sábado, 8 de marzo de 2014

Samuel Santa-Olalla, autor del libro “Las puertas del cielo de Madrid II”





Julia Sáez-Angulo


            Segundo volumen para un gran tema: las iglesias de Madrid y sus contenidos histórico-artísticos, que son motivo de satisfacción, conocimiento y ruta para todos aquellos que deseen visitarlas. Samuel Santa-Olalla Torija es el autor del libro publicado por la editorial Visión/Libros.

            “Las iglesias de Madrid las podemos clasificar en tres grandes bloques, que son: las iglesias construidas en los siglos XVII y XVIII, que responden al estilo barroco; las edificadas en el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX responden a varios estilos, neoclásico, neogótico, neomudéjar, modernismo y las de la época de posguerra, llamadas funcionales”, explica el autor en el Introito.

            Una relación de iglesias junto a la dirección facilita a loslectores la ubicación de las mismas, entre las que se encuentran: San Jerónimo el Real; San Agustín, San Francisco De Borja, Santa Rita de Casia, la Capilla del Cementerio de la Almudena, Nuestra Señora de la Paz, Santa Mónica, San pablo de la Cruz, Santo Domingo o San Miguel Arcángel.

También cita y estudia las iglesias o basílicas situadas fuera de Madrid capital como son: la Basílica del Valle de los Caídos, San Bernabé en El Escorial, Dominicos de Alcobendas, Santa María la Mayor (Cenicientos), Asunción de Nuestra Señora en Torrelodones, Santiago Apóstol en Colmenarejo o San Juan de Mirasierra en Moralzarzal.

“En Madrid, el introductor del espíritu churrigueresco en arquitectura es Pedro Ribera, quien en el exterior de la iglesia de Montserrat utiliza el estípite y el baquetón en la decoración. El estípite es una pilastra donde se combinan pirámides truncadas invertidas, con la base menor hacia abajo. El baquetón es la moldura que tiene la forma de un tallo, se disponen formando hileras”, explica el autor.

Del siglo XIX destaca la iglesia Oratorio del Caballero de Gracia, obra de Juan de Villanueva, con la sobriedad del neoclasicismo y el olvido del barroco que llenó el siglo XVIII de iglesias con este estilo recargados sobre todo en sus retablos y altares. Los arquitectos extranjeros, al servicio de la dinastía borbónica como Giacomo Bonavía en la iglesia pontificia de San Miguel y François Carlier en las Salesas Reales introducen el rococó.

Madrid es una capital reciente, renacentista por querencia del rey Felipe II, por lo que carece de catedral medieval como otras ciudades por ejemplo Toledo, Burgos o León. La primada Toledo –su arzobispado- tuvo mucho empeño en que Madrid no le arrebatara la primacía catedralicia, por lo que no se le permitió a la capital de España construir una catedral hasta muy tarde, con Santa María la Real de la Almudena. Esto hizo que la primera catedral madrileña fuera la anglicana que la reina Victoria Eugenia, procedente de Inglaterra y de esa religión, favoreciera en pro de sus doncellas que seguían practicando el anglicanismo.


Madrid cuenta también con la catedral castrense, en la calle Mayor, no lejos de palacio real, por lo que canónicamente contaría a con tres catedrales.



1 comentario:

  1. Tanto el primer volumen como el segundo me han parecido entretenidos y didácticos, de forma sencilla va despertando el interés por las iglesias de Madrid desde la mirada del arte. Me ha servido como libro guía para visitar las iglesias que describe y recordar aquellos conceptos que sobre el arte aprendí hace ya muchos años.

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