miércoles, 27 de agosto de 2014

Ediciones Cátedra publica 1714. Cataluña en la España del siglo XVIII, coincidiendo con los 300 años de la victoria de Felipe V






L.M.A.
Se han escrito últimamente muchos libros sobre la guerra de Sucesión y 1714. Faltaba, ciertamente, un libro que se replantease la realidad de lo que fue 1714, la significación en Cataluña y en España del mítico 11 de septiembre de 1714 y la instrumentalización que de aquella realidad histórica se ha llevado a cabo en los siglos XIX y XX hasta convertir esta fecha en la referencia fundamental de la memoria del soberanismo catalán actual.

La obra 1714. Cataluña en la España del siglo XVIII, dirigida por Antonio Morales Moya, incide en una problemática extraordinariamente sensible en la época actual en plena escalada del proceso independentista en Cataluña. Los dieciocho artículos que componen el libro (cuyo núcleo originario ha sido un coloquio en la Fundación Ortega) pretenden construir un discurso histórico en el que no se trata de legitimar el presente sino de comprender el pasado sin prejuicios ni manipulaciones apriorísticas y, por supuesto, sin