sábado, 14 de junio de 2014

Juan Eduardo Zúñiga: “Leemos para aprender a vivir, para distanciarnos del dolor, para identificarnos con otras vidas”




L.M.A.


"Leemos inicialmente para buscar distracción, y así lo creemos. Luego llega la evidencia de que lo hacemos para aprender a vivir, para distanciarnos del dolor, para identificarnos con otras vidas". El escritor Juan Eduardo Zúñiga exploró, ante el Micro de la Feria, las razones que nos llevan a leer y las distintas vidas de un libro: "Cuando parece ya olvidado, que nunca volvería a despertar la atención de lectores, un ejemplar hallado en el lugar más insólito se abre a la lectura, descubre que aún conserva vigor de estilo e ideas reconfortantes y valiosas".

Víctor García de la Concha: “La vida de la Real Academia es un reflejo de la historia de España”
Víctor García de la Concha, quien fuera director de la Real Academia Española entre 1998 y 2010, repasó esta tarde, en compañía del periodista Antonio San José, algunos de los episodios más relevantes de la historia de la institución a cuyo estudio ha dedicado el libro La Real Academia Española. Vida e historia, recientemente publicado. La obra es la primera monografía que ofrece, en sus propias palabras, “un relato secuencial” de los trescientos años de historia de la corporación, desde su fundación en 1713 por Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, hasta la etapa dirigida por Fernando Lázaro Carreter.

El proyecto inicial del marqués de Villena fue, según recordó García de la Concha, la creación de una Academia de Ciencias y Letras, finalmente desechado: “Rebrota la idea de Nebrija, del humanismo renacentista, de que todo está en la lengua y la lengua, en la base de todo el conocimiento, al tiempo que pilar de la preparación de los ciudadanos”. La Academia nace, pues, impulsada por unos intelectuales renovadores que asumen conscientemente la reivindicación de la cultura española despreciada por Europa, para “servir al honor de la Nación”, centrada en la lengua y con una tarea precisa, dictada por el imperativo ilustrado de utilidad: la elaboración de un diccionario. García de la Concha considera prodigioso que el primer volumen de aquella obra solo tardase trece años en ver la luz, teniendo en cuenta la falta de corpus lexicográficos previos. Ha constituido un trabajo de tres siglos alcanzar los 600 millones de registros léxicos que hoy posee la Real Academia y que a finales de la década de los 40 no eran más de 11 millones.

El lema “Limpia, fija y da esplendor”, de cuño ilustrado, describiría perfectamente, según García de la Concha, las ideas lingüísticas del siglo XVIII que sirvieron de pilares a la fundación de la Real Academia Española. Mientras que la idea inspiradora del trabajo de la institución durante el siglo XX es la “idea de unidad del español”. La trayectoria de la institución no ha estado exenta de momentos difíciles y el exdirector enumeró algunos de ellos: durante el ministerio de Floridablanca; la ocupación francesa, cuando la Academia supo garantizar su continuidad; durante el reinado de Fernando VII; en el trienio liberal, etapa en la que cundió la desconfianza de los liberales de Cádiz hacia una institución que consideraban “excesivamente coercitiva de la libertad personal”; en la guerra civil y en el franquismo, cuando “la Academia vivió en una pobreza de solemnidad”.

Víctor García de la Concha quiso también subrayar el trabajo de los sucesivos directores de la institución, desde los primeros, en aquella etapa dinástica gobernada por los marqueses de Villena, a José de Carvajal y Lancáster o Mario Roca de Togores, marqués de Molins. También destacó la gestión de Menéndez Pidal, que “gira la Academia hacia los filólogos” y la de Lázaro Carreter, “un renovador que impulsó el objetivo de preservar la unidad de la lengua”.

Sobre la presencia de las mujeres en la Real Academia Española, García de la Concha recordó el caso de Gertrudis Gómez de Avellaneda, quien solicitó su ingreso con una carta “respetuosa y dignísima”. Los académicos impidieron que su nombre llegase a la votación a la que concurrían otros dos candidatos varones. Su reacción fue agradecer al director de la institución su apoyo y el de otros miembros y acusarse de injuriar a quienes la habían avalado rompiendo el papel en el que se le comunicaba la resolución de los académicos que, por supuesto, añadía ella, no estaba motivada por su sexo. También se cerraron las puertas de la Real Academia para Emilia Pardo Bazán que emplea en su solicitud un “tono altivo” que es replicado por la institución con un seco formulismo administrativo que incomodó extraordinariamente a la escritora coruñesa.

