M. DOLORES GALLARDO LÓPEZ
La hermosa e histórica villa de Laujar
de Andarax, perteneciente a la actual provincia de Almería, se encuentra en la
ladera sur de Sierra
Nevada, en el corazón de la
Alpujarra. Está rodeada de un bello paraje en el que abunda el agua y los
árboles. En el año 2012 contaba con 1.735 habitantes.
Laujar comienza a ser conocida durante la sublevación de parte de al Ándalus contra el séptimo emir de Córdoba, el omeya Abd Allah ibn Muhammad al Umawi.
Laujar formó
parte de la zona montañosa del sur de al
Ándalus que el muladí Omar ibn Hafsún rebeló contra el mencionado emir cordobés.
El emir consiguió algunas victorias, pero la rebelión continuó. Ya anciano, falleció en Córdoba el 15 de octubre de 912.
El emir consiguió algunas victorias, pero la rebelión continuó. Ya anciano, falleció en Córdoba el 15 de octubre de 912.
Lo
sucedió su joven nieto Abd al Rahmán, de poco
más de 21 años (era hijo de Muhammad, hijo a su vez del emir Abd Allah ibn Muhammad, pese a lo cual lo mandó decapitar muy poco después de que naciera Abd al Rahmán) y de una noble
vascona.
El joven y joven emir había de convertirse con el tiempo en el gran Abd al Rahmán III, el primer califa cordobés.
Una de las primeras acciones de Abd al Rahmán, como nuevo emir, fue acabar con la sublevación.
El joven y joven emir había de convertirse con el tiempo en el gran Abd al Rahmán III, el primer califa cordobés.
Una de las primeras acciones de Abd al Rahmán, como nuevo emir, fue acabar con la sublevación.
Para ello en 913 accedió al puerto de Ragua
(puerto de montaña a 2.041 metros entre las actuales provincias de
Granada y Almería) y pacificó la zona alpujarreña. A partir de ese momento comienza para toda la zona de la Alpujarra una etapa de
tranquilidad, prosperidad y crecimiento demográfico, auspiciado por
la importancia que fue adquiriendo gradualmente el puerto de Almería.
Laujar destacaba por su magnífica vega junto
al río Andarax y también era famosa por
su artesanía de la seda, tejido muy
apreciado por los musulmanes.
Al desintegrarse el califato
de Córdoba surgieron los primeros reinos
taifas (entre ellos el de reino zirí de Granada en el año 2013 -su milenario se está
celebrando este año- y en 2014 el reino de Almería).
Estos reinos taifas desaparecieron en 1091 con la invasión de los almorávides. Tras los almorávides vinieron los almohades. Durante el dominio de ambos pueblos integristas norteafricanos, al Ándalus fue una provincia más de su amplio imperio.
Estos reinos taifas desaparecieron en 1091 con la invasión de los almorávides. Tras los almorávides vinieron los almohades. Durante el dominio de ambos pueblos integristas norteafricanos, al Ándalus fue una provincia más de su amplio imperio.
LAUJAR NAZARÍ
Tras la derrota de los almohades en 1212 en las Navas de Tolosa, resurgen
una vez más el territorio hispano musulmán los reinos taifas.
Entonces nace el reino nazarí de Granada (1238-1492). A él perteneció Laujar.
Entonces nace el reino nazarí de Granada (1238-1492). A él perteneció Laujar.
Administrativamente
el reino nazarí se dividió en tahas. La taha de Andarax tenía como capital
Laujar.
Laujar en época nazarí estuvo dotada de una magnífica alcazaba. Fue la fortaleza más importante de la Alpujarra.
Esta alcazaba quizás existiera ya en el siglo
X (según algunos en la época de los primeros reinos taifas la mandó construir al Mutasim, rey de la taifa de Almería, con el fin de defenderse de los ataques del rey de la taifa de Granada). Las
citas más precisas son del XII y XIII.
En la magnífica alcazaba nazarí de Laújar vivieron sus últimos tiempos en al Ándalus los dos últimos emires nazaríes: el Zagal se instaló en 1489 y Boabdil en 1492, tras entregar el reino de Granada a lo Reyes Católicos.
