espíritus alados alrededor de una mesa. El icono, pintado a principios del siglo XV, no es una representación literal de la Trinidad, sino una representación simbólica de la igualdad de los tres espíritus, de las tres personas, de su unidad y el amor divino a través de los dones que ofrecen. El triángulo equilátero yace en la composición del pintor.
    Para algunas versiones, La Trinidad de Rubliov representa a los tres ángeles que visitaron a Abraham en la encina de Mambré (18:1–8), pero el cuadro está lleno de simbolismo y se interpreta como un icono de la Santísima Trinidad. En la época de Rubliov, la Santísima Trinidad era la encarnación de la unidad espiritual, la paz, la armonía y el amor mutuo. El icono fue encargado en honor a San Sergio de Radonezh de la laura de la Trinidad y San Sergio, cerca de Moscú, ahora en la ciudad de Sérgiyev Posad. 
El presbítero nos sigue recordando la Sagrada Escritura: Isaías (6) tuvo la visión de los serafines, ángeles de adoración, que glorifican a Dios tres veces Santo, y los cristianos lo recuerdan en el Sanctus. Cuando el profeta objetó, que tenía los labios impuros de un pueblo impuro, los arcángeles lo purificaron con un carbón encendido en la boca.
No hay libro más simbólico y poético que la Sagrada Biblia, por eso aquellos que interpretan la creación del mundo en seis días literales, ignoran o nada saben del lenguaje poético y parabólico de la hermenéutica cristiana. El arte de la interpretación de la Escritura sacra, por la Revelación y la tradición del pueblo de Dios.
Pero volvamos a la Trinidad, para subir peldaños: “La presencia de Dios en los fieles es el cogollo de la vida interior cristiana”, predica el presbítero. Recordé a Bridget Hadaway, la periodista de "The Observer" y editora amiga de Oxford -hija de pastor anglicano- que me hablaba con fervor de un libro de oraciones mozárabes traducido al inglés, que a ella le ayudaba a tener presencia de la divina Trinidad. Nunca he podido localizar ese libro de oraciones mozárabes, que tanto elogiaba. 
    Hay santos que logran una unión perfecta con la Trinidad invocando a cada una de las tres personas iguales en su eternidad y en su esencia única.
Volvamos al icono de Rubliov: Sobre la mesa hay una copa que contiene la cabeza de un ternero. Al fondo, Rubliov pintó una casa, que representa la casa de Abraham o la Iglesia, según comentaristas, un árbol que es el Roble de Mambre y una montaña que significa el Monte Moriá
    Las figuras aladas están dispuestas de manera que las líneas de sus cuerpos forman un círculo completo. El personaje del medio y el de la izquierda bendicen la copa que prefigura la Eucaristía. En el cuadro no hay acción ni movimiento. Las figuras miran a la eternidad, en estado de contemplación inmóvil. Hay restos sellados de clavos en el halo de copa y en los márgenes. 
            A la Virgen María se la considera hija de Dios Padre, madre de Dios Hijo y esposa del Espíritu Santo. Solo a Dios se adora; a la Virgen, se la venera con hiperdulía; a los santos con dulía, según los teólogos.
    Romano Guardini, un gran teólogo  -al que cita con frecuencia el escritor Juan Manuel de Prada- escribe en su libro "El Señor": "La revelación nos dice que no existe el Dios meramente uno, tal y como se encuentra en el judaísmo pos-cristiano, en el Islam y, por todas partes, en la conciencia moderna. El Dios de la Revelación vive en ese misterio que la Iglesia expresa mediante la doctrina de la Trinidad de personas en la unidad de la vida". Cristo, el Verbo, segunda persona de la Trinidad "revela la plenitud de su esencia".
(En la iglesia del Carmen de Benalmádena, hay un bellísimo repostero con la reproducción del icono de Rubliov, con un manejo maestro de los textiles. Cuando uno se aleja un poco, parece pintura).
Museo de Arte de Cataluña: 
En la donación Enric Batlló hecha en 1914, aparece referenciada una “Alegoría de la Santísima Trinidad (tres caras en una). Siglo XVII”
Museo del Prado. La Trinidad, por El Greco. En Occidente se suele representar la Trinidad con el Padre como un anciano, el Hijo, como hombre más joven, y el Espíritu Santo en forma de paloma o lengua de fuego. 
Completando tu información trinitaria, y ya que eres “escurialense”, te envío una buena información. Durante siglos este lienzo de Navarrete estuvo en la portería del Monasterio de San Lorenzo, hasta la exclaustración, que pasó a manos privadas. Por los años 1960 lo adquirió un irlandés, y como joya, se exhibe en la Galería Nacional de Dublín. Por eso a esa sala de la Portería se la conoce como “Salón de Trinidad”, ahora con el cuadro homónimo de Ribera. Sabía que lo tenía pero me ha costado encontrar la foto. (Javier Campos)

9 comentarios:

  1. IOANA ZLOTESCU: Gracias s querida Julia, como siempre , se agradece en tu escritura la validez de un pensamiento claro, expuesto en un lenguaje nada presuntuoso, que invita a la lectura. Ioana

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  2. ANA MARIA GARRIDO: Muchas gracias por todo lo queenvías. He seguido tu viaje por Málaga, donde has disfrutado y nos has enviado cosas preciosas. Ahora, la Canción de las criaturas, de Estela Uriarte, tan bonita y hoy, para completar, el icono de la Santísima Trinidad. Con todo he disfrutado y te lo agradezco de corazón. Veo que estás haciendo unos días de retiro. Me uno a tu oración y te deseo que vivas en plenitud la PASCUA.
    Damos gracias a Dios por la vida del Papa Francisco y pedimos que el Espíritu ilumine a los Cardenales para que la nueva elección sea para bien de toda la Iglesia. Ana María

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  3. Estela Elmquist : Muy bellas las representaciones de la Trinidad,

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  4. GUADALUPE LUCEÑO. mnemeion-arte: Bellísimo. Gracias.

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  5. Agueda de la Pisa27 de abril de 2025, 4:46

    Querida Julia.
    Muchísimas gracias por este magnífico artículo sobre LA TRINIDAD. Ya sabes que te sigo leyendo con atención y admiración.

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  6. Una vez más, leo con placer tus intetesantes exposiciones : bien documentadas; amenas; con dominio del lenguaje y saber hacer... Mi felicitación, querida Julia, por que hablar de Dios es difícil; no digamos de la Santísima Trinidad.
    Un abrazo de Pilar Aroca..

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  7. Excelente artículo querida Julia. Disfruté la lectura, las explicaciones, las imágenes. Felicidades 🌹

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  8. JAVIER CAMPOS. Completando tu información trinitaria, y ya que eres “escurialense”, te envío -creo-, una buena información. Durante siglos este lienzo de Navarrete estuvo en la portería del Monasterio hasta la exclaustración, que pasó a manos privadas. Por los años 1960 lo adquirió un irlandés, y como joya, se exhibe en la Galería Nacional de Dublín. Por eso a esa sala de la Portería se la conoce como “Salón de Trinidad”, ahora con el cuadro homónimo de Ribera. Sabía que lo tenía pero me ha costado encontrar la foto. Un abrazo y buena semana, Javier

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  9. CATALINA ORART (México) : Me ha encantado el blog que has escrito sobre la Trinidad!!! Te envío este libro de Sor Isabel de la Trinidad, por si no lo has leído, es sobre la presencia de la Trinidad en nuestra alma… así nunca nos sentiremos solos….

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