domingo, 17 de febrero de 2013




Cándido Pérez, Una serie gráfica sobre las ninfas de la mitología

Monje de Cándido Pérez

LMA

         El artista burgalés afincado en La Coruña, Cándido Pérez ha visitado la feria ARCOmadrid 2013 y ha hecho declaraciones sobre su trabajo artístico, al tiempo que prepara una serie de grabados sobre la desaparición de las musas, “esos personajes del Olimpo, hijas de dioses y mortales, que están desapareciendo de la tierra porque desaparece e hábitat idóneo para ellas, declara el artista.

         Cándido Pérez Palma (Barcina de los Montes, Oña, Burgos, estudió en la Academia de Bellas Artes de Roma (San Luca), Italia, desde 1971 a 1974 y residen en La Coruña desde 1986. Casad con italiana, el artista fue profesor de arte durante pocos cursos, pues pronto decidió dejarlo para consagrarse de lleno a la pintura en su taller.

         Calificado como pintor de silencios, Cándido Pérez es un artista realista muy refinado, que ha pintado las figuras de los monjes trapenses de Palencia y los del monasterio de  san Pedro de Arlanza en su tierra burgalesa. Una larga serie de gran formato (óleos de 150 x 169 cm,) en la que los monjes leen, rezan, meditan…, una serie que le acerca de algún modo al clásico Zurbarán, que se expuso bajo el título "Cister. Paisaje inerior" en la Puerta de Santa María.

"Santa Faz", fragmento

         El artista sabe captar la visión del espíritu en estos personajes consagrados a Dios en la vida monástica. Interesante el cuadro titulado “Santa Faz” , donde el padre abad sostiene un lienzo con el rostro de Cristo. Junto a él, el Monje organista, Monje citarista, En contemplación y otros.

         Dibujante excepcional, Cándido Pérez trabaja con gusto el grabado y su obra se encontraba en el Taller del Prado, presente en ARCO. “Soy también coleccionista de grabados, sobre todo de artistas realistas como yo: Antonio López, Eduardo Naranjo, Matías Quetglas y otros”, declara Cándido, al tiempo que se acerca a mirar un pequeño cuadro de Cristóbal Toral en la galería Levy.

         Candido dice que nunca ha sido hambriento de fama, gloria o dinero. “Lo que me gusta es pintar tranquilo y a mi ritmo. No me faltan encargos y vendo muy bien en el taller, hasta el punto de que, con frecuencia, no puedo hacer exposiciones que me demandan porque no tengo obra suficiente”, declara con satisfacción.

         El Hotel Puerta de Burgos, en la ciudad castellana, tiene una respetable colección de la obra de Cándido Pérez, una de ellas, un cuadro de gran formato con uno del casi centenar de monjes que ha pintado el artista burgalés.



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