domingo, 2 de diciembre de 2012

Ana Valcárcel; Tertulia Peñaltar




MARÍA DOLORES GALLARDO LÓPEZ



El pasado jueves, día 29 de noviembre la Tertulia Peñaltar, de la casa de Ávila que dirige  Rosa María Manzanares homenajeó la larga y fructífera  labor  de la pintora Ana Valcárcel. 

Desafortunadamente Rosa María  no pudo estar presente  debido a un luctuoso suceso familiar. Desde aquí le damos el más sentido pésame.

 Como es habitual Julia Sáez Angulo, vicepresidenta de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte,  desgranó  la trayectoria pictórica de la homenajeada.

    El efecto que consigue la pintura  de Ana Valcárcel normalmente  está logrado no por líneas, sino a base de empaste, de pinceladas que se unen unas a otras  sin necesidad de dibujo. Esas pinceladas  dan coherencia y solidez a la obra.

   Por otra parte  Ana es  la pintora del color.

  Cada uno de sus  cuadros es planteado como  un problema que  resuelve de manera valiente.  Fundamentalmente trabaja  la pintura al óleo.

   Aunque  abarca  variados géneros y registros, ha destacado fundamentalmente en el difícil arte del retrato.

  Sus retratos  generalmente no son están concebidos  en  postura académica, áulica. Muy al contrario  en ellos hay diversidad de posturas, muchas de ellas informales y divertidas,  como si quisiera  desmitificar  el  concepto que conlleva el  hecho de retratarse en un cuadro al óleo.

  Junto a  retratos como el de José Luis Abellán -profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense y director del Ateneo madrileño- o el de  uno de los rectores  de la Universidad de Murcia, Ana Valcárcel ha pintado una larga serie de señoras, generalmente de la burguesía, en los que ha ido haciendo un  largo registro  de sentimientos humanos. 
    Dota a sus modelos, especialmente a los femenino, de una belleza y elegancia  por así decir platónica: busca el lado bueno de las retratadas y lo potencia teniendo muy en cuenta el equilibrio que siempre debe existir entre los dos pilares que sustentan  el del arte del retrato por encargo, a saber la vera efigie   y el decoro.

   Sus retratadas  aparecen con frecuencia  sobre fondos de manchas cromáticas que en ocasiones  casi parecen abstracciones. 

 Particular encanto tienen los retratos en los que pinta niños, a veces varios hermanos en una misma obra,  en posturas graciosas y poco  vistas en este género de pintura.

 También es de  resaltar la maestría con la que A. Valcárcel trabaja las manos, que con frecuencia son visibles en sus retratados.

  Para  ilustrar la importancia del arte del retrato Julia Sáez Angulo hablo de  ese arte en la pintura española,  Velazquez en primera fila  con sus retratos de reyes, principes e infantas (Las  Meninas por ejemplo) o sus retratos de personajes a veces  anónimos  como el magistral retrato  de Vieja friendo huevos.


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