Víctor García de la Concha avanzó que prepara un nuevo trabajo en el que dará cuenta de su propia experiencia personal como miembro y director de la Real Academia Española: “Sin quebrantar el secreto académico y la discreción, creo que permitirán conocer mejor algunos aspectos de su historia más reciente”.

Además
Manolito Gafotas, el personaje creado por Elvira Lindo, celebró hoy en la Feria del Libro de Madrid su 20 cumpleaños. Convocados por la editorial Seix Barral, sus incondicionales  compartieron una fiesta con el ilustrador que puso cara a Manolito, Emilio Urberuaga.

Pupi, el célebre extraterrestre que protagoniza los libros de María Menénde- Ponte ya no está solo: su hermana Pompita fue presentada esta mañana a todos sus seguidores en un acto organizado por SM.

César Pérez Gellida presentó Consummatum Est, libro que, tras Mememto mori y Dies irae, cierra su trilogía, acompañado del escritor Lorenzo Silva, el librero Paco Camarasa y el director de Suma de Letras, Pablo Álvarez.
                                                                              

viernes, 13 de junio de 2014

Casa Ciriaco, Restaurante tradicional y castizo de la Villa y Corte de Madrid






Julia Sáez-Angulo


            Su gallina en pepitoria no falta porque tiene fama y todos los guiris la solicitan porque lo han leído en las recomendaciones de las revistas gastronómicas. Casa Ciriaco es una firma de restauración de tradición y prestigio en la Villa y Corte de Madrid, fundada en 1923. Como almacén de vinos, se remonta a 1897. En el 84 de la calle Mayor sirve comidas y ha servido a reyes, príncipes, nobles, políticos, diplomáticos y ciudadanos todos que se acercan al establecimiento.

Godofredo Chicharro García, Godo, (Santibáñez de Ayllón. Segovia, 1939) dirige Casa Ciriaco como buen descendiente del fundador, el palentino tío Ciriaco. Es alabardero del Rey, título del que se siente orgulloso, porque sirvió comidas a los militares españoles en Sarajevo, Mostar y otras ciudades del conflicto, durante la Navidad de 2009. “El teniente coronel, don José Faura, nos despidió en el aeropuerto a las seis de la mañana. Eso también es de agradecer”, dice Godofredo.

Ahora, el sobrino de Godo, Francisco Chicharro es el maitre, ayudado en su gestión por Alex Rodríguez. Amparo Moreno, de la misma familia del fundador, lleva la cocina con sabiduría y acierto.

La carta está llena de sugerencias: la perdiz con judiones de La Granja, perdiz y trucha escabechada, carne a la riojana, callos a la madrileña, espléndidos espárragos gordos de Zamora, revuelto de patatas Julio Camba (el escritor, cliente de la casa, que se empeñaba en decir con familiaridad, que “Casa Ciriaco es una casa de comidas más que un restaurante)… Los postres son en su mayoría caseros.




Aunque los directivos y empleados de Casa Ciriaco guardan discreción y silencio sobre sus clientes, se han visto por sus mesas al rey, a los príncipes de Asturias (el Príncipe de Asturias inauguró la bodega), a Don Leandro de Borbón, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Fernando Ledesma, Alfonso Palomares… Y pasaron por su establecimiento, Doña María de las Mercedes de Borbón, madre del Rey, que allí entregó los trofeos taurinos; el alcalde Tierno Galván; su mano derecha Ana Tutor; Martín Pérez Bermejo, propietario del bar Labra; el abogado Antonio Valero de Vega; Paco Chumilla, Cesáreo de Miguel, el corresponsal de la R.A.I. Annibale Vasile…

El pintor Zuloaga, el humorista Antonio Mingote, el escultor Sebastián Miranda y los toreros Domingo Ortega y Juan Belmonte, han sido habituales de Casa Ciriaco, así como los integrantes de la “Tertulia de Julio Camba”.

