martes, 24 de mayo de 2011

María Robles presenta su obra pictórica a un grupo de mujeres en la Cultura





Julia Sáez-Angulo


24.05 11.- MADRID .- La pintora murciana residente en Madrid, María Robles ha presentado su última obra pictórica a una serie de mujeres de diversos campos de la cultura. Entre las asistentes al acto se encontraban Mayte Spínola, líder del Grupo pro Arte y Cultura y la artista Irene Iribarren, de la Asociación Arletter, dirigido por la escritora María Fraguas.


María E. Robles (Murcia), académica correspondiente de Santa María de la Arrixaca (Murcia 2002), mostró una serie de cuadros en los que hace honor a la figuración que se expresa con una pincelada suelta y fresca de gran dominio técnico del óleo y el acrílico. Su cromatismo es vivaz y sereno al mismo tiempo. Sus composiciones buscan en todo momento el equilibrio y el silencio, no exento de acentos oníricos.


La autora domina todos los registros: figura, bodegones, naturalezas muertas, flores y floreros, retratos... Últimamente está dedicada de lleno al retrato, por encargo de ciertos personajes de la sociedad belga, ya que María Robles viaja con frecuencia a Bruselas. El resultado son auténticos cuadros y no simplemente retratos áulicos, al situar a los personajes en un jardín o en un salón de la casa.


La obra de María Robles conecta de alguna manera con el espíritu de los pre-rafaelitas, sobre todo al representar la figura humana, en donde se aprecia una cierta tensión literaria e incluso onírica. La pintora llevó a cabo un homenaje al célebre cuadro Ofelia, cuadro de John Everett Millais (1852), con su particular reinterpretación del personaje de Shakespeare sobre la corriente de las aguas. “El rostro es el de una modelo joven que yo tuve durante un tiempo”, explica Robles. “Por este cuadro he recibido diversas ofertas pero no acepto porque quiero que permanezca en mi colección privada”, añade.


Niños inquietantes en la pintura


Los cuadros sobre niños de María Robles, resultan con frecuencia inquietantes, perversos o siniestros, como salidos de una novela o película de terror, de la fabulación “Otra vuelta de tuerca” de Henry James. Niños que no miran sino que escrutan, con objetos o animales inquietantes en sus manos. “La niña de la rana” con un enorme lazo rojizo sobre la cabeza y una rana en su regazo, está inspirada en un personaje real y resulta ciertamente desasosegante.


Sólo en parte se salva de este apartado el cuadro titulado “El niño burbuja”, resuelto en vestimenta roja entre pompas de jabón. Un niño extraño, pálido, triste... que nos mira del más allá, del mundo del querer ser, del lamento de no haber sido, del reproche del habernos perdido... Un cuadro conceptualmente muy intenso.


El mundo de las frutas, flores y floreros viene a ser más relajante. Un mundo de maestría visual para recrear, además de las rosas, iris o calas, lograr el trampantojo de las texturas de la porcelana, la loza y el cristal, con todos sus reflejos y brillos. Son cuadros que habla del interior grato y doméstico donde las flores del arte son permanentes frente al deterioro inexorable de las mismas en la naturaleza. Lo afirma la máxima clásica: ars longa vita brevis, “el arte es prolongado y la vida, breve”.


Entre otras mujeres de la cultura asistentes a la presentación de la pintura de María Robles se encontraban las pintoras Paloma Porrero de Chavarri; Paloma Hinojosa, que expondrá en la Casa de Vacas a comienzos de curso que viene; Solange da Costa y Marga Núñez, maestra del photoshop. También presente Emilia Ibáñez Martín; la coleccionista de arte Consuelo Mas, y la periodista Toya Casinello, que el próximo curso tendrá un nuevo programa en Tele Cuatro.


ARLETER prepara una exposición colectiva de artistas en la sede de Caja Murcia en Madrid, donde la venta de los cuadros será para los damnificados del pueblo de Lorca, sacudido por un reciente terremoto. Será a la vuelta del verano.


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