Cuestionario por Julia Sáez-Angulo
22/5/2020 .- Madrid .- Emilio Porta es escritor… y algunas cosas más en su curriculum, pero él díce que eso carece de importancia. Que a un escritor lo único que le define es lo que escribe. Ha publicado libros en todos los géneros, más de 15 como autor en solitario. Desde sus primeros libros de poemas como Compás de espera, editado en España, o Porlock, escrito durante su estancia como profesor de español en las escuelas de Tiverton y Crediton, en el para él inolvidable condado de Devonshire, en el sur de Inglaterra, a sus novelas y libros de ensayo, acumula una amplia obra en todos los géneros literarios. Sus últimos libros en novela fueron Destinos y Caballeros y El Amuleto, y en la categoría de pensamiento, Contrapensamientos, un libro de pequeñas y grandes reflexiones que nos ayuda a mirar la existencia de un modo positivo y diferente. Viajero incansable por toda Europa, América, África, Asia y Oceanía, ha publicado también libros de viajes y en lo que él llama su oficio de escritor ha escrito letras para canciones en México y España, con más de 80 temas grabados por distintos artistas en ambos países. Durante una época de su vida se dedicó a la Publicidad y es el creador del nombre del tren español de alta velocidad, AVE, además de haber sido un conocido comunicador y conferenciante en muy diversos temas literarios, económicos y artísticos. Actualmente es Vicesecretario y Coordinador de actividades culturales de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles y también su director de publicaciones.
1- ¿Qué reflexión sobre la Poesía te ha interesado más?
En una conferencia a la que asistí hace años, uno de los más grandes poetas españoles, Leopoldo de Luis, dijo: “La poesía es iluminación y camino de conocimiento a través de la armonía del lenguaje”. Creo que en esa frase se resume casi todo. Pero hay otra reflexión que añado: La Poesía es un género literario. Nada más… y nada menos. Quizás en ella, en la buena Poesía, podamos encontrar lo más esencial de la Literatura. La Poesía conjuga armonía, ritmo, y lenguaje…pero, en mi modo de sentirla y ejercerla, la forma tiene que estar conjugada con el contenido, que es mucho más que el amor o los sentimientos, por importantes que algunos poetas crean que son los suyos. La Poesía no es algo fuera de la Literatura. No es una puesta de sol, ni el trino de los pájaros, ni el color de las caléndulas… no es “sentir”. Es literatura, como he señalado antes, tiene como objeto cualquier cosa de la vida, realidad e irrealidad, sensaciones y emociones… pero, insisto, no solamente estas. En mi opinión se ha abusado mucho de la poesía amorosa. Y más en España, quizás porque el tardoromanticismo y la influencia de Bécquer (grandísimo escritor, por otro lado) ha confundido a muchos que no han pasado página ni han contrastado y leído mucho más que unos cuántos autores clásicos españoles. En realidad la poesía es un reflejo de la existencia y necesita inspiración, pero, sobre todo, dominio del lenguaje y capacidad de síntesis. Forma y fondo. Si falla uno de estos dos elementos… se puede convertir en un pastiche o en una trivialidad. Y, que me perdonen muchos, si no se es escritor, si no se tiene bien ensayado el oficio de escritor, como decía Pavese, difícilmente se puede ser poeta. Por eso yo confío más en aquellos ejercientes que, además de hacer versitos son capaces de escribir, también, narrativa, ensayo, o un buen artículo. Para mí, escribir, aparte de ser un modo de sustentar y conformar nuestra identidad, es una forma de conocer, descubrir, aportar algo al conocimiento humano… y con esta afirmación vuelvo a una parte de la reflexión con que se iniciaba esta respuesta.
2.- ¿Cuál fue el primer poema que escribiste?
Me gustaba tanto escribir y lo hacía con tanta facilidad (pido disculpas si esto parece inmodesto, pero era así) que, desde los primeros cursos de bachillerato escribía redacciones y comentarios de textos escolares con bastante rapidez y fluidez y, pienso que con cierta imaginación y buena ortografía lo que me llevaba en muchas ocasiones (y este es uno de mis recuerdos grabados en mi memoria de esa época de los trece-catorce años) a redactar los trabajos de algunos compañeros de clase que eran más amigos… y a los que les costaba un gran esfuerzo el tema. Pero, yendo directamente a la pregunta, te diré que mi primer poema fue, en realidad, un conjunto de poemas, un incipiente libro que titulé Reflexiones sobre un calendario (ya desde mi adolescencia me gustaba que los poemas tuvieran algo de mirada y reflexión sobre la vida)… Curiosamente, luego, cuando pasado el tiempo, leí el libro -- de los primeros publicados por él, “Restos de Almanaque” -- un magnífico poemario de mi amigo Enrique Gracia Trinidad, sonreí ante su título, tan en consonancia con ese primer libro adolescente de poemas que escribí alrededor de los quince años y que, claro, nunca se publicó. En honor a la verdad he de decir que no era un libro de poemas ligero, pues, como ya he señalado, siempre me importado mucho en Poesía, el fondo, el contenido de lo escrito.
3. ¿Qué lecturas poéticas te han influido fundamentalmente?
