“Cuentos palestinos de tradición oral”
¿A dormir o a contar?
Montserrat Rabadán Carrascosa
Prólogo de Pedro Martínez Montávez
Editorial CantArabia. Madrid
Julia Sáez-Angulo
El cuento viene de Oriente, con una tradición oral que tiene su máxima cristalización en la recopilación titulada “Las mil y una noches”. La profesora Montserrat Rabadán Carrascosa ha llevado a cabo un importante trabajo de recopilación de cuentos de un ámbito muy especial como es el palestino, en un libro titulado “Cuentos palestinos de tradición oral. ¿A dormir o a contar?”, publicado por CantArabia, editorial dirigida por la mano sabia de Carmen Ruiz Bravo.
Son muchas las mujeres, madres y abuelas, las autoras de estas narraciones, al tener que calmar y apaciguar a sus pequeños con historias que fijaran su atención y los magnetizaran en la escucha. También hombres, por supuesto, pero en menor medida o intensidad quizás.
En su mayor parte, los cuentos son para narrar en la noche, poco antes de dormir los pequeños o mayores, como evasión de la realidad, para descanso del peso de la vida y creación de otro mundo que seguramente se prolongará en los sueños, sobre todo de los más pequeños. (Recordemos igualmente a los narradores de cuentos durante la noche en la plaza de Jemá El Fna de Marrakech)
Un total de 35 cuentos son los recopilados en este libro con títulos tan sugerentes como “El candil de oro”; “Yo soy el médico curandero”, El caballo consejero”, El ruiseñor cantarín, Mentira de principio a fin”, “La novia de caramelo”; “Las tres cabritillas”, “Las muchachas de las toronjas”; “La gacela”, “El leñador y la ogresa”, “El cuenco de madera”...
La autora explica en la introducción al libro la manera de definir el cuento maravilloso palestino de tradición oral: “se trata de un breve relato en dialecto palestino contado principalmente, por mujeres ancianas, llenos de elementos y personajes maravillosos, y un con un final siempre feliz”.
La mujer protagonista y narradora
“Además de su destacado papel como narradora y trasmisora, la mujer es también la protagonista y heroína de un considerable número de cuentos”, dice Montserrat Rabadán. La personalidad masculina se eclipsa curiosamente en este tipo de historias, como si la mujer y los niños fueran los personajes más adaptados a la fantasía y lo maravilloso.
También la audiencia del cuento oral está compuesta en su mayoría por mujeres y niños. Un tipo de literatura que entretiene y agita la imaginación, al tiempo que imbuye de valores y reglas de la sociedad tradicional. En suma, los cuentos son una manera de ver el mundo.
Los cuentos son también “un universo literario preñado de recursos y elementos de gran belleza. Repeticiones, paralelismos, tópicos, fórmulas, refranes, son algunos de los componentes literarios”, añade la autora.
Para neutralizar cualquier fórmula mágica o sobrenatural que no se adapte del todo a la creencia islámica, se neutraliza por el narrador con una mención al profeta Muhmmad o a Dios, al principio o fin de cada cuento. “El pájaro voló; buenas noches os dé Dios” sería un ejemplo.
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