Paula Quintana, excelente bailaora
flamenca en en el Espacio Amor de Dios de Madrid
Julia Sáez-Angulo
La
actuación de la bailaora flamenca Paula Quintana en el Espacio Amor de Dios de
Madrid constituyó un éxito rotundo, aplaudido por un público, en su mayoría
andaluces y entendidos de flamenco, que jalearon a la artista canaria
intérprete de bulerías y tarantos.
Bella
figura y estampa la de Paula Quintana vestida en rojos y lunares blancos sobre
negro. Baile de desplante casi torero o aires dramáticos. Elegante su saludo y
retira hasta sentarse en la silla del cuadro.
El
cuadro flamenco estuvo compuesto, además de por Paula Quintana, por la bailaora
Belén Fernández, que en esta ocasión hizo de palmera, por el guitarrista
Mauricio del Río –un artista fino- y el cantaor David Vázquez.
Al
espectáculo, presentado por el director Joaquín San Juan, asistieron los
integrantes de la exposición “Andalucía con Arte” en la galería EMMA de Madrid,
inaugurada el pasado viernes 11 de enero. El espacio está dirigido por Gorgonio
San Juan. El espacio Amor de Dios tiene más de sesenta años de tradición.
La selección de artistas plásticos ha
sido realizada por Carmen Santiago de Córdoba, “definiendo una muestra viva,
llena de sensibilidad, variada y sugerente. Paisajes, rincones, retratos, temas
autóctonos conviven esbozando un perfecto guiño a una tierra que tiene fuego, amor
y duende como ninguna”.
Amor de Dios, un espacio
emblemático
“Amor de Dios es un
nombre y un espacio emblemático del flamenco y de la danza española. Una
escuela no académica, tradicional, que no otorga títulos sino que forma
profesionales para los escenarios y también divulga a nivel mundial las
especialidades artísticas que le son propias mediante la formación de
aficionados de alta calificación que constituyen la principal base social
sustentadora de las mismas, cuyas iniciativas directas: instruyendo a otros,
dirigiendo entidades, organizando eventos, etc., junto a la obra de los grandes
artistas, explican su penetración universal. El centro extiende sus actividades educacionales a
las músicas y danzas de escuela y al resto de danzas, músicas y artes de
extracción popular españolas o emparentadas: mediterráneas, hindúes, árabes y
latinoamericanas.
“Aunque el papel de la escuela es
fundamental, el concepto del centro es
más amplio, además es marco de relación libre y adaptado al terreno artístico
al que sirve, en el que se reúnen artistas, maestros, alumnos, empresarios y
aficionados de muy diferentes procedencias culturales y geográficas y donde
toman forma multitud de proyectos artísticos, desde los contactos y gestiones
iniciales, a las audiciones de integrantes, ensayos y puesta en exhibición de
los mismos. En el emplazamiento actual Amor de Dios añade un centro de
documentación y la exposición visitable del baile español.
En Amor de Dios está escrita una
buena parte de la historia del baile flamenco y la danza española de los
últimos cincuenta años. Por sus estudios han pasado muchos de los más
representativos de estos años: Antonio el Bailarín, Luisillo, Carmen Amaya,
Pilar López, Rosario, Juan Quintero, Antonio Gades, El Güito, Carmen Mora, La
Tati, Manolete, Tomás de Madrid, José Granero, Paco Romero, Merche Esmeralda,
Carmen Cortés, Cristina Hoyos, Antonio Canales, Joaquín Cortés, Javier Barón,
Elvira Andrés, Aída Gómez, Lola Greco, María Pagés, Sara Baras, Belén Maya,
Rafaela Carrasco y un largo etcétera de figuras, muchos de ellos en activo,
junto a otros grandes maestros y coreógrafos.En sus estudios han obtenido
formación y/o han producido sus espectáculos, desde Antonio Gades, varias
generaciones de artistas.
Dentro de las últimas, nombres como los de Antonio Canales, Belén Fernández,
Belén Maya, Joaquín Cortés, Lola Greco, Javier Barón, Aida Gómez, Javier
Latorre, Adrián Galia, Joaquín Ruiz, María Pagés, Elvira Andrés, Sara Baras,
Antonio y Manuel Reyes, Angel Rojas, Rafael Amargo y multitud de otros
profesionales. El Ballet Nacional de España, bajo la dirección de Antonio
Gades, tuvo su primera sede en el emplazamiento histórico de la calle Amor de
Dios, y hasta hoy, todos sus directores y gran parte de sus coreógrafos,
maestros y bailarines, han estado relacionados, en una u otra etapa al centro.