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Julia Sáez-Angulo
22/2/20 .- Madrid. – El artista
visual Manolo Oyonarte está muy activo en 2020: expone su pintura en JustMad 2020; en mayo expone en Aspa Gallery y se está realizando una película,
dirigida por Jimmy Llamas, sobre su obra artística, que se centra
principalmente en la génesis de uno de sus cuadros. Y también en el mes de
mayo, participará en un simposio de artistas visuales en Cuernavaca, México.
Desde los comienzos de su carrera
profesional como pintor en los 80, Manolo Oyonarte ha ido pintando distintas
series pictóricos con un lenguaje muy propio que lo une y define al mismo
tiempo.
JustMad tendrá lugar en el Palacio de Neptuno, donde figura una preciosa cúpula diseñada por Manuel Ortega, padre del pintor Oyonarte.
JustMad tendrá lugar en el Palacio de Neptuno, donde figura una preciosa cúpula diseñada por Manuel Ortega, padre del pintor Oyonarte.
Cuando se contempla uno de los
lienzos o papeles recientes de Oyonarte, el espectador se encuentra ante una geografía plena de elementos, de manchas
de color, de dibujos, de formas, de caras, de objetos, de animales, de letras,
de palabras... Un mundo de pigmento acrílico y de rotulador que conforma el
rico arte de este autor, cuya tesis doctoral
fue El concepto de objetividad en
el arte.
Con arreglo a esa tesis, Oyonarte
recuerda que a la hora de pintar “no pretendo contar nada ni provocar
emociones, mi papel es sencillamente estar
ante el cuadro y dejar fluir lo que pasa dentro de mí. No pretendo controlar el
cuadro, sino dejar que fluya el instinto primario de la pintura, para actuar
con las tripas, con las vísceras”, explica el pintor.
“Yo estoy receptivo frente al
cuadro, sin saber lo que pasa dentro de ti, así sale lo que le da la gana, como si el que pintara no fuera yo. Dejo fluir
el acto de pintar y ya está. No quiero mandar en el cuadro, me guío físicamente
con el cuerpo como herramienta. Cuando percibo que el cuadro me pone los pelos
de punta, ¡ya está! Doy el cuadro por terminado. Me dejo guiar por la sorpresa;
voy de sorpresa en sorpresa a lo largo del acto de pintar. De esta manera, me
quito toda responsabilidad en el acto de pintar. Procuro que sean sesiones
muy cortas e intensas”, añade el autor”.
“Esa misma sensación me ocurrió
recientemente al contemplar un cuadro de Baselitz”, cuenta Oyonarte, quien
insiste en que su deseo al pintar es “borrar el ego para que emerja el alma”,
al decir de Schopenhauer .
Manolo Oyonarte quiere eliminar todo
vestigio racional en su pintura para hacer aflorar el inconsciente y tocar lo
profundo de sí mismo “y si conecta con el espectador bien y si no, no pasa
nada”. Allí está su pintura que es la que habla por sí misma.
Más información
www.oyonarte.eu
www.manolooyonarte.blogspot.com
