miércoles, 12 de junio de 2013

  



El Príncipe Heredero de Japón inaugura la exposición ‘Lacas Namban. Huellas de Japón en España’

·        La muestra conmemora el cuarto centenario del establecimiento de relaciones entre Japón y España y revive el viaje del samurai Hasekura Tsunenaga a España (1613-1620) durante el reinado de Felipe III
·        Naruhito también ha mantenido un encuentro con expertos investigadores que trabajan en el Museo
Hasta el 28 de septiembre en el Museo Nacional de Artes Decorativas

príncipe Naruhito


L.M.A.

El Príncipe Heredero de Japón, Naruhito, ha inaugurado hoy en el Museo Nacional de Artes Decorativas (MNAD) la exposición ‘Lacas Namban. Huellas de Japón en España’. A continuación, el Príncipe Naruhito ha mantenido un encuentro con los expertos investigadores que trabajan en el Museo.

Acompañando a S.A.I. el Príncipe Heredero, han estado presentes, entre otras autoridades institucionales, el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Jesús Prieto; el embajador de Japón en España, Satoru Sotah; Miguel Angel Navarro, embajador de España en Japón; Eduardo Aznar, embajador en Misión Especial para el Año de España en Japón; y el director de la Fundación Japón, Hiroyuki Ueno.

La muestra, organizada por la Fundación Japón y el MNAD, no sólo afianza y fortalece aún más las relaciones amistosas entre España y Japón sino que reúne por primera vez un considerable número de obras de laca Namban celosamente guardadas en España.

La embajada Keichô
Tras el descubrimiento de las rutas hacia Asia Oriental por portugueses y españoles, grandes barcos comenzaron a atracar en los puertos de Japón a mediados del siglo XVI. Durante el periodo llamado Namban (1543-1639) viajaron en ambos sentidos hombres, mercancías e ideas, promoviéndose un intenso diálogo cultural.

Europa abría así sus ojos hacia otros territorios y se empezaba a vivir la primera globalización. Dentro de este contexto, se desarrolló la delegación japonesa llamada Embajada Keichô (1613-1620), encabezada por el samurai Hasekura Tsunenaga, que viajó a España y la Santa Sede en Roma.

La laca Namban
Entre las mercancías más apreciadas y admiradas en Europa, la laca japonesa urushi fue el género de mayor atracción. Su intenso brillo y atractiva textura así como sus motivos decorativos dorados (makie) causaron fascinación entre los primeros europeos que llegaron a Japón. Los artífices japoneses detectaron pronto posibilidad de negocio, y en las últimas décadas del siglo XVI se perfiló ya un género específico destinado a la exportación, la laca Namban, claramente diferenciada de la laca destinada al mercado japonés.

Piezas de uso civil como arcas, arquetas y bargueños elaborados con laca Namban, experimentaron una transformación a su llegada a España. La singular belleza de la laca japonesa hizo que estos objetos se cristianizaran, destinándose, como contenedores de excepción para las reliquias, Sagradas Formas y utensilios sagrados.

La exposición
En la primera parte de la muestra se explica la finalidad de la Embajada Keichô (1613-1620), su trasfondo histórico y la relación diplomática entre ambos países mediante documentos y objetos asociados, acompañados de paneles y proyecciones audiovisuales.

La segunda parte está dedicada a las obras de laca japonesa de estilo Namban conservadas en España, una mercancía de lujo que viajaba de Japón a España en los siglos XVI y XVII. Estas piezas son fruto del encuentro entre la Península Ibérica y Japón en el ámbito de una de las artes tradicionales niponas.

La exposición cuenta también con obras de arte producidas durante los siglos XVII y XVIII en tierras mexicanas bajo influencias japonesas, como biombos, enconchados o maques. De esta manera se recordará la importancia de la ruta entre España y Japón a través de Nueva España (México).

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