miércoles, 13 de febrero de 2013


Luis Alberto de Cuenca, En España se escribe poesía de un metal precioso


 Luis Alberto de Cuenca
Fot. de José del Río Mons


Julia Sáez-Angulo


El escritor  y académico Luis Alberto de Cuenca (Madrid 1950), se licenció (1973) y se doctoró (1976) en Filología Clásica por la Universidad Autónoma de Madrid con sendos Premios Extraordinarios. Es Profesor de Investigación en el Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo del CSIC. Ha sido Director de la Biblioteca Nacional (1996-2000) y Secretario de Estado de Cultura (2000-2004). Desde 2010 es académico numerario de la Real Academia de la Historia. También es académico, desde 2009, de la Academia de Buenas Letras de Granada.


Como poeta ha publicado, entre otros libros, La caja de plata (Premio de la Crítica 1985), El hacha y la rosa (1993), Por fuertes y fronteras (1996), Los mundos y los días. Poesía 1972-1998 (1999; 3ª edición, 2007), Sin miedo ni esperanza (2002), La vida en llamas (Premio Ciudad de Melilla 2006), La mujer y el vampiro (2010), El reino blanco (2010) y El cuervo y otros poemas góticos (2010) Por su obra poética se le concedió el Premio de Literatura de la Comunidad de Madrid 2006 y el Premio de las Letras “Teresa de Ávila” 2008.


Entre sus libros de ensayos figuran Floresta española de varia caballería (1975), Necesidad del mito (1976 y 2008), El héroe y sus máscaras (1991), Etcétera (1993), Bazar. Estudios literarios (1995), Álbum de lecturas (1996), Las cien mejores poesías de la lengua castellana (1998), Señales de humo (1999) Baldosas amarillas (2001), De Gilgamés a Francisco Nieva (2005), Nombres propios (2011) y Libros contra el aburrimiento (2011). Como traductor, tiene una obra muy extensa. Por su versión del Cantar de Valtario, de autor latino anónimo (siglo X), obtuvo el Premio Nacional de Traducción 1989.


El escritor, poeta, ensayista, traductor habla así en la entrevista:


.- ¿Vivimos otra Edad de Plata en la poesía o no es para tanto?

Se escribe hoy en España una excelente poesía. No sé qué metal le corresponde, pero desde luego es un metal precioso.


.- ¿Qué escritores y poetas le han influido más en su formación poética?

Shakespeare, sobre todos. Eso sí, empecé imitando a J. R. J. Y de los poetas españoles contemporáneos me han influido Cirlot, Gil de Biedma y el Gimferrer de La muerte en Beverly Hills (por citar tan solo tres nombres).


.- Filólogo, poeta, ensayista, traductor… ¿Qué campo prefiere o en cual se siente más a gusto?

Me siento a gusto en todos. Pero me considero poeta por encima de todo.


.- Como filólogo, algunos lo vemos más en la Real Academia de la Lengua Española, R.A.E. que en la de la Historia a la que pertenece, ¿qué opina de esto?

Un filólogo es un historiador de la lengua y de su expresión más alta: la literatura. Lo mismo que en la RAE hay historiadores, en la RAH hay filólogos: yo soy uno de ellos, y me siento enormemente orgulloso de pertenecer a tan docta institución. Por lo demás, la Historia (con H mayúscula) me ha fascinado siempre.


.- ¿Se habla bien el castellano o lo estamos deteriorando como lengua por el mal uso de la misma?

No creo que lo estemos deteriorando. Simplemente la lengua cambia, como cambia todo. En todas las etapas históricas ha habido usuarios de la lengua que la martirizaban. En esta también. Pero lo importante es que el español se cotiza al alza y que va a seguir ascendiendo.

 

.- Se sabe que usted es bibliófilo. ¿Es también “bibliófago”? Háblenos de su biblioteca.

Mi biblioteca es babélica y reproduce a la perfección, como si sus miles de volúmenes configurasen un cuadro de Arcimboldo: los rasgos de mi cara.


“La poesía española es un salón enorme en el que cabemos todos”


.- ¿Qué recuerdos tiene de su paso como director de la Biblioteca Nacional de España? ¿Qué desea para el futuro de esta institución?

Tengo los mejores recuerdos de mi paso por la BN. Deseo que se fabrique para ella un traje jurídico a su medida, como se ha hecho con el Prado y con el MNCARS. Parece que va a hacerse en breve.


.- ¿Iremos todos al libro electrónico que no ocupa tanto espacio?

Coexistirán (más que convivirán) el libro electrónico y el libro en papel durante un cierto tiempo. Quién sabe lo que pueda ocurrir después.


.- Usted suele presentar o prologar a autores más jóvenes. ¿Cree usted que los escritores afianzados ayudan a los jóvenes? ¿Se hace? ¿Cómo debieran hacerlo?

La generosidad es un valor que hay que cultivar con esmero. Yo no sé lo que hacen los escritores afianzados. Sé lo que hago yo y lo que hicieron conmigo mis maestros cuando estaba empezando a escribir. Es necesario ayudar siempre.


.- ¿Hay buena cordialidad entre los escritores españoles o hay sectarismo y rencillas como en el Siglo de Oro?

En eso no hemos cambiado. Seguimos igual que antaño. En mi caso, intento llevarme bien con unos y con otros. La poesía española contemporánea es un salón enorme en el que cabemos todos.


.- ¿Está en Hispanoamérica el futuro de la literatura española?

En Hispanoamérica, en España, en los Estados Unidos. En todos aquellos lugares en que se hable y se escriba nuestra lengua.


.- ¿Le gusta la divulgación de la cultura y los libros a través de los medios de comunicación como hace ahora?

Me gusta muchísimo. La cultura debe circular en ámbitos no estrictamente universitarios. Hay que ponerla al alcance de todo el mundo.


.- ¿Qué proyecto tiene entre manos?

Estoy trabajando en una edición crítica bilingüe de Las Fenicias de Eurípides. Junto con la de El Cíclope, del mismo autor, que ya tengo hecha, constituirá un volumen de la benemérita colección “Alma Mater” del CSIC.


.- ¿Qué libro está leyendo?

Una excelente biografía de Robespierre escrita por Peter McPhee (Península).


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