miércoles, 24 de febrero de 2010

Victoria Abril pinta la luz que resbala en la naturaleza



Julia Sáez-Angulo

Victoria Abril tiene nombre de actriz pero es una notable artista de la pintura. Terminó Bellas Artes en la Complutense madrileña en 1987 y su mundo se resuelve principalmente en hermosos bodegones y flores, amén de bosques y figura humana. El retrato, la naturaleza humana por excelencia, es otro de los géneros más cultivados por la artista. El Hogar de Ávila le dedica un acto de reconocimiento en la tertulia Peñaltar, moderada por Rosa María Manzanares, el próximo 25 de febrero de 2010.

"Me interesa la naturaleza por un inevitable sentido o sensación de unidad con ella, una atracción hipnótica, difícil de explicar. Por ello, quizás, la retrato”, explica Victoria Abril.

“Pinto bodegones con la intención de crear una atmósfera, como en un paisaje, con espacios abiertos y otros más cerrados y complejos. La luz, la planteo como una directora de la mirada, un dibujo, un recorrido que se desliza sobre las formas y así las descubre o las oculta”, añade.

“Con cada color es como si las manos, en este caso los colores, tocaran o recorrieran las distintas formas, hacia dentro o hacia fuera, en las direcciones deseadas, construyendo el espacio, la profundidad y la composición del cuadro. Es un espacio que considero escultórico, con planos y trazos amplios, basado en los contrastes”.

La pintora explica de qué van los contrastes a los que se refiere: “Contrastes de zonas donde la pintura es transparente frente a otras opacas y densas. Contrastes por saturación y complementariedad del color contra zonas entonadas, contrastes por luces y sombras, por pintura trazada más grande o más pequeña, o formados por el dibujo de la línea y el grafismo; una construcción por planos que divide cada objeto y el espacio total del cuadro exagera el volumen de las partes, dejándome holgura en cuanto al color y a la textura”.

Finalmente, la pintora explica: “El color, por sí solo, acerca o aleja las figuras, entendiendo por figura, no sólo el objeto figurativo, sino cada parte o división del espacio pictórico, elementos todos que, abstractos, forman el espacio y el movimiento en el cuadro, aparte de tener un alto valor sensitivo, psicológico en sus relaciones”.

Sobre la figura humana Victoria Abril dice: “Al pintar mujeres intento también retratar paisajes, personificando la naturaleza, intentando transmitir mis deseos y sensaciones, el cariño, la melancolía, la soledad,... No sabría explicarlo. Me identifico con ellas."

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