sábado, 24 de marzo de 2012
Ignacio del Río, pintor de fecunda trayectoria artística
viernes, 23 de marzo de 2012
“María Teresa de Borbón. La Infanta de la Almudena”, biografiada por Águeda Castellano
El Museo del Prado llega a Puerto Rico con sus grandes maestros
L.M.A.
La exposición “Del Greco a Goya: obras maestras del Museo del
Prado”, que presenta a la ciudad puertorriqueña una selección de obras de los grandes
maestros de los siglos XVI al XIX, es la culminación de un proyecto común de
intercambio de colecciones y desarrollo de programas conjuntos de conservación e
investigación entre el Museo del Arte de Ponce y el Museo Nacional del Prado.
Comisariada por Cheryl Hartup y Pablo Pérez d’Ors, conservadores del MAP, y
coordinada por Gabriele Finaldi, director Adjunto de Conservación e Investigación del
Museo del Prado y Agustín Arteaga, director del MAP, se podrá visitar en el Museo de
Arte de Ponce del 25 de marzo al 9 de julio.
El acuerdo entre el Museo de Arte de Ponce y el Prado se inició en 2009 con la
presentación de la exposición “La bella durmiente. Pintura victoriana del Museo de
Arte de Ponce” en el museo español. La exposición, compuesta por 17 obras del centro
puertorriqueño, proporcionó al público del Prado la oportunidad de familiarizarse con
la pintura inglesa del siglo XIX y, al mismo tiempo, dar a conocer una parte destacada
de la colección del museo puertorriqueño, que iniciaba entonces el proceso de
renovación y expansión de sus instalaciones, ahora culminado.
“Del Greco a Goya: obras maestras del Museo del Prado” reúne, por primera vez en la
isla, 24 obras de grandes maestros como Tiziano, El Greco, Ribera, Rubens, Velázquez,
Zurbarán o Goya, procedentes del Museo del Prado, que reflejan la evolución de la
pintura española a lo largo de cuatro siglos y gira en torno a las tradiciones artísticas y
criterios ideológicos sobre los que se forjó artísticamente la Escuela Española en el
siglo XVII.
Agrupadas en áreas temáticas, en la primera sala se podrán contemplar obras de
contenido religioso como San Juan Evangelista del Greco o La Sagrada Familia con santa
Ana de Rubens; después, el retrato dedicado al período de los Austrias con El cardenal infante
Fernando de Austria de Anton van Dyck o El bufón don Diego de Acedo, ‘el Primo’ de
Velázquez, entre otros, dará paso a los bodegones con obras como Cesta y caja con dulces.
.
“La Vanguardia Aplicada, 1890 – 1950”, exposición en la Fundación Juan March
L.M.A.
El viernes 30 de marzo se inaugura en Madrid, en la sede de la Fundación Juan March (www.march.es, Facebook y Twitter: @fundacionmarch), la exposición LA VANGUARDIA APLICADA, 1890-1950, que con casi 700 obras –entre diseños originales, fotomontajes, libros, revistas, carteles, postales, folletos, maquetas y bocetos preparatorios– pretende ser la fascinante historia visual del impacto de los ideales de las vanguardias históricas en los ámbitos de la propaganda política e ideológica, la publicidad y los medios de comunicación, la arquitectura, el diseño urbanístico y de interior, las exposiciones, el teatro, el cine y la fotografía, desde sus antecedentes en la última década del XIX y durante la primera mitad del siglo XX. La exposición estará en la Fundación Juan March hasta el 1 de julio.
Antes de que en el siglo XVIII advinieran las estéticas modernas y, con ellas, la autonomía de las bellas artes, puede decirse que todo arte fue, originariamente, “diseño”, es decir, arte “aplicado” a una función. Las artes, en efecto, han sido históricamente “artes aplicadas” a las más diversas funciones religiosas, políticas y sociales, desde el culto y la celebración hasta la representación del poder, la religión o la riqueza, la decoración y el descanso.