En la magnífica alcazaba nazarí de Laújar vivieron sus últimos tiempos en al Ándalus los dos últimos emires nazaríes: el Zagal se instaló en 1489 y Boabdil en 1492, tras entregar el reino de Granada a lo Reyes Católicos.
La pujanza de Laujar de la época nazarí
fue descrita por Ibn al Jatib, prolífico poeta, historiador y filósofo (escribió
más de setenta obras y algunos de sus versos
decoran las paredes de la Alhambra). Había nacido en Loja en 1313 y murió asesinado en
una prisión de Fez en 1374: desde el año 2005 ambas ciudades están hermanadas
en recuerdo del escritor hispano-musulmán.
LA ALPUJARRA, ÚLTIMO BASTIÓN
MUSULMÁN
Acabado el reino nazarí de Granada cuando el 2 de enero de 1492 Boabdil entregó esta ciudad a los Reyes Católicos, aún quedó un territorio
musulmán en la península: el Señorío alpujarreño, cuya capital fue la villa
de Laujar.
El Zagal en Laujar
El
emir Muley Hazén luchaba contra hijo Boabdil (se había sublevado y en Guadix en 1482 se había autoproclamado emir), antes de
morir nombró heredero a su hermano el Zagal (el Victorioso), que tomó el nombre de Muhammad
XIII.
Tras la muerte de Muley Hazén, tío
y sobrino llegaron a un acuerdo: el Zagal se quedaba la parte oriental del reino nazarí (incluía las ciudades de Baza, Guadix, Málaga y Almería) y Boabdil se quedó con el territorio de Granada.
En 1487 el Zagal perdió Málaga en tras un duro
asedio de las tropas cristianas. Después, Baza ofreció una de las resistencias más largas y enconadas de toda la
guerra de Granada. El asedio a Baza duró desde el 20 de junio hasta el 4 de diciembre, día
en el que se rindió. La capitulación de
Baza fue firmada el 10 de diciembre de 1489. Se entiende por capitulación el convenio
por el cual un ejército o una plaza fuerte se rinde al enemigo bajo ciertas
condiciones.
La capitulación de Baza arrastró las de Guadix y las de todas
las villas de la actual provincia de Almería, incluida la ciudad de Almería. Todas ellas capitularon sin un solo enfrentamiento. Los Reyes Católicos
hicieron gala de gran magnanimidad en estas capitulaciones, quizás para acelerar la toma de
la ciudad de Granada y el final de una guerra que se les hacía cada vez más dura y
pesada.
Por acuerdo en esas capitulaciones, el Zagal
se quedó con las tahas (división administrativa musulmana) alpujarreñas
de Andarax, Órgiva, Lanjarón y Lecrín y, cuando entregó la ciudad de Almería, recibió veinte mil castellanos de oro.
El
Zagal se retiró a Laujar y vivió en su alcazaba. El señorío de Laujar fue, pues,
corte real.
Pero su sobrino Boabdil no se resignó a la pérdida de la Alpujarra: en verano 1490, apenas instalado el Zagal en Laujar, suscitó
una rebelión en la zona y un golpe
contra su tío.
Boabdil entró en la Alpujarra, la levantó e
incluso ocupó la alcazaba de Laujar, desde donde el Zagal huyó a Almería. En Almería consiguió tropas y en julio recuperó Laujar y su alcazaba.
Pocos meses
después de este levantamiento de la Alpujarra, el Zagal partió para Berberia (África), era el año 1491
y tenía 37 años. Se estableció en
Tremecén. Murió tres años más tarde.
A partir de la obra de Luís de Mármol, Historia de la rebelión y castigo de los
moriscos del Reino de Granada -al cual, al parecer, informaron amigos
africanos- se propagó la falsa noticia de que el rey de Fez, amigo de Boabdil, encarceló
y mandó cegar a el Zagal. No es cierto:
en 1857 se descubrió en el cementerio de de Abú Hammú de Tremecén una lápida cuyo largo epitafio sepulcral nos informa de que final de el Zagal fue tranquilo. Si bien es cierto que, cuando se publicó por primera vez el largo texto de esta lápida, la sepultura fue atribuida a Boabdil (error bastante disculpable dado que el Zagal y su sobrino
Boabdil tenían el mismo nombre real: Abú Abd Allah Muhammad).
