L.M.A.
09/09/17 .- La
pintora vizcaína residente en Bilbao Teresa Ahedo muestra su pintura de búsqueda y
de mujeres generosas en el espacio Niketz de Castro Urdiales. Incansable y prolífica
dibujante, expone todo un muro de sus dibujos al carboncillo –otros al grafito-
en los que que la figura humana se aboceta en cuerpos y masas que bordean la
abstracción.
Mujeres
generosas de grandes caderas y senos, constituyen su repertorio iconográfico
habitual, junto a las flores, que parecen una prolongación conceptual de su misma idea de la mujer, a la que admira
y defiende, por todas las féminas que ha conocido en su familia, desde su madre
y sus tías hasta sus tres hijas. (Su iconografía trae a la memoria la célebre
novela china Grandes pechos, anchas
caderas del escritor chino Mo Yan –pseudónimo de Guan Moye, que significa
“no hables"-, premio Nobel 1912). Las “gordas” de Teresa Ahedo nada tienen que
ver con las pintadas por Botero, ya que la estética del colombiano es
claramente latinoamericana y la de Ahedo más dibujada y abocetada.
Óleo,
acrílico, además de carboncillo, grafito,
tintas, rotring, ceras, pastel, o técnica mixta, pueden apreciarse en
sus diferentes obras.
Para
María Teresa Gutiérrez-Ahedo Txavarri de la Herrera (Carranza, Vizcaya, 1941)
–pintora y poeta- la mujer es la generosidad y la abundancia, que se da en sus
grandes desnudos femeninos, con sonrisas francas, abiertas y protectoras. Por
eso se indigna cuando lee una noticias de menosprecio o malos tratos a las
mujeres, no digamos ya cuando son víctimas. De hecho, en el espacio Narrainkua
de Bilbao llevó a cabo en 2014, una interesante exposición titulada ¡Ni una más! para denunciar esta lacra
que pesa sobre las mujeres en nuestra sociedad y nuestro mundo. (Recordemos que llevamos un
registro de una treintena de mujeres asesinadas por violencia machista –casi
siempre por su pareja o ex pareja-, amén de más de treinta mil víctimas sin muerte de
esa misma violencia).
A
Teresa Ahedo también le gusta pintar el paisaje, sobre todo el de su querida
Karrantza natal, principalmente el valle de Biañez.
El
pintor Alfonso Sebastián destaca de modo especial, en esta muestra, su cuadro
“La niña del muñeco”, en el que Teresa Ahedo representa una niña con un muñeco
en la mano, como una figura oscilante, que visualmente se mueve o agita, en
medio de pinceladas de blanco que la esconden o velan, produciendo un espacio
intermedio en el cuadro, entre la figura, el fondo y la superficie. En este
cuadro hay un interesante camino de investigación y búsqueda.
Este mismo efecto parpadeante lo ha logrado en una de sus Crucifixiones.
Este mismo efecto parpadeante lo ha logrado en una de sus Crucifixiones.
Más
información
http://www.teresaahedo.com/
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Dibujos
"Tierra amada", por Teresa Ahedo