Más adelante, algunos movimientos nacidos entre finales del XIX y principios del XX como la Secession vienesa o el movimiento Arts and Crafts y, sobre todo, las vanguardias históricas –desde el futurismo a la Bauhaus o el neoplasticismo pasando por el dadaísmo y el constructivismo–, supusieron, por una parte, una acentuación de la moderna autonomía del arte; pero también un intento generalizado y radical de volver a llevar el arte a todas las esferas de la vida, ésta vez no tanto para representarla u ornamentarla como más bien para transformarla y configurarla desde el ideal de lo nuevo. La vanguardia quiso devolver -casi simultáneamente en una geografía tan amplia como interconectada- el arte y su poder transformador al ámbito político y social, al mundo doméstico y al de la decoración, al libro y la difusión de las ideas, de los que nunca había salido del todo, pero del que le habían alejado las estéticas y poéticas del arte puro, el esteticismo y el ideal de l’art pour l’art.
Las obras de esta muestra provienen de dos importantes colecciones internacionales especializadas en diseño y tipografía de vanguardia, que por su criterio en la selección de obra y su amplitud pueden considerarse de rango museístico: la del estadounidense Merrill C. Berman y la del santanderino José María Lafuente. La selección de las obras de ambas colecciones no se ha realizado solo de acuerdo a criterios históricos, sino desde un acercamiento transversal al espíritu transformador de las vanguardias y en torno al eje constituido por la articulación de las formas y los signos en el diseño gráfico de las vanguardias y la revolución tipográfica que estas supusieron.
CATÁLOGO ILUSTRADO
La exposición cuenta con un catálogo profusamente ilustrado en dos ediciones, española e inglesa, e incluye la obra de 250 autores de 28 de países: una larga nómina de artistas, tipógrafos y diseñadores de vanguardia, de pioneros como Max Bill (1908-1994), Fortunato Depero (1892-1960), Oskar Kokoschka (1886-1980), El Lissitzky (1890-1941), Filippo Tommaso Marinetti (1876-1944), Lászlò Moholy-Nagy (1895-1946), Liubóv Popova (1889-1924), Aleksandr Ródchenko (1891-1956), Kurt Schwitters (1887-1948), Jan Tschichold (1902-1974) o Theo Van Doesburg (1883-1931), por citar solo algunos nombres.
El catálogo incluye un texto de Manuel Fontán del Junco, titulado “La vanguardia aplicada, 1890-1950 (instrucciones de uso)”, donde se da cumplida justificación del proceso de trabajo realizado durante los últimos dos años, un trabajo fascinante y complejo, cuyo resultado son tanto la exposición como el catálogo que ahora se presenta. En él se especifican cuáles han sido las decisiones curatoriales que han guiado, en las distintas fases del proyecto, la concepción y la organización de la muestra. Una de sus muchas peculiaridades ha sido la estrecha labor conjunta realizada por coleccionistas, autores y organizadores, una tarea que ha acabado configurando una especie de “comisariado conjunto”, responsable de la totalidad del proyecto.
Escribe Manuel Fontán del Junco que “esta exposición pretende presentar -de manera, si no exhaustiva, sí por lo menos amplia, concentrada e intensa- una buena muestra de ejemplos de una manifestación del arte de las vanguardias históricas que suele relegarse a un segundo plano. Dicha manifestación es, al mismo tiempo, la menos ‘artística’ (en el sentido moderno de la palabra ‘arte’) y la más novedosa del legado vanguardista. Se trata, en efecto, de la resultante histórica de la ‘aplicación’, a una serie de ámbitos de la vida humana y a través de determinados medios, de aquellos ideales —los mismos que llenaron sus manifiestos de proclamas y lemas ambiciosos y radicales— que determinaron la actividad de las vanguardias históricas en el terreno estricto del arte, de la tradición del arte ‘puro’ heredada de la modernidad”.
