martes, 26 de marzo de 2013


 
 
 CICLO
EL UNIVERSO MUSICAL DE PAUL KLEE

 

 
 L.M.A.

Con el concierto que ofrece en su sede de Madrid la Fundación Juan March (www.march.es, también Facebook y Twitter:@fundacionmarch) el próximo miércoles 3 de abril, a las 19,30 horas, continúa el ciclo El universo musical de Paul Klee, cuyo primer concierto tuvo lugar el pasado viernes 22 de marzo, en el acto inaugural de la exposición El universo musical de Paul Klee. Los cuatro conciertos de este mes de abril, en su día habitual de los miércoles, se transmiten en directo por Radio Clásica, de RNE, así como la entrevista que, en el mismo salón de actos de la Fundación Juan March, a partir de las 19 horas, realiza, con distintos intérpretes o especialistas en el contenido del ciclo, el crítico musical Juan Manuel Viana.

 

En el concierto inaugural, “Klee, el pintor violinista” (cada concierto lleva un nombre indicativo), la violinista Lina Tur y el pianista Kennedy Moretti ofrecieron una sonata de Bach y otra de Brahms.

 El resto del ciclo queda así:

         *3 de abril, “Klee y la música de la Bauhaus”. El pianista Alexander Kandelaki interpreta obras de Mozart, Béla Bartók, Bach y Paul Hindemith.

        
*10 de abril, “En el estudio”. El Cuarteto Mosaïques y Raphaël Pidoux, violonchelo, con obras de Mozart y Schubert.

        
*17 de abril, “Klee y Lily, música doméstica”. Leticia Moreno, violín, y Graham Jackson, piano, con obras de Brahms, Bach y Beethoven.

         *24 de abril, “En el espíritu de Klee”. El Ensemble Paul Klee, con dirección de Kaspar Zehnder, ofrece obras de Erwin Schulhoff, Beethoven, Leos Janácek, Onuté Narbutaité, Elliot Carter, Haydn y Bohuslav Martinu.

 

 Durante algún tiempo, el joven Paul Klee quiso convertirse en violinista profesional. Y aunque finalmente se decantó por la pintura, una intensa vocación musical le acompañaría durante toda su vida. Hasta tal punto la vertiente musical fue determinante en su mundo creativo, que la comprensión de su obra pictórica pasa por atender a esta influencia. Los títulos explícitos de algunos cuadros, la representación de motivos de naturaleza musical o, de forma más sutil, la inspiración en parámetros sonoros como el ritmo o la textura polifónica son, todos ellos, rasgos que hacen patente el trasfondo musical de muchas de sus obras.

 

Este ciclo explora los vínculos extraordinariamente ricos entre pintura y música del universo creativo del artista suizo: quizá ningún otro artista forjó lazos tan estrechos con la música. “Klee, el pintor violinista” (22 de marzo) enfrentó al oyente a la extraña experiencia de “escuchar” el cuadro Fuga en rojo mientras “ve” una fuga de Bach. La etapa de Klee en la Bauhaus (3 de abril), el tema de la exposición que acompaña este ciclo, viene representada por la música de Bartók, Hindemith y Busoni, a quienes el pintor llegó a tratar personalmente. La actividad del propio pintor como violinista de cámara es el enfoque de los dos conciertos siguientes (10 y 17 de abril), que programan algunas de las composiciones que él mismo interpretó en el estudio de pintura con sus colegas artistas o en casa con su mujer, la pianista Lily. Finalmente, el ciclo culmina con “En el espíritu de Klee” (24 de abril), un programa heterogéneo de músicas de cronologías y estéticas muy diversas que dialogan, de forma imaginada, con la obra del pintor. En resumen, una quincena de compositores que condensan la pluralidad de miradas sonoras evocadas por las pinturas de Klee.

 

         El programa de mano del ciclo incluye al final, a modo de apéndice, una extensa bibliografía sobre el papel de la música en la vida y la obra de Klee. El autor de la introducción y las notas al programa de mano es el compositor Eduardo Pérez Maseda, quien escribe lo siguiente en el inicio de dicha introducción: “Nos interesa la vertiente musical del Paul Klee pintor, pero aún desde esta perspectiva, y quizás más que desde ninguna otra, el ángel de la Historia realiza un curioso juego retros­pectivo con su mirada hacia el pasado. Como dice Gershom Scholem, ese ángel tiene las alas prontas para alzarse, pero con gusto volvería atrás; el huracán que sopla desde el paraí­so –que es para Benjamin lo que llamamos “progreso”– se ha enredado en sus alas y le empuja hacia un futuro al cual da la espalda, mientras un cúmulo de ruinas crecen ante él has­ta llegar al cielo. No parece estar lejos el ángel de Klee del que ocupa la parte central de la Melencolia I [Melancolía I] de Durero, al que el pintor suizo volvió una y otra vez en su vida, y que es tanto el símbolo del sentimiento de lo profundo existencial, como de la razón y la construcción. Al fondo, a la derecha del cuadro de Durero está representa­do el “cuadrado mágico”; el mismo que tantas veces utilizó el propio Klee en sus composiciones pictóricas; el mismo que entusiasmó a Webern. Orden y melancolía, tensión y duda, la misma que expresa el Künstlerbildnis [Retrato de artista] en el que Klee se representa a sí mismo en un dibujo de 1919.