El texto de esa lápida puede leerse en José A. Tapia
Garrido Almería Mudejar, pgs. 48-49.
Boabdil en Laujar
Cuando en noviembre de 1491 se ajustaban las
capitulaciones de Granada, Boabdil pidió
toda la Alpujarra en señorío y el
derecho de transmitir este señorío a sus
herederos.
Tras hacerse efectiva la entrega de Granada el 2 de enero de 1492, Boabdil, el último emir, marchó allí con su mujer, su madre, su
hermana y con los
cortesanos que los siguieron.
Los Reyes Católicos le dieron licencia para que, perdida Granada, pudiera trasladar los cadáveres de los emires granadinos al cementerio de la fortaleza de Mondújar, en el valle de Lecrín, como comentamos en el artículo dedicado al Reino de Granada.
Los Reyes Católicos le dieron licencia para que, perdida Granada, pudiera trasladar los cadáveres de los emires granadinos al cementerio de la fortaleza de Mondújar, en el valle de Lecrín, como comentamos en el artículo dedicado al Reino de Granada.
Boabdil eligió como residencia la alcazaba de Laujar. Debió
llegar en la primavera del 1492. Allí entretenía su tiempo cazando con azores y
galgos.
Los Reyes Católicos y sus colaboradores más inmediatos
comprendieron que la estancia de Boabdil en Laujar era potencialmente
peligrosa pues toda la Alpujarra. bien defendida por su
ubicación geográfica, seguía estando poblada por musulmanes.
Por otra
parte, algunos cortesanos de Boabdil
pensaban que, si había una sublevación en la zona, aunque el antiguo emir no moviera un dedo, se lo tendría por instigador.
Por todo ello muy
pronto, en agosto del 1492, ambas partes iniciaron negociaciones para propiciar la partida de Boabdil a Berberia.
Boabdil estaba
indeciso: había entregado su reino para tener paz y ahora se le negaba.
Hernando de Zafra por parte de los Reyes Católicos y sus propios colaboradores lo convencieron de
que lo mejor era irse. Por las cartas de Hernando de Zafra a los Reyes
Católicos se pueden seguir las incidencias de este período.
Finalmente el 15 de abril de 1493 los Reyes Católicos y Hernando de Zafra firman las capitulaciones para la partida de Boabdil y la venta de su señorío alpujarreño a los Reyes Católicos. Boabdil las firmó después.
El documento (un pergamino de cinco hojas, escrito en castellano y en árabe) está fechado el 8 de julio de 1493. En él Boabdil -último emir de Granada, que se había conformado con vivir en Laujar y mantener el señorío alpujarreño con carácter hereditario- firma la cesión de lo poco que le había quedado y da un adiós definitivo a la tierra en la sus antepasados habían vivido durante siglos.
Este documento se conserva en el Archivo General de Simancas. Sin embargo desde el 2 de diciembre de este año y hasta primeros de marzo del 2014 puede verse en la exposición "El poder de la Alhambra" que se exhibe en el Palacio de Carlos V en Granada.
El documento (un pergamino de cinco hojas, escrito en castellano y en árabe) está fechado el 8 de julio de 1493. En él Boabdil -último emir de Granada, que se había conformado con vivir en Laujar y mantener el señorío alpujarreño con carácter hereditario- firma la cesión de lo poco que le había quedado y da un adiós definitivo a la tierra en la sus antepasados habían vivido durante siglos.
Este documento se conserva en el Archivo General de Simancas. Sin embargo desde el 2 de diciembre de este año y hasta primeros de marzo del 2014 puede verse en la exposición "El poder de la Alhambra" que se exhibe en el Palacio de Carlos V en Granada.
Capitulaciones de Andarax
(Almería), 8 de julio de 1493, Archivo General de Simancas Pergamino, 31,5 x 22,6 cm (5 hojas) |
Los Reyes Católicos
cerraron la operación en 23.680 castellanos de oro, que equivalían a once millones y medio de
maravedís: Boabdil percibió
18.000 castellanos de oro por sus posesiones, el resto se repartió entre otras
personas.