“Los espacios en los que las vanguardias históricas ‘aplicaron’ sus ideales eran, en definitiva, todos aquellos que constituyen la estructura de la vida en sociedad: el recinto doméstico, el de la organización social en todos sus aspectos -destaca lo relacionado con el urbanismo y la arquitectura, desde la vivienda particular a edificios y espacios públicos-, el orden político e ideológico, las instituciones educativas, la religión, el mercado, la difusión de las ideas, el entretenimiento y el ocio, el deporte… , en suma, todas las esferas que, entrelazadas, configuran el entramado de la vida humana. Para la ‘aplicación’ de sus ideales de transformación social, la vanguardia se sirvió también de todos aquellos medios (de representación, comunicación y difusión) tradicionalmente considerados secundarios respecto al medio privilegiado y superior de representación, el constituido por los géneros clásicos del gran arte, la pintura y la escultura. Los medios a los que la vanguardia se aplicó con fruición fueron, novedosamente, el cartel y el panfleto, el periódico y la revista, el libro, la imagen fotográfica, la imagen fotográfica fragmentada y manipulada (el fotomontaje) y la imagen fotográfica en movimiento (el cine). Y esa ‘aplicación’ derivó en un número ingente de obras, en una verdadera apoteosis de juegos de formas y signos presentes en ámbitos hasta entonces alejados de la práctica artística; muy singularmente, y de manera en absoluto casual, en el ámbito del lenguaje escrito, del texto. Junto a su actividad en el marco del arte propiamente dicho, las vanguardias históricas se “aplicaron” a todos esos ámbitos empleando esos medios, y este es quizá el hecho más novedoso y determinante del profundo cambio conceptual que se produjo, a principios del siglo pasado, en la comprensión del arte y del sentido de la actividad artística heredada de la modernidad”.
Además de este texto citado, sendas conversaciones con los dos coleccionistas (“El coleccionista como curador”), y los correspondientes índices alfabéticos, cronológicos y geográficos de los artistas y una selecta bibliografía, el catálogo incluye tres ensayos de Richard Hollis (“La vanguardia y el diseño gráfico”), Maurizio Scudiero (“Vanguardia y tipografía: una lectura transversal) y Bruno Tonini (“Tipografía de vanguardia (1900-1945). Teorías y caracteres”).
Estos textos conceden tanto a la exposición como al propio catálogo las herramientas esenciales para comprender en su totalidad la numerosa y variada obra expuesta. Una obra que constituye un material de extraordinaria riqueza visual y textual, aunque a menudo de difícil comprensión debido a múltiples y muy diversos factores. Pueden destacarse, entre otros, el desconocimiento general de gran número de las piezas expuestas -con frecuencia prácticamente inaccesibles al público no especializado- y de sus autores; la extraordinaria diversidad geográfica de los ámbitos de procedencia y su diseminación a lo largo de un arco temporal de más de medio siglo; a ello hay que sumar las barreras lingüísticas e idiomáticas, lo intrincado de la articulación entre formas y signos o la, en muchos casos, revolucionaria mise en page de aquello que es, precisamente, el vehículo fundamental de comunicación y comprensión: el lenguaje textual.
En ese contexto de complejidad, los esclarecedores textos sobre las fuentes históricas de la tipografía de vanguardia por parte de Bruno Tonini, el panorama del diseño gráfico de vanguardia, ordenado cronológica y geográficamente por Richard Hollis, y el tratamiento transversal de la tipografía de vanguardia realizado por Maurizio Scudiero consiguen ordenar un material aparentemente heterogéneo y dispar. El esfuerzo sostenido de los tres autores consigue arropar, con herramientas interpretativas tan eficaces como infrecuentes, la ingente materia visual y textual aquí presentada.
María Guerras, Pintura del misterioso mundo de las flores y jardines
María Guerras
“Series”. Pintura
Galería Ra del Rey
Madrid
Del 18 de Marzo al 13 de abril
Julia Sáez-Angulo
La pintora María Guerras expone su última obra pictórica “Series” a la que cabría añadir “de Flora”, porque su iconografía se centra fundamentalmente en flores y jardines. La muestra tiene lugar en la galería Ra del Rey, hasta el próximo 13 de abril.
Lo primero que sorprende en el espacio es el armónico montaje con ritmos que llevan a contemplar por un lado sus jardines y por otro las flores. Los formatos se alternan en cuadrados minimalistas, rectángulos y triángulos. Solo le han faltado los tondos para completar las formas puras del soporte.
Lo mejor de esta esta exposición de María Guerras es la singularidad del tratamiento de dos temas clásico como son los jardines y las flores. Los primeros los abordas desde una luz muy concreta, la de los atardeceres o amaneceres. Sus casi/nocturnos son muy sugerentes y misteriosos. Se trata de determinados rincones de jardines o parques de Roma, donde la pintora tomó sus referencias.
Los colores fríos, azules y verdes se hacen nobles en la paleta y los cuadros de esta artista.
