Julia
Sáez-Angulo
13.11.2015.- La
localidad histórica murciana de Caravaca de la Cruz está preparada en todos los
ámbitos , religiosos, culturales y turísticos, para su Año Jubilar en 2017, acontecimiento que celebra cada año por
concesión de la santa Sede, privilegio que comparte con otras cuatro ciudades
del mundo cristiano: Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela y Potes.
El
Año Jubilar tiene lugar cada siete años debido a que, desde el siglo XIII,
Caravaca conserva una Cruz de madera, fidedigno “Lignum Crucis”, es decir
fragmento genuino de la cruz de Cristo crucificado. La devoción contrastada
viene desde el bajo Medioevo, sostenida por la prestigiosa Orden del Temple,
que desaparecida pasó a la Orden de Santiago.
Caravaca
de la Cruz, ciudad de casi treinta mil habitantes, alberga la
basílica-santuario de la Santísima y Vera Cruz, construida en una elevada
colina en lo alto, con una zona amurallada. Iglesia del siglo XVII, su factura
es de influencia de Herrera, el arquitecto del monasterio de San Lorenzo en El
Escorial. La fachada de la basílica de Caravaca es de mármol en estilo
herreriano.
“No
hay que olvidar –explica la escritora Cristina de Jos´h, cuya familia desciende
de la ciudad y ha estado siempre vinculada a la Vera Cruz- que Caravaca tuvo un
auge económico y social en los siglos XVII y XVIII, cuando se instalan en ella
numerosas órdenes religiosas”. La escritora madrileña ha llevado a cabo una
presentación de su obra literaria en la biblioteca de la ciudad murciana.
Cruz de Caravaca en su relicario
Cruz de Caravaca en su relicario
La
Cruz de Caravaca se conserva en un relicario con forma de cruz de doble
travesaño horizontal (de 7 y 10 cm) y una vertical (de 17 cm). La reliquia
interior es la Santísima y Vera Cruz de Cristo, orgullo de la ciudad murciana.
Su procedencia s oriental y según la tradición perteneció al patriarca Roberto
de Jerusalén, primer obispo de la Ciudad Santa, arrebatada a los musulmanes en
la primera cruzada de 1099. Tras el sucesor del patriarca en tiempos de
Federico II, la reliquia llegó a Caravaca. En el siglo XV la reliquia, custodiada por dos ángeles,
fue donada por la familia Suárez de
Figueroa.
Además
de lugar de peregrinación, Caravaca de la Cruz ofrece un buen plantel de museos,
comenzando por el de la Vera Cruz; Museo de la Fiesta; Museo de los Caballos
del Vino; Museo Arqueológico La Soledad; Miseo etnográfico en miniatura. Ángel
Reinón; Centro de Interpretación de la Naturaleza. Torreón de los Templarios;
Museo Carrilero; Museo Crux Caravacensis y Museo de Música Étnica. Colección
Blanco Fadol. Barranda.
Caravaca
cuenta con parajes naturales de gran belleza como el de Fuentes del marqués,
con bosques y nacimientos caudalosos de agua para la comunidad de Murcia. "Caravaca es un lugar privilegiado que nadie debiera perderse en el Año Santo que viene", concluye Cristina de Jos´h.