Firmadas ya por ambas partes las capitulaciones para salir definitivamente de la península, murió en Laujar entre los 12 y
el 28 de agosto (ese día el luctuoso hecho fue comunicado a los Reyes Católicos) la esposa de Boabdil, Moraima, la última sultana hispano musulmana. Como, si de alguna manera, se hubiera negado a abandonar la tierra de sus antepasados y la suya propia.
Según testigos presenciales, la última sultana de Granada fue enterrada en el cementerio real de Mondújar, cerca de Lecrín, camino de la Alpujarra, donde, como se ha dicho más arriba, Boabdil, al tener que abandonar Granada, había depositado los restos mortales de sus antepasados trasladándolos desde la rawda o cementerio de la Alhambra.
Según testigos presenciales, la última sultana de Granada fue enterrada en el cementerio real de Mondújar, cerca de Lecrín, camino de la Alpujarra, donde, como se ha dicho más arriba, Boabdil, al tener que abandonar Granada, había depositado los restos mortales de sus antepasados trasladándolos desde la rawda o cementerio de la Alhambra.
Finalmente en los primeros
días de octubre de 1493 Boabdil y los suyos embarcaron en el cercano puerto de Adra rumbo a Berberia. Los llevó una escuadra formada por cinco barcos, puesta a su
disposición por los Reyes Católicos.
Boabdil vivió, lejos de su tierra, cuarenta años más.
Boabdil vivió, lejos de su tierra, cuarenta años más.
Con la marcha de Boabdil desde Laújar, acaba definitivamente la Hispania musulmana.
Sin embargo una pregunta ha quedado sin respuesta en la Historia desde el mismo momento de la partida de Boabdil, como muy poco después (en noviembre del mismo año de 1493) insinuaba ya Pedro Mártir de Anglería en una carta de su Epistolario:
Sin embargo una pregunta ha quedado sin respuesta en la Historia desde el mismo momento de la partida de Boabdil, como muy poco después (en noviembre del mismo año de 1493) insinuaba ya Pedro Mártir de Anglería en una carta de su Epistolario:
Tras quedarse
con un señorío que logró que fuera hereditario, es decir que pudiera transmitirlo a sus hijos, ¿se fue Boabdil lejos de su tierra,
a vivir como un desterrado, por su propia voluntad o lo obligaron las
circunstancias?.
En 1494, el año siguiente a la marcha de Boabdil, el rey Fernando ordenó destruir
parcialmente la alcazaba de Laujar y construir en su interior un baluarte.
Recientemente unos
arqueólogos dicen haber descubierto la tumba del último emir hispano musulmán:
OTROS PERSONAJES VINCULADOS A LAUJAR
Yahya al Nayar, “el infante de Almería”. En el año 1500, también se retiró a vivir a Laujar
hacia el final de su vida (allí murió en 1506) Yahya al Nayar, señor de la Alpujarra, nieto del rey
nazarí Yusuf IV.
Yahya al Nayar fue importante personaje del bando de El Zagal (del cual fue cuñado), buen guerrero y hábil político. Cuando el Zagal era rey de Almería, Yahya al Nayar era considerado por muchos su virrey.
Yahya al Nayar fue importante personaje del bando de El Zagal (del cual fue cuñado), buen guerrero y hábil político. Cuando el Zagal era rey de Almería, Yahya al Nayar era considerado por muchos su virrey.
Después se pasó al bando de los Reyes Católicos, incluso fue bautizado secretamente
en la cámara del rey Fernando el 25 de diciembre de 1489: tomó el nombre
de D. Pedro de Granada. Sirvió lealmente a los Reyes Católicos y gozó
siempre de su consideración y estima.
Es conocido como “el infante de Almería”.
Es conocido como “el infante de Almería”.
Abén Humeya. Durante la sublevación de los moriscos
alpujarreños de 1568-1571, Laujar y lo
que quedaba de su alcazaba fue
escenario de hechos cruciales.
En los restos de la alcazaba tuvo su cuartel
general Abén Humeya, el más importante jefe de la rebelión morisca. Su verdadero nombre era D. Fernando de Válor y Córdoba y su nombre musulmán Muhammad ibn Umayya. En Laujar fue
asesinado el 20 de octubre de 1569.
Francisco
Villaespesa. En 1877 nació en Laujar, poeta y novelista. Es el más conocido de los
poetas almerienses. Autor, entre otros, del drama teatral Aben Humeya.