“Doña María, la madre del rey, sabía mucho de toros. Yo lo veía porque también me va mucho la fiesta”, declara Godofredo Chicharro, con satisfacción.

Godo recibe con simpatía y gracejo a los clientes: ¿Hola Godo, como está? / Bien, perdiendo dinero pero ganando amigos.








Obituario: Annibale Vasile, Un periodista de la R.A.I., 17 años de corresponsal en España



Testaccio (Roma)

Julia Sáez-Angulo


            Annibale Vasile (Palermo. Italia, 1933 – Roma, 11 de junio de 2014) era un periodista nato y lo demostró hasta el final de sus días, difundiendo la noticia y el comentario –después de su jubilación- a través de un continuo paletto, que informaba digitalmente a todos aquellos que se suscribían libremente y que, desde luego, sus amigos no perdíamos.

Profesional de la Radio Televisione Italiana, R.A.I., Annibale fue corresponsal en Madrid durante diecisiete años –de 1980 a 1997-, durante la dictadura y la transición, por lo que conocía muy bien España. En 1986 fue nombrado primer presidente del Círculo de corresponsales extranjeros en España, donde era respetado. Obtuvo, entre otros, el premio Europa Puente de Oro "por haber contribuido a dar a conocer el interés de la opinión pública española por el proceso de unidad de Europa".  


Annibale Vasile

            Hombre de una gran cultura académica y libresca, su biblioteca sobre España era magnífica (¿qué será ahora de ella?) principalmente en historia, política, dinastía real y arte. Sus continuos encargos desde Roma a la Librería Pons, entre otras, le hacían estar al día del debate político intelectual de España, país al que amaba, pese a su gran sentido crítico sobre el mismo.

Conocer es amar y Annibale Vasile no cejaba en conocer más y mejor la idiosincrasia de los españoles a través de la observación y crítica puntual de los acontecimientos diarios y de los libros que acogían un debate más distante y sereno. A veces calificaba de áspero el carácter y comportamiento social de los españoles, frente al arte de la cortesía o del debate permanente que siempre da salida al adversario y deja la puerta abierta en su país.

Vivía en el conocido barrio romano de El Testaccio, cercano al puerto del Tiber donde desembarcaban las tinajas de aceite que llegaban de Hispania y los mármoles que iban a ornar la ciudad (de ahí el nombre de la cercana larga vía Marmorata); es un barrio construido a primeros del XX, con casas en torno a un gran patio ajardinado, que provee de luz y sol a todos sus vecinos. En este barrio, trufado de calles con nombres como Vannvitelli, Betone o Américo Vespuccio, vivió la escritora Elsa Morante, primera esposa de Alberto Moravia. Pasear con Annibale Vasile por su barrio era una amena conferencia histórica del mismo, entre saludos de distintos vecinos, amigos y comerciantes que lo apreciaban. Paseo que terminaba en la cercana pizzería al horno.

Hombre de corbata de lazo, Annibale donó una de sus pajaritas de fiesta, al Museo del Traje en Madrid. Su nombre figura en el muro de los donantes.

            Contó con amigos muy queridos y admirados en España como Eugenio Nasarre, Ángel Expósito, Antonio Pelayo, José María Pérez, Josto Maffeo, Luis Domínguez, Miguel Ángel Bastenier, Enmanuela Gambini, Roger Jiménez, Valentí Gómez i Oliver, Miguel Gil, Agustín de Celis, Miranda d´Amico y quien esto suscribe.

            A Annibale Vasile le gustaba conversar. La palabra era un test para él ante el interlocutor o quien tenía enfrente. Le gustaba tantear la opinión ajena del pueblo anónimo para rastrear la opinión pública general. Para ello trataba de entablar conversación, no exenta de humor, con el conserje, el taxista o el camarero y después de hablar con ellos daba un veredicto de “persona con espíritu” o sin él.

            Era un hombre al que le gustaba comer bien, aunque sin necesarios lujos. Disfrutaba con la pasta en su punto y un buen café, lo que no siempre encontraba en España –ni siquiera en los restaurantes de italianos- para su desesperación. Era exigente en este campo. Iba mucho a Casa Ciriaco y con frecuencia le acompañábamos los amigos. Ángel y Fredo, dueños de establecimiento, colgaron en sus paredes una foto de Annibale como cliente fiel, con el que conversaban siempre con humor.