A todo lector le influye lo que lee o, al menos, algunos libros y autores le causan el suficiente impacto como para que queden en su subconsciente. Entiendo que debo referirme al género poético, aunque, dado lo que pienso sobre que todo poeta debe ser antes que nada, escritor, influye también lo que uno ha leído en narrativa, ensayo… Tendría que citar tantos autores… así que voy a referirme a algunos que me han ido acompañando a lo largo de los años. En mi infancia y adolescencia, de los autores de poesía escrita en castellano voy a citar a cuatro: Antonio Machado, Miguel Hernández, Gabriel Celaya y Blas de Otero. Posteriormente, ya en la juventud, Félix Grande, Octavio Paz, Ángel González y Jose Ángel Valente. Un poco más tarde… voy a citar otros cuatro poetas que me parecen importantes en las letras hispanas: Leopoldo de Luis, Mario Benedetti, Jaime Gil de Biedma y Enrique Gracia. Y ahora… ya no los voy a señalar de cuatro en cuatro ni por épocas cronológicas, aunque me olvide de algún otro, el primero de todos, Fernando Pessoa y junto a él, Constantino Kavafis, T.S.Eliot, Ossip Maldeman, Cesare Pavese, Alfonsina Storni… Muchos más… pero habrá que poner un límite a la cita.
4. ¿Un poema que te ha impactado?
Aquí no tengo la más mínima duda: Tabacaría, de Fernando Pessoa a través de su heterónimo Alvaro de Campos. Ese poema que empieza diciendo: “No soy nada, sé que no soy nada… aparte de eso tengo en mí todos los sueños del mundo”.
5. ¿Cuáles son los asuntos habituales en tu poesía?
He variado mucho de temática a lo largo de mis libros, puesto que, para mí, todo es objeto de la Poesía. Todo lo que supone la vida, todo lo que sucede en ella, todo lo que implica y contiene.
6. ¿Qué forma métrica prefieres?
La buena, ja, ja, la que no chirría… Perdona que sonría… bueno, vamos a ser serios: utilizo mucho el verso libre pero me encanta el endecasílabo, que es la forma habitual en nuestro idioma de elevar los pensamientos a escritura. Utilizo bastante el heptasílabo también, más que el alejandrino. En general creo que, más importante que la forma métrica, es fundamental el ritmo del poema. No hay poesía sin ritmo… pese a algunos experimentos que respeto pero no comparto.
7. ¿Cómo es tu biblioteca poética… y no poética?
Pues, a lo largo de la vida, he ido acumulando muchos libros, esta es la verdad. Tengo más de tres mil ejemplares en mi biblioteca particular. Y eso que he ido dejando fuera de ella a muchos libros que no me parecía que aportaran mucho. Prácticamente tengo en mis estantes y en algunos rincones cuando ya no caben los libros en las baldas, en Poesía, a prácticamente todos los autores destacados del siglo XX, no solo españoles sino también extranjeros. Pero también soy un apasionado lector de narrativa, ensayo…. y de teatro y cine, pues ambos me apasionan. Puedo decir que tengo una muestra bastante representativa de literatura norteamericana e hispanoamericana y también europea, sobre todo de literatura rusa, que ha dado al mundo obras magistrales en los tres últimos siglos.
8. ¿Qué libros estás leyendo ahora?
Varios a la vez, je, je… entre ellos precisamente alguno perteneciente a las corrientes más actuales de la literatura anglosajona. Estoy leyendo, en esa línea, a un autor que todos deberían descubrir, fallecido recientemente y que es los pocos best seller que tiene una gran calidad literaria y una diferenciación de pensamiento y estructura narrativa digna de elogio: me refiero al autor de Firmin, Sam Savage, tardíamente descubierto por cierto en su propio país. También estoy leyendo a un, espero, próximo premio Nobel de Literatura, Mircea Cartarescu. Y las dos últimas y recientes novelas de un espléndido escritor español, Rafael Soler.
9.- ¿Qué proyectos literarios te traes entre manos?
Bueno, uno ya está terminado y acaba de ser editado. Mi poemario Turno de réplica que no ha podido llegar a librerías por las actuales circunstancias. También está en maquetación editorial mi libro de relatos Banderas rotas. Y acabo de terminar de poner el punto final… o punto y seguido, (depende, no me gusta publicar varios libros a la vez) a un libro que toca todos los géneros… Pero de este no voy a dar el título. No de momento.
10 ¿Cómo has llevado el confinamiento?
Mal a nivel del país, la gente, todo lo que nos atañe a nivel de muerte y vida. Pero para mí, como para otros escritores, el aislamiento y la soledad es una buena oportunidad para crear y poner un poco en orden la mente y el corazón.
Un texto del último libro de Emilio Porta, “Turno de réplica”
En las almenas no hay día ni noche. Solo la aterrada espera de la sorpresa. ¿Cuándo lanzarán las bolas de fuego? ¿Cuándo aparecerán las sigilosas huestes enemigas y adosarán al muro las escalas? La mano no sujeta la ballesta. Helada, agarrotada, pide al alma el calor que necesita.
Pero el alma se encuentra prisionera del miedo. Callada, silenciosa, inerme, no puede empujar al defensor. No hay luz, solo memorias en la sombra. Y un aire oscuro de mansa incertidumbre. No es por morir. Es por no saber cuándo.