domingo, 9 de diciembre de 2012




Leonardo Padura, autor de una gran novela con registros cubanos: “El hombre que amaba a los perros”

 Leonardo Padura


Julia Sáez Angulo

         Es una gran novela que da brillantes pinceladas sobre el fallido intento de la utopía cubana, sobre Troski y su asesino Ramón Mercader, sobre la Barcelona burguesa de los años anteriores a la guerra civil española, sobre el exilio en Moscú, París, Cuba y México. Es la novela que lleva por título “El hombre que amaba a los perros”, del escritor Leonardo Padura (La Habana, 1955), publicada por Tusquets Editores en su colección Andanzas y que ha alcanzado la tercera edición.

         “Es una novela que engancha, que no se deja de las manos”, dice el historiador cubano/español Leopoldo Forner (él me lo recomendó), quien elogia el libro “El hombre que amaba a los perros” por habla con conocimiento de causa sobre la intrahistoria que diría Unamuno, una disciplina que con frecuencia habla mejor que la historia al posarse sobre la vida cercana a los hombres.

“El hombre que amaba a los perros” logró su tercera edición en 2010 y es un libro de éxito, no sólo por sus superventas sino por su recomendación boca a boca en aquellos que lo han leído. La portada del volumen lleva una interesante fotografía en blanco y negro de Troski en Francia en 1933, cortesía del Instituto del Derecho de Asilo Museo Casa de León Troski. El personaje sostiene y aprieta un palo en su mano derecha, a modo de amenaza junto a dos perros que lo miran.

Leon Troski

El argumento habla de un modesto veterinario  que conoció en 1977 a un hombre que paseaba por la playa en compañía de dos galgos rusos y que le hizo confidente de ciertos pormenores en torno al asesino de León Troski (Ucrania, 1887 –México, 1940), el hombre exiliado por Stalin en 1939 y víctima de un penoso exilio.

Al tiempo de estas confidencias, la realidad cubana y su controvertida revolución fallida planean sobre el argumento novelesco y lo dotan de un interés creciente sobre la actualidad.

Leonardo Padura tiene una escritura hermosa, firme  y colorista. Ha sido ganador de diversos premios como el de la Crítica en Cuba y el nacional de Novela 1993, así como el Café Gijó 1995 , el Hammett 1997 y 1998 o el Islas 2000 en Francia. Entre sus títulos más célebres se encuentra “La novela de mis andanzas”.

Es creador de un detective denominado Mario Conde en una srie detectivesca con títulos como “Pasado perfecto”, “Vientos de Cuaresma”, “Máscaras”, Paisaje de otoño”, “Adiós Heminway” y “La neblena del ayer”, todos ellos publicados en la colección Andanzas de la editorial Tusquets

        


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