viernes, 4 de enero de 2013




Mónica Areilza pinta los arcanos de las cartas de Tarot






Julia Sáez-Angulo

         La pintora Mónica de Areilza y Carvajal (Madrid, 1958) ha completado su serie pictórica sobre los arcanos de las cartas del Tarot en veintidós cuadros, donde representa los distintos personajes: la vida, la muerte, el papa, el loco, el diablo, el sol, la luna, la rueda de la fortuna, la templanza… La serie, en óleo sobre tabla, que se expondrá en breve en Madrid, refleja los personajes con vestimenta de actualidad.

         “He utilizado como modelos a diversos amigos o familiares” cuenta la pintora, que reside en una de las amplias celdas de la Cartuja de Valdemosa en Mallorca, donde cuenta con un jardín y una huerta, “la única que conserva el ingenioso sistema de riego árabe a base de diversas acequias y canaletas”.

            Monica de Areilza, licenciada en Historia del Arte, estudió pintura en la National Academy of Desing Scholl of Fine Arts de Nueva York. Ser pintora fue siempre su verdadera vocación.

         El lugar donde Mónica Areilza tiene el estudio/taller es singular, entre romántico y mágico, frente a las montañas de La Comuna y la Montañeta. En el jardín hay numerosas hierbas aromáticas, siguiendo la tradición de los monjes para utilizarlas en la cocina. La pintora arranca unas ramas de hierbaluisa y prepara una infusión para tomarla con cocas de patata.

         Valdemosa, uno de los lugares más visitados de Mallorca por su célebre Real Cartuja medieval del siglo XIII, fue desamortizada en el XIX por Mendizábal, momento en que la familia de Mónica de Areilza compró el ala de la cartuja que se amplió en el siglo XVIII. “Cada celda contaba con tres amplios espacios: uno para trabajar, otro para dormir y un tercero junto al huerto”, explica la pintora.

         En Valdemosa residen numerosos artistas, entre ellos el célebre Bruno Zupán, que alterna su presencia entre los Estados Unidos y la isla de Mallorca.

                  “El verano pasado presenté una amplia exposición de marinas en pequeño formato, que se vendieron muy bien”, declara Mónica Areilza con satisfacción, al tiempo que muestra el caballete con su último cuadro en el que pinta un lirio. “Pinto con frecuencia granadas y lirios, Me gustan”, explica la autora. También ha pintado flores. Uno de sus cuadros figura en el Ayuntamiento de Calvià, dentro de la colección Pro Arte y Cultura.

         “Hubo un tiempo en que pinté torres”, a partir de la caída de las Torres Gemelas de Nueva York, cuenta Mónica. “También pinté una serie sobre "El juego de la ocas", como símbolo del Camino de Santiago y otra  de ajos, en respuesta a quien me dijo que la casa de Valdemosa estaba llena de fantasmas”. Uno de los bellos cuadros de ajos permanece todavía en su cocina.

         Mónica Areilza conoce muy bien la historia de Valdemosa y su bella cartuja, al cabo de casi veinte años residiendo en ella. “Aquí estuvo desterrado Jovellanos que ordenó la biblioteca de los monjes. Un pariente mío trajo su gran biblioteca sobre estudios catalanes a esta cartuja, ante la situación política y social previa al estallido de la Semana Trágica de Barcelona en 1909. Después regresó a Barcelona".

Más información

http://www.monicaareilza.com


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