 

Klee, en lo musical, parece estar igualmente entre dos mun­dos, y la forma en que la música va a tomar cuerpo en su obra pictórica –el enfoque básico de este ciclo– es, sin embargo, uno de los mejores “resúmenes” que, de manera didáctica, va a evidenciar una problemática: la relación entre el espacio musical y el espacio pictórico. Esto no era, ni mucho menos, nuevo en las primeras décadas del siglo XX, pero se replantea y asume nuevas respuestas a la luz de las vanguardias histó­ricas y, mucho más aún, en el periodo de entreguerras, ese portentoso lapso de tiempo en el que buena parte de aquellas corrientes artísticas se decantará por posiciones constructi­vistas y objetuales, alejadas de cualquier atisbo de “contaminación” romántica o de un sospechoso lirismo.

 

LOS INTÉRPRETES

Lina Tur es una versátil instrumentista cuyo repertorio abarca

desde páginas para violín solo hasta la música sinfónica, compaginando instrumentos antiguos y actuales. Es profesora del

 Conservatorio Superior de Zaragoza.

Kennedy Moretti, brasileño, estudia en su país,

 en Budapest y Viena. Ha sido catedrático de música

de cámara en el Conservatorio Superior de

Salamanca y sigue ejerciendo la docencia en

 el área de la música de cámara.

 

Alexander Kandelaki se forma en el

Conservatorio Superior de Tiflis (Georgia) y perfecciona

sus estudios en la Escuela Superior Reina Sofía,

 en Madrid.  Desde 1988 es profesor titular

 de piano  en el Conservatorio Superior de Badajoz.

 

Creado en 1985 por cuatro so­listas del Concentus Musicus Wien

 (Erich Höbarth, Andrea Bischoff, Anita Mitterer y Christophe Coin),

el Cuarteto Mosaïques se convirtió pronto en el más prestigioso e influ­yente conjunto de su especiali­dad que toca con instrumentos de época.

Raphaël Pidoux comenzó sus estudios musi­cales con el piano

y aprendió a tocar el violonchelo con su padre. Posteriormente

accedió al Conservatorio Nacional de París a los 17 años de edad.

 También realizó es­tudios avanzados de música de cámara

 con Jean-Claude Pennetier y de violonchelo ba­rroco

 con Christophe Coin. Es profesor en el CNR de París.

 

 

De Leticia Moreno Christoph Eschenbach dijo que “su técnica es impeca­ble, brillante, radiante; su mu­sicalidad profunda e intensa­mente conmovedora”. Leticia Moreno ha actuado desde los doce años con destacadas orquestas como la Wiener Symphoniker, Mozarteum Orchestra, Frankfurter Sinfoni-ker, Sinfonietta Cracovia, Israel Youth Symphony Orchestra, Taipei Symphony Orchestra y St. Petersburg Philharmonic, entre muchas otras, además de con las más importantes orquestas españolas y ha co­laborado con importantes di­rectores.

Graham Jackson estudió en The Guildhall School of Music and Drama, siendo galardonado con varios premios por la interpretación de las obras de Beethoven, Mozart y John Ireland. Desde 1990 reside en Madrid donde su ac­tividad

profesional se reparte entre la actividad concertísti­ca y la pedagogía.

Actualmente es profesor en el Real Conservatorio Superior de Madrid.

 

El Ensemble Paul Klee es grupo residente en el Zentrum Paul Klee de Berna desde su inauguración en junio de 2005. En este tiempo se ha conver­tido en uno de los grupos más destacados en su campo, cu­yas líneas artísticas se fijan en la sinestesia, las miniaturas, la heterogeneidad y la improvi­sación, términos que se enmar­can en el mundo artístico y mu­sical de Paul Klee.

Kaspar Zehnder  (flauta y director artístico) si­gue

una carrera musical como solista internacional, direc­tor de orquesta

y organizador de festivales. Actualmente es director artístico del Murten klassik Festival y director jefe de la Sinfonie Orchester Biel.

Fabio di Càsola (clarinete) se ha convertido en uno de los intérpretes

suizos de clarine­te más destacados desde su éxito en el concurso

 Geneva CIEM en 1990. Es profesor en la Zürich Musikhochschule.

Kamilla Schatz (violín) se presenta como una de las vio­linistas

 más interesantes de su generación. Además de su pa­pel

como solista y músico de cámara, es directora artística

 del Resonanzen Festival en St. Moritz.

Matthias Schranz (violonchelo) no es solo un pedagogo

en la música clási­ca, sino también un intérprete

de rock y vocalista en el grupo Disciples.

Ivan Nestic (con­trabajo) es miembro de las or­questas

 de Berna y Basilea, y además es miembro de grupos

de música folclórica balcánica.

Eva Aroutunian (piano) par­ticipa como músico de cámara

 junto a una extensa nómina de destacados solistas,

además es directora del Conservatoire de Musique de Genève.

Finalmente, Cristina Pozas (viola), formada en Madrid y en Ámsterdam,

 es viola solis­ta de la Orquesta Nacional de España.
 
 
 

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