            Disfrutaba con el arte y  lo valoraba a la hora de enviar crónicas a la televisión italiana. Era el primer y mejor corresponsal para informar a su país sobre las grandes exposiciones que se llevaban a cabo en España. No en balde, Italia es la patria de la gran pintura europea y el país con más patrimonio histórico-artístico.

            Hubo un tiempo en que coleccionó cuadros de pintura naïf por lo que tenían de candor y humor en el dibujo, sobre todo de aquellos temas tópicos o castizos de España.  En su despacho, ahíto de periódicos y papeles, colgaban fotografías de personajes de la política, la sociedad o las artes, que le habían resultado singulares o simpáticos. Coleccionaba soles de todo tipo, por lo que no era difácil hacerle un obsequio.

            Los regalos son con frecuencia el eco que queda de los amigos desparecidos. Yo conservo de él, un grabado del padre Feijóo, clérigo ilustrado contra las supersticiones y descaminos de los españoles, que él admiraba en medio de sus personajes queridos, casi siempre de la Ilustración y el libre pensamiento.

            No quiso escribir libro alguno sobre España, por mucho que le animamos algunos amigos. Lo hubiera hecho muy bien por conocimiento de causa y sentido crítico. El periodismo cotidiano y la lectura devoró la escritura libresca que requiere aislamiento y concentración mayor. Como Borges, se sentía más orgulloso de los libros leídos que de los escritos.

            Tenía una hermana, Gabriella, también periodista, que trabaja actualmente en la R.A.I.

     Muchos le querían. Yo, por supuesto. Pido una oración por él y por todos nosotros.


            

Ana Santos Aramburo, directora de la Biblioteca Nacional: “Lo que conforma la identidad de un pueblo permanece en los libros”




L.M.A.

“Ideas, creación, pensamiento, investigación, arte, música, ciencia… aquello que conforma la identidad de un pueblo, lo que se transmite de generación en generación, lo que nos hace ser diferentes, mejores… todo permanece en los libros a través de la palabra escrita”. Estas fueron las palabras elegidas por Ana Santos Aramburo para comenzar su intervención ante el Micro de la Feria. La directora de la Biblioteca Nacional añadió a su reivindicación de la cultura escrita que “no importa el soporte, pensamos en contenidos, hablamos de aprendizaje, de capacidad de mejora, de difusión de ideas, de creación de valores. Hablamos de escribir la historia de nuestras vidas desde la conciencia de nuestra propia libertad”.


Francia y Alemania: cuadernos de la Gran Guerra
Los equipos de España y Holanda, dos países que se declararon neutrales durante la Primera Guerra Mundial, se disponían a enfrentarse en una de esas batallas incruentas que se libran en un campo de fútbol. Mientras, el público abarrotaba el Pabellón de actividades de la Feria del Libro para asistir a la mesa redonda sobre la participación francesa y alemana en la Gran Guerra que reunió a Martin Baumeister, director del Instituto Alemán de Historia con sede en Roma; Remy Cazals, catedrático de la Universidad de Toulouse, y Javier Ponce Marrero, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Las Palmas.

Julián Casanova, moderador del encuentro, recordó a Eric Hobsbawm, quien señaló que la guerra del 14 marca el inicio de “la era de las catástrofes”: “Otros historiadores –añadió– han hablado de la calamidad de la que nacieron todas las calamidades; del momento en que se apagaron las luces en Europa”. El catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza recordó algunos datos que ilustran la magnitud sin precedentes del conflicto: mientras que en Crimea, la guerra más cruel del siglo XIX, murieron medio millón de personas, la Gran Guerra se cobró la vida de más de ocho millones.  El profesor Remy Cazals ofreció el dato de las bajas francesas: un millón cuatrocientos mil muertos.  En su opinión, la existencia en Francia de un público interesado masivamente en la Primera Guerra Mundial se debe a que “todas las familias se vieron afectadas, en uno u otro momento, por ella y llevó el duelo a muchos hogares”. Cazals destacó el rescate, en los últimos años, de la correspondencia y diarios que escribieron muchos soldados: “Constituyen testimonios de un indudable interés histórico”.  En algún caso, como los Cuadernos de guerra escritos por Louis Barthas, traducidos al español recientemente, constituyen además una obra de aliento literario.