“No me interesa la naturaleza por la naturaleza o mejor dicho el campo sin más. Prefiero los parques y jardines donde se ve el cuidado de la mano del hombre”, declara Guerras.
Las flores siguen esa misma poética de ambigüedad y misterio. Son flores con temblor y vibración a través del pigmento, siempre óleo, que las hacen trémulas y hermosas. Flores que ocupan la totalidad del soporte y que guardan la frescura vegetal, a diferencia de las de Georgia O¨Keefy, que son más minerales y escultóricas.
María Guerras ha querido cultivar el pequeño y mediano formato para transmitir esa intimidad y belleza de las flores, con su lenguaje y su comunicación particular. En suma, una exposición que da una vuelta de tuerca a un alfabeto icónico clásico, renovado en las manos de una artista del siglo XXI. Un capítulo más, pero singular en la tradición de la pintura floral.
.
Centenario de la Corte de Honor de la Almudena fundada por la Infanta María Teresa de Borbón
- L.M.A.
- La Corte de Honor de Santa María de la Real de la Almudena celebra el centenario de su fundación en este año 2012. Con este motivo ha organizado diversos actos de carácter cultural y religioso abiertos al público, como las conferencias y las presentaciones de libros como el de “María Teresa de Borbón. La Infanta de la Almudena”, fue fundadora de la Corte de Honor.
- S.M. la reina Doña Sofía es Hermana Mayor de la Corte de Honor de Santa María Real de la Almudena y Doña María de las Mercedes de Borbón, madre del Rey, fue Dama de Honor de la misma. La presidenta actual de la Corte de Honor es doña Macarena D´Ocón.
- En 1912 la Infanta María Teresa de Borbón y Habsburgo-Lorena (Madrid, 1882 – 1912) fundó la Corte de Honor de Santa María la Real de la Almudena. La Infanta nació en el Palacio Real de Madrid, fue la segunda hija de Alfonso XII y María Cristina de Habsburgo-Lorena, hermana por tanto del rey Alfonso XIII. Contrajo matrimonio en el palacio Real de Madrid el 12 de enero de 1906 con su primo el príncipe Fernando de Baviera (1884-1958) que era nieto de la reina Isabel II, hijo del príncipe Luis Fernando de Baviera y de la infanta María de la Paz de Borbón. A Fernando de Baviera se le concedió el título de infante de España y renunció en 1914 a sus derechos de sucesión del trono bávaro. El matrimonio tuvo cuatro hijos.
- Actos programados
- Entre los actos programados en los meses de marzo, abril y mayo de 2012 figuran una misa en la catedral de la Almudena el domingo 25 de marzo –fecha fundacional-- a las 12,00 horas, oficiada por el deán don Antonio Astillero.
- El miércoles 28 de marzo se presenta el libro de Águeda Castellano de “María Teresa de Borbón. La Infanta de la Almudena”. El 11 de abril Águeda Castellano pronunciará la conferencia “María Teresa de Borbón, una vida a los pies de la Virgen”, tras meses de investigación en el Archivo de Palacio. El día 18 de abril, conferencia de M Teresa Fernández Talaya sobre “La Virgen de la Almudena: historia iconográfica”. El 9 de conferencia de Emanuela Gambini sobre “La obra de la catedral (1983 – 1993). El 16 de mayo, conferencia de Alejandro Martínez Sierra SJ sobre “Isabel, un signo para María”. El miércoles, 23 de mayo, presentación del libro “La historia de la Virgen de la Almudena contada a los niños”, con texto de Macarena D´Ocón e ilustraciones de Teresa Molina.
- Todas las conferencias y presentaciones de libros tendrán lugar a las 19,00 horas, en el aula Juan Pablo II (calle Goya, 26).
- Por último el 28 de mayo a las 19, 00 horas, en la catedral de la Almudena, tendrá lugar la Fiesta Capitular de la Corte de Honor, oficiada por el cardenal monseñor Rouco Varela.
- La Corte de Honor está compuesta por más de dos mil damas y quinientos niños y niñas en la Corte Infantil. El 94 por ciento del dinero recaudado en cuotas y aportaciones se destina a fines benéficos para gente necesitada. Se lleva puntualmente documentación detallada de las actuaciones y está siempre a disposición y consulta de las damas que lo soliciten.