martes, 7 de junio de 2011

“Los templarios y la sábana santa”, ensayo de Barbara Frale en Alianza Editorial




“Los templarios y la sábana santa”
Bárbara Frale
Alianza editorial
Madrid, 2011 (318 pags)





Julia Sáez-Angulo



El tema de los templarios sí que ha hecho correr ríos de tinta en la bibliografía internacional, pero más como pretexto novelesco para “dar caña” al Vaticano que es un deporte de moda y no compromete a nada. Frente a la abundosa colección de novelas “históricas” que no son históricas y muchas veces ni siquiera novelas buenas, Bárbara Frale ofrece un ensayo riguroso –valga la tautología- sobre “Los templarios y la sábana santa”, editado en Alianza Editorial.

La poderosa orden de los templarios (1119 – 1312) fundada por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens tras la primera cruzada y disueltos por el Clemente V a instancias del rey de Francia Felipe IV. No fueron condenados pero sí disueltos como Orden místico militar, sobre la que cayeron infundios y calumnias, como suele suceder sobre todo institución que adquiere poder. En España no fueron perseguidos y, a su disolución, entraron en las cuatro órdenes militares españolas: Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa.

“Los templarios y la sábana santa” aborda los apartados: El misterioso ídolo de los templarios; Ecce homo!, y Contra todas las herejías. Entre los puntos abordados: La fascinación de un mito; Del Bafometo y otros demonios; Retratos del Islam; La sombra de Ridefort; Una sacralizad especial; La tragedia de la cuarta cruzada; De las jarras de Qumrán a las hermanas de Chambéry; El “cinturón de sangre” y el “signo de Jonás”; No apartarse del camino de Pedro; Entre Provenza y el Languedoc; Amaury de La Roche...


La “Sindone” apreciada por los templarios


Respecto a la Sábana Santa, -reliquia tan buscada y apreciada como el Santo Grial- la “Sindone” que se guarda en Turín, el libro se abstiene sobre su autenticidad pero ofrece estudio y detalles soberbios sobre las huellas de un cuerpo masculino del tiempo de Cristo, así como los numerosos análisis que se han llevado a cabo sobre la pieza por los arqueólogos, sin que nadie se atreva a denunciarla como falsa o fraude.

Para los templarios, este lienzo procedía del Santo Sepulcro y había envuelto el cuerpo de Cristo antes de su resurrección. En 1988 la tela fue sometida al experimento de datación con el carbono radiactivo (C. 14), procedimiento físico-químico capaz de ofrecer datos fiables. Los análisis se confiaron a tres laboratorios especializados en este tipo de investigaciones y el resultado no puede ser más fidedigno en cuanto a tiempo y cuerpo crucificado coincidente con el período de Cristo.

El volumen de bolsillo “Los templarios y la sábana santa” se lee con amenidad y aporta notas, fuentes y bibliografía.


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