miércoles, 8 de mayo de 2013



La noche toledana
de Lope de Vega en el Teatro Pavón








Reparto (por orden de intervención):

Florencio: Francisco Ortiz
Beltrán: Jonás Alonso
Julio / Alguacil: Guillermo de los Santos
Posadera: Sole Solís
Gerarda: Júlia Barceló
Lucrecia: Elsa González
Celia: Laura Romero
Aurelio / Alguacil: Borja Luna
Lisena: Natalia Huarte
Belarda: Alba Enríquez
El alférez Carrillo: Carlos Cuevas
El capitán Acevedo: Manuel Moya
Lucindo: Ignacio Jiménez
Riselo: Álvaro de Juan
Fineo / Caballero: José Gómez
Escribano: Samuel Viyuela González







ASESOR DE VERSO
Vicente Fuentes
ESPACIO SONORO
Luis Miguel Cobo
ILUMINACIÓN
Luis Perdiguero
VESTUARIO
Laura Escribano
ESCENOGRAFÍA
Rodrigo Zaparaín
VERSIÓN
Daniel Pérez
DIRECCIÓN
Carlos Marchena


LOPE DE VEGA:  BREVE  SEMBLANZA BIOGRÁFICA



Nació en Madrid, en 1562, en el seno de una familia humilde. En 1579 fue desterrado por haber escrito unas sátiras contra la que había sido su amante y contra la familia de esta, Elena Osorio (Zaida y Filis en sus poemas). Más tarde, rapta, con su consentimiento, a la que se convertirá en su primera esposa, la Belisa de sus composiciones, Isabel de Urbina, con la que se instala en Valencia. Allí se fragua la comedia nueva, en la que confluyen la tradición valenciana y el talento de El Fénix y que culminará en obras como El caballero de Olmedo, Fuenteovejuna, El perro del hortelano, Peribáñez y el comendador de Ocaña, El amor enamorado, La dama boba, El mejor alcalde, el rey…

Tras enviudar, vuelve a casarse con Juana de Guardo, pero mantiene al mismo tiempo relaciones con la actriz Micaela Luján, su Camila Lucinda. A partir de 1605 comienza su relación con el duque de Sessa; a cambio de obtener protección económica, el poeta ha de servirle en sus aventuras amorosas como tercero. Vivirá en Madrid desde el año 1610. La muerte de su esposa y de su hijo Carlos Félix le sume en una profunda crisis y Lope, arrepentido de su propensión “al natural” amor- como él mismo decía-  se ordena sacerdote en 1614. Sin embargo, dos años más tarde se vuelve a enamorar, esta vez de la joven  Marta de Nevares (Marcia Leonarda o Amarilis en sus versos), que morirá pronto, loca y ciega. Las desgracias se suceden en el seno familiar: Lopito muere sirviendo en el ejército,  su hija predilecta, Marcela, profesará en las Trinitarias, Antonia Clara se fuga con su amante… Estos últimos años, los del ciclo de senectute, hasta su muerte en 1635, son enormemente fructíferos; de su pluma sale la magnífica tragedia El castigo sin venganza y la fresca comedia Las bizarrías de Belisa.

Lope de Vega destacó por su vitalismo y simpatía, que contrastaba con un carácter envidioso y servil. Es obligado hablar de su capacidad creativa, que le llevó a cultivar todos los géneros literarios, además del teatro, la lírica (Rimas, Rimas sacras, Rimas de Tomé de Burguillos…), la épica (La hermosura de Angélica, La Jerusalén Conquistada…), novelas pastoriles como La Arcadia o de aventuras (El peregrino de su patria)… Aunque su talento no le permitió obtener los favores de la corte, que no veía con buenos ojos las irregularidades de su vida, el legado de su pluma le ha concedido los honores que merecía.

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NOCHE, tú sola AMORES satisfaces


   La noche como aliada de los deseos amorosos, como ocultación de los impulsos inconfesables, como esperanza de alcanzar lo inalcanzable mientras los demás duermen. En resumidas cuentas la noche como realización amorosa-sexual al compartir con otro el juego del amor. Esta obra de Lope está impregnada de horas nocturnas desde que el sol se pone hasta el alba. Comienza en un mesón-posada en una ciudad en fiestas y termina a altas horas de la madrugada en ese mismo lugar, abriendo puertas-sorpresa donde nadie parece estar con quien creía estar. Y todo por el despecho de una mujer enamorada que hace y deshace a su gusto para conseguir su objeto de deseo.


   Obra plagada de feromonas en un lugar de paso en el que una serie de personajes jóvenes convergen por diversos motivos. Unos como huida de sus actos irracionales motivados por los celos, otros como huida física de la presencia agobiante de quien quiere poseer sin ser correspondido. Y otros, que pasando por allí, terminan enredados en el juego de la seducción; y todos a la búsqueda de un ideal amoroso, que parece inalcanzable, pero en el que pondrán sus esperanzas y anhelos.

     Esta obra de Lope tiene todos los ingredientes recurrentes del amor, desde los más elevados hasta los más viscerales. Concepto abstracto del que todos tenemos necesidad. Necesidad de sentirnos deseados, amados, como forma de autoafirmación del yo. Y el que más y el que menos, de joven y de no tan joven, ha tenido la certeza de que en algún momento de su vida se quedó prendado de una mirada, de un susurro, de un gesto inapreciable para los demás pero que queda marcado de por vida en el que lo ha sentido.


     En el mesón-posada en el que transcurre la acción, el personaje que encadena la mayoría de los conflictos y tramas fundamentales se llama Lisena; que bajo el disfraz de Inés mueve los hilos de los hombres y mujeres que pueblan ese microcosmos. Y todo con el fin de que Florencio vuelva a colocarla en el centro de su corazón. Lisena se hace pasar por una criada pero no parece una criada. Sus gestos elegantes y su encanto atraerán a los que por allí pasan con sus pensamientos atrapados en otros problemas. Casi todos terminarán en el patio de la posada como gatos nocturnos en celo maullando sonetos a la luna para que les sea propicia. Cita picarona preparada por Inés-Lisena para ridículo de los hombres:”Qué ciertos vienen al puesto.- No hay ave tonta engañada- como el hombre, a nuestro cebo”. Aunque sabe que es una victoria a medias porque allí no está Florencio. Con el fin de reencontrarse con él preparará la traca final, en su deseo de alejarle de Gerarda, su rival; ya que Florencio se ha fijado en ésta. Y de paso jugar un poco con todos: “Mala noche han de llevar- que todos han de cambiar- el amor sabrá con quién”.


     El escribano, convertido en potestad trinitaria (eclesial-judicial-policial), será el encargado de dar la pincelada de moralidad necesaria para encauzar socialmente los deseos desbocados, obligándoles a todos a casarse; o por el contrario, llevándoselos al cuartelillo por “inmorales”. Aparente final feliz en el que cada uno vuelve a la casilla de salida; aunque nada nos garantice que el final sea feliz. Pero eso sería otra historia.

     Hermosa comedia de enredo en la que el juego y la carpintería teatral lopesca están todo el tiempo presentes. La gran maestría de Lope hace que la obra sea un juego permanente a través del artificio y del ritmo frenético de los acontecimientos vividos por los personajes.

     Obra muy adecuada para un elenco juvenil como corresponde a la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico en esta nueva etapa con actores formados en distintas escuelas.

     Desde los distintos signos escénicos he querido potenciar una cierta actualización de la puesta en escena con el fin de acercar la estética barroca a la contemporaneidad, para que ese carácter veinteañero que hemos dado a los personajes resulte cercano y reconocible a jóvenes de hoy en día. Confiamos  en que la frescura y la energía características de los que están empezando, junto a la experiencia de todos los que hemos participado en este proceso, sirvan para que esta Noche toledana de Lope sea una buena noche.     

Carlos Marchena
Director del montaje





La versión


La comedia trata del enredo que ocurre en una posada de Toledo, a la que acuden distintos personajes: unos de paso, otros en busca de refugio por causa de la Justicia y otros a vivir los festejos. Lisena, el principal personaje femenino, busca en Toledo a su amor (Florencio) que ha huido de Granada. Lisena, que en realidad se llama Inés y que ha cambiado el nombre para guardar su anonimato, se decide a  servir en el mesón al que llega Florencio, pero acompañado de otra dama que acaba de encontrar, Gerarda, a la que hace la corte. Lisena junto con Beltrán, compañero de Florencio y Lucrecia, amiga de Gerarda, componen  el núcleo de personajes centrales de la obra. Alrededor de ellos, distintos caballeros entran y salen  de la posada al son que les toca Lisena-Inés, empeñada en recobrar a su amante y que no dudará en enredarlos a todos  con requiebros y embustes.

        
         Esta versión tiene la particularidad de que se hace como encargo para la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico, compañía que se formó después de una audición entre jóvenes actores y actrices. Al objeto de intentar que hubiese un equilibrio entre hombres y mujeres se optó por cambiar personajes masculinos a femeninos. Así, además de Toribio que pasa a ser Belarda, también el Huésped (Posadero), pasó a llamarse Posadera y Celio, criado de Lucrecia, Celia.

         Los textos de estos personajes no se han alterado por este cambio,  tan solo cuando se ha dado el caso de rimar el nombre al final del verso, especialmente en el caso de la Posadera.


         Solucionado el tema del elenco, que va al completo conforme al original, con las alteraciones mencionadas, el trabajo consistió en aligerar el texto de aquellos anacronismos que podían dificultar su comprensión, sin hacer de ello regla, dejando expresiones o palabras que aunque no muy usadas, se comprenden con facilidad en el contexto. También se ha prescindido de las reiteraciones que habitualmente se dan en estas obras y se han evitado algunas alusiones, por parecernos reiterativas, en torno al mundo mitológico y, por último, se han eliminado algunas de las descripciones largas de paisajes, interiores, objetos, etc.


Una vez arreglada la pieza con los criterios expuestos, fue necesario ajustar las escenas, conservando los tres actos originales, a la idea que el director del montaje quería plasmar en cuanto a las relaciones de los personajes. Para ello se han creado nuevos parlamentos, muy breves, pero suficientes para que, además de las parejas que se apuntan en el original, se resalten otras que se dejan ver en la comedia y que complementan la  trama.


                                                                    Daniel Pérez
Autor de la versión


Tercera promoción de la Joven Compañía Nacional de Teatro clásico




Esta es la tercera promoción de la Joven Compañía Nacional deTeatro que nuevamente aborda un Lope para su debut en la Compañía. La primera promoción se estrenó con Las bizarrías  de Belisa (junio 2007) y continuó con La noche de San Juan (junio 2008); la segunda promoción con La moza de cántaro (marzo 2010) y Todo es enredos amor (2011); y esta tercera lo hace ahora con La noche toledana (2013).

A la convocatoria de esta edición, que se mantuvo abierta de octubre a noviembre de 2011, concurrieron más de cuatrocientos aspirantes (65% mujeres y 35% hombres). Los  requisitos para formar parte de la Joven eran, por una parte, ser menor de 28 años y por otra,  ser licenciado por alguna escuela oficial o tener una experiencia profesional excepcional para su edad.

Dos tribunales formados por tres profesionales del sector se encargaron de la evolución del proceso de selección, que se desarrolló en tres fases: en la primera se valoraba en el currículo de cada aspirante la formación y la experiencia en teatro de texto; en la segunda, a través de una audición, se representaban textos memorizados de las obras de Lope de Vega El caballero de Olmedo y La dama boba, considerando en esa fase las  aptitudes de los actores: la forma de decir el verso, la voz, el cuerpo, el currículo y la actitud; y, finalmente, en la tercera fase se valoraba la capacidad interpretativa del verso en los candidatos .

         Tras las tres fases de selección, resultaron elegidos 28 actores que a partir de entonces tuvieron un periodo de formación de cinco semanas, con un total de 125 horas lectivas, en las que se realizaron talleres de verso impartidos por el asesor de verso de la CNTC, Vicente Fuentes; de movimiento escénico, a cargo de Antonio Gil; de canto, dirigido por  Renier; y de interpretación  impartidos por los directores de escena Carlos Marchena y Natalia Menéndez.

Una vez completado el periodo formativo, y después de una evaluación individual de los actores por parte de los profesores y de la directora de la CNTC Helena Pimenta, se seleccionaron los dieciséis actores y actrices que conforman el elenco de esta edición.




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