miércoles, 3 de octubre de 2012




“Miércoles de Vodevil” en el restaurante Medina Mayrit de Madrid





Julia Sáez-Angulo


         En tiempos de crisis va bien un poco de cabaret. La agencia navarra Inlakesh Entertainment presenta un espectáculo "Miércoles de Vodevil" en el Restaurante Medina Mayrit (calle Atocha 14, al lado de la Puerta del Sol y de la Plaza de Jacinto Benavente).

         “Sweet Roma. El animal amante” es el título del “pequeño musical canalla” , original de la artista cantante, Roma Calderón, que aseguraba en su agudo monólogo: “Hay tantas formas de amar como ganas de jugar”.

         Pelirroja, desenfadada, suelta, con gracejo y ciertos acentos a lo Eva Hache, Roma Calderón dividió el espectáculo en cuatro cuadros, que se alternaban con el menú del chef Javier Valderrey regado con los vinos navarros de Ochoa, donde no faltaba un rico Moscato de cinco grados y un potente destilado de orujo de cuarenta y cinco.

"Miércoles de Vodevil" es una nueva iniciativa de veladas singulares, con un espectáculo y menú diferentes cada miércoles. A partir del jueves y durante el fin de semana, Medina Mayrit recobra el aire oriental con la danza del vientre.  El restaurante se encuentra junto a los célebres “baños árabes” de Madrid, en pleno ombligo de la capital de España.

Roma es una artista preparada, versátil, fina cantante y bonito cuerpo que envuelve en una estética a la americana de los años 50, con manchas de animal en su vestimenta a juego con el mobiliario del pequeño escenario. Los chistes o gags van más por las picardías sexuales y quizás le falta un poco de sal gruesa sobre la situación político-social actual, la crisis sin ir más lejos, pero en conjunto merece un buen aplauso. Quizás no quiso entrar en materia resbaladiza en un país un poco termocéfalo en lo que a política se refiere.

Los platos  más acertados del chef fueron el Brownie de aceitunas con gelatina de mosto, tapenade y arena de almendras; soberbio el timbal de boletus con jugo de ostras y cristal de enebro, correcto el solomillo Wellington con espuma de mostaza y camberland de frutos de la pasión. Un poco infantil quizás el postre semifrío de leche de pantera con gominolas  y palomitas.

En suma un Cabaret ligero para las noches de los miércoles de Madrid, donde hay fútbol porque toda la semana hay fútbol. Cenar y sonreír es una buena práctica en estos tiempos complejos donde la salida se ve demasiado lejos.




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