Por su parte, el profesor alemán Martin Baumeister se manifestó impresionado por el interés mediático e editorial que el centenario del inicio de la Gran Guerra ha despertado en toda Europa, al tiempo que subrayó que la ocasión está permitiendo la divulgación de algunos datos que la historiografía tradicional había ocultado, tales como el medio millón de soldados que los franceses reclutaron en las colonias, los 140.000 chinos que ayudaron en la apertura de trincheras o los 200.000 soldados negros del ejército americano. Según Baumeister, estos datos “se están integrando en una narración de la guerra que la convierte en un acontecimiento global”.

Javier Ponce Marrero, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Las Palmas, citó a Hipólito de la Torre para explicar la neutralidad española en la contienda: “España era una impotencia”. Los escasos recursos militares y económicos hicieron inviable, según Ponce Marrero, la posibilidad de participar en la guerra. No obstante, los efectos de ella fueron notables: “El crecimiento económico no tuvo continuidad una vez los países beligerantes comenzaron a recuperarse; fueron los años en los que se evidenciaron, por primera vez, los desequilibrios regionales, causa de muchas de las movilizaciones sociales y políticas posteriores”.

Finalizado el coloquio, los profesores se marcharon presumiblemente, dadas las alusiones que hicieron al partido de fútbol que se celebraba, en busca de un televisor. Si fue así, llegaron a tiempo para ver el gol de España.


Fantascy celebra su primer aniversario con Mañana todavía
“Las distopías no se proponen adivinar el futuro, sino conjurarlo”, afirmó esta tarde Ricard Ruiz Garzón en la presentación de Mañana todavía, una antología que ha editado para el sello Fantascy y que incluye una docena de relatos distópicos de otros tantos autores. Cinco de ellos, José María Merino, Rosa Montero, Juan Jacinto Muñoz Rangel, Emilio Bueso y Javier Negrete, participaron también en el acto.

José María Merino llamó la atención sobre el hecho de que un vocablo, distopía, que resultaba solo familiar a los lectores de la ficción científica haya terminado por convertirse en un término de uso común, hasta el punto de que será incluido en la próxima edición del diccionario de la Real Academia Española: “Se ofrecerá con la definición de representación imaginaria de una sociedad futura con características negativas que son las causantes de alineación moral”. Merino afirmó que las distopías literarias no son más que “proyecciones en el futuro de los aspectos más sombríos del presente que ya vivimos”. Rosa Montero retomó esa idea: “Siempre se escribe, con independencia del género, desde la insatisfacción del presente”. Y se mostró sorprendida por las prevenciones que las obras fantásticas despiertan entre los lectores: “Se debe a un malentendido, a que confunden la ciencia-ficción con un género esotérico que no tiene nada que ver con la realidad presente”. Sin embargo, en opinión de la escritora, “el género ofrece una herramienta metafórica poderosísima para hablar de la condición humana” y, en ese sentido, recordó Los desposeídos, de Ursula K. Le Guin. “¿Qué es? ¿Una distopía? No lo creo. Es un libro que analiza el corazón de lo que somos”.

Juan Jacinto Muñoz Rangel también lanzó una pregunta al auditorio: “¿Y si esto que vivimos ya es una distopía?”. Rangel confesó tener la sensación de que cualquier distopía imaginada “se ha acercado en el tiempo y parece factible en un futurible inmediato”. Emilio Bueso admitió que su relato era tal vez el “más oscuro” de toda la antología: “Porque estoy convencido de que estamos al borde del colapso, de la extinción como especie; estamos sentados sobre bombas de relojería en las que nos hemos acomodado. Hemos cruzado varios puntos de no retorno y es probable que no tengamos ningún futuro si no cambiamos. Ya estamos viviendo en una distopía y lo que viene ahora es la debacle”. Javier Negrete, autor de la novela corta que cierra el volumen Mañana todavía, destacó el recurso del humor en su texto: “Trato el tema de lo políticamente correcto y, ante sus expresiones, mi reacción oscila entre el enfado y la hilaridad”.


CEDRO entrega los premios del VIII Concurso “Si eres original, eres de libro”
La escritora y académica Carme Riera, en representación del jurado de la octava edición del Concurso “Si eres original, eres de libro”, subrayó hoy en el acto de entrega de premios la importancia de los valores que animan esta convocatoria de CEDRO: “Los alumnos de secundaria y bachillerato, guiados por sus profesores, aprenden el rigor y el método que requiere una investigación, a trabajar en equipo y la importancia de la cita y el respeto a los derechos de autor”. 

Los tres trabajos premiados en esta nueva edición fueron: en la categoría de primer ciclo de la ESO, “Salamandra, salamandra, el secreto de tu piel”, de alumnos del IES Almunia (Jerez de la Frontera), coordinados por el profesor Manuel Llorente Martínez; en la categoría de segundo ciclo de la ESO, “Jugando al bien común”, realizado por estudiantes del IES Bezamiliana (Rincón de la Victoria), coordinados por Antonio José Lechuga Navarro, y en la categoría de bachillerato, “Regeneración de tejidos en planarias”, realizado por alumnas del INS La Llauna (Badalona), bajo la dirección de Margarida Asensio Casero.

El jurado estuvo integrado por Juan Kruz Iguerabide, Margarita Prado y Fernández, Carme Riera, Javier Sádaba, Margarita Salas, Ramón Tamames, Sònia Mulero y Pedro de Andrés. Este último, presidente de CEDRO, destacó la importancia de la educación para que “los estudiantes adquieran competencias en la gestión de la información y en la realización de trabajos de investigación sin recurrir a la picaresca, siendo respetuosos con la creación intelectual y los derechos de autor”.

                                                                              

Juan López expone "Ruinas Graves" en el Museo ABC de Madrid

Todo empieza con el disparo de un cañón... 


L.M.A.

El próximo viernes 20 de junio, a las 10,30h, el artista Juan López presentará en el Museo ABC su particular mundo de trampantojos, muros que se descuelgan, suelos que se levantan y estructuras alteradas con la exposición "Ruinas Graves". Esta muestra pertenece al programa Conexiones puesto en marcha por el museo y la Fundación Banco Santander.


El cántabro Juan López utiliza como punto de partida el óleo sobre lienzo y cartón de Luis Palao, "Averías Graves" (1898) perteneciente a la Colección ABC y que representa el cañón de un buque de guerra dañado en combate. Como polo opuesto, el artista elige el lienzo "Paisaje con ruinas" (1848), de Lluís Rigalt, cedido por la Colección Banco Santander. El disparo del cañon marcará el origen de un balazo que atraviesa los espacios del Museo ABC, dejando tras de sí paredes descolgadas, un inestable suelo levantado, juegos de trampantojo que fracturan el espacio interior y que termina en los restos grecolatinos mostrados por la obra de Rigalt.

La exposición "Ruinas Graves" estará abierta durante el verano hasta el 7 de septiembre. 

“La vida resuelta”, una obra de humor y crítica con cinco actores en el Teatro Infanta Isabel





Julia Sáez-Angulo



Un grupo de personas se reúnen en una guardería donde hay una plaza vacante para un niño. En ese ambiente, los personajes hablan y reflexionan lo que eran sus vidas antes y en lo que se han convertido. Cinco actores de actualidad plena, que ponen en pie una visión de la sociedad en que vivimos.

El humor gracioso y fino es una constante en esta obra bien diseñada. Nada chabacano altera la dinámica de estos personajes: dos parejas y una mujer encinta, más un personaje ausente y presente a través de las distintas llamadas de móviles.

El público conecta con la historia y los protagonistas, por una interpretación que los hace muy reales y vivos. En un solo acto, la obra no decae. El tema de la paternidad responsable sobrevuela, sin magisterios solemnes sino por vía del humor. Lo mismo que las relaciones de pareja.

Después de Atrácalo, esta pieza teatral, La vida resuelta es un nuevo éxito del teatro Infanta Isabel.








 Descripción: on video Descripción: ago en taquilla
·       Local: Teatro Infanta Isabel
·       Fechas: 12/jun al 29/jun
·       Destino: Madrid
·       Categoría: Teatro
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