sábado, 31 de mayo de 2014

Godofredo Chicharro coloca una corona de laurel en el Monumento de la calle Mayor de Madrid frente a Casa Ciriaco







Julia Sáez-Angulo




            Madrid es ciudad golpeada por el terrorismo y hay diversos monumentos que conmemoran a sus víctimas. El 31 de mayo de 1906 murieron numerosos madrileños cuando el terrorista Mateo Morral arrojó una bomba contra los Reyes de España, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, que regresaban a palacio real después de celebrar su matrimonio en la iglesia de los Jerónimos de Madrid.

            La bomba se lanzó desde la casa situada en la calle Mayor 84, donde se encuentra y encontraba el restaurante Casa Ciriaco, y por ello sus dueños siguen homenajeando a las víctimas cada año, colocando una corona de laurel con la bandera de España en el monumento del Ángel conmemorativo, situado en la misma calle, junto a la catedral castrense y el citado restaurante.

            Godofredo Chicharro, el dueño mayor de Casa Ciriaco, llevó la corona, que dos de sus camareros colocaron en lo alto de monumento, después de que el capellán castrense don Carlos Jesús Montes rezara un responso por las víctimas de aquel atentado. En el acto de 2014 estuvieron presentes, entre otros, don Francisco José Rodríguez Velasco, en representación de la Asociación de Amigos de la Capa; la historiadora constitucionalista doña María Soledad Santana Herrero y la abogada, doña Carmen Valero de la Vega y Espinosa.

            Se echó de menos a don Leandro de Borbón, hijo natural de Alfonso XIII, que por su enfermedad no pudo acudir al evento en esta ocasión, como solía hacer cada año. Godofredo Chicharro recordó al político don Ignacio Cavero, que no faltó a ninguna de las efemérides del 31 de mayo ante el monumento, cuando desempeñaba el cargo de Secretario del Consejo de Estado.


Coronel Fernando de Salas, Godofredo Chicharro y Carmen Valero de la Vega


Casa Ciriaco, un establecimiento de tradición

            Casa Ciriaco es un establecimiento tradicional de la restauración madrileña, que presume de seguir denominándose  “casa de comidas” y no restaurante. Situada en el número 84 de la calle Mayor, por su sede pasan habitualmente cabezas coronadas, nobles, políticos, toreros, actores y futbolistas.

            Son numerosas las fotografías de celebridades y famosos, las que cuelgan en sus paredes, siempre con el permiso y beneplácito de los representados, en muchas ocasiones son ellos los que llevan sus fotos a Casa Ciriaco para su exhibición. Son varias la fotografías de Doña María de las Mercedes de Borbón, madre del Rey,  que cuelgan en las paredes así como del príncipe de Asturias, del que además luce un espléndido retrato al humo del cotizado pintor alemán Markus Ohelen. 

      También figuran entre otros, el retrato de Annibale Vasile, corresponsal de la RAI en España durante diecisiete años y el embajador de Italia.

            “La discreción es la clave de este negocio; así lo enseñó con buen criterio Ramón Areces, fundador de El Corte Inglés”, explica Godofredo Chicharro, que recuerda con cariño a su hermano Ángel, fallecido en 2006, que fue también director del establecimiento.

            Amparo Moreno es la artista y alma de los fogones. Sobrina carnal del fundador, el tío Ciriaco,  sabe que en su establecimiento tienen fama la gallina en pepitoria, el rabo de toro, los callos, las perdices y la trucha escabechada, entre otras especialidades. Todo eso y más se hace en su cocina.

            Casa Ciriaco ha recibido numerosos galardones por su establecimiento y cocina clásica casera, así como por su respeto a las tradiciones madrileñas. La familia de Ciriaco es de origen palentino.









            

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