miércoles, 5 de junio de 2013



Mercedes Fernández-Martorell: "Ideas que matan" un trabajo  novelado sobre la violencia machista




En el año 2001 el Senado recabó la opinión de varios expertos en violencia machista, entre otras, la de Mercedes Fernández-Martorell. Después de aquella comparecencia, la antropóloga sintió la necesidad de buscar respuesta a muchas preguntas pendientes sobre el maltrato. Comenzó entonces un trabajo de investigación que ahora culmina con la publicación de Ideas que matan, editado por Alfabia y que esta tarde fue presentado en el Pabellón Banco Sabadell de la Feria del Libro de Madrid.

En Ideas que matan, Mercedes Fernández-Martorell, ofrece, en sus propias palabras, “un trabajo de campo novelado”. La autora aseguró considerar “más eficaz la literatura que el ensayo antropológico como vía para que los lectores cobren conciencia del drama de la violencia machista”. El libro describe el perfil de más de treinta y dos maltratadores a los que Fernández-Martorell tuvo ocasión de entrevistar. Según señaló, “sabemos mucho acerca de las mujeres maltratadas y muy poco sobre sus maltratadores, sobre el germen de la violencia que ejercen”. ¿Por qué tantos hombres se obstinan en destrozar psicológica, física y socialmente a la pareja? ¿Qué organización social es la que aún hoy sigue propiciando que se ejerzan esas prácticas? Estas fueron algunos de los interrogantes que incitaron a Fernández-Martorell a emprender una investigación que define la mentalidad del maltratador: “Ningún hombre nace colérico y ninguna mujer, sumisa. Son las leyes, las normas, las convenciones, las pautas de comportamiento las que construyen nuestra identidad. El maltratador asume los valores tradicionales que dictan que su hombría depende de su capacidad para mantener dominada a la mujer, a la que le niega la posibilidad de desarrollar sus capacidades y de afirmarse individualmente”.

Fernández-Martorell recordó que el maltrato machista no es solo un problema español: “Los índices de violencia son mayores en países como Dinamarca o Francia, algo que pocas veces se señala públicamente”. Al mismo tiempo, subrayó que resulta “fundamental continuar con las políticas que hacen visible este drama, porque, en contra de lo que algunas voces sostienen, la publicidad no promueve nuevos casos: es el silencio el que crea el contexto más pernicioso”.
El escritor y presentador de televisión Boris Izaguirre, que acompañó a Mercedes Fernández-Martorell en la presentación de su libro, llamó la atención sobre el título de su libro: “No es en vano que el libro se titule Ideas que matan y no Hombres que matan”.

Son, precisamente, las ideas que alientan la violencia, la sensación de los maltratadores de haber sellado una alianza masculina que los justifica y las relaciones de poder y dominación en las relaciones de pareja las que hay que combatir, según Fernández-Martorell, quien terminó con una apelación a las mujeres: “El poder de cambio reside en la marginación, siempre está en manos de los marginados: a las mujeres les corresponde, pues, subvertir el orden establecido”.
Mercedes Fernández-Martorell (1948) es profesora en Antropología en la Universitat de Barcelona. Sobre la diferencia de sexo ha publicado, además de Ideas que matan, los libros Antropología de la convivencia (1997), Crear seres humanos (1996) y Subdivisión sexuada del grupo humano (1985). Además, ha escrito y dirigido el documental ¿No queríais saber por qué las matan? POR NADA (2009).

Los emprendedores eligen la edición

El Pabellón Banco Sabadell de la Feria del Libro de Madrid ha acogido el segundo foro del Club de Emprendedores Ruta al 20.20 que ha estado dedicado al editor emprendedor. Fernando Jáuregui, presidente de Grupo Diariocrítico, presentó la sesión con una intención clara: “Creemos en el libro”. La escritora y crítica Rosa Pereda reivindicó la figura del editor como garante de la calidad de lo que se publica y abogó por las ediciones de autor, “en el sentido en que se dice cocina de autor”, aunque pidió a los editores que extremaran el cuidado y el respeto por los autores, “que pasa tanto por la honestidad económica como por la dignificación de su trabajo”.

Manuel Gil, director comercial de Ediciones Siruela, defendió el consenso dentro del sector como única fórmula para afrontar “el descalabro de la industria” y propuso acordar un código de buenas prácticas y organizar un congreso nacional del libro. “El sector debe sentarse a hablar. Hay que proteger el canal de librerías y establecer medidas que frenen la venta directa del editor. Es imprescindible rediseñar el canal del libro”. Manuel Gil también consideró fundamental ayudar a los editores en la transición digital, un salto para el que muchas, consideró, no está preparadas.

Ramón Pernas, director de Ámbito Cultural de El Corte Inglés, resaltó el valor económico del español “en un país sin industria” y Ana Gavín, directora de relaciones institucionales de Grupo Planeta, explicó el lado romántico de la labor del editor y cito a ese propósito unas palabras de Dan Brown: “Mis best sellers sirven para que la editorial publique literatura”. “Cualquier libro puede tener su otro lado del espejo en un lector”, concluyó.

El acto, que estuvo presidido por el director de la Feria, Teodoro Sacristán, acabó con unas palabras de Pedro de Andrés, de Cedro, quien manifestó la necesidad de revisar la ley de propiedad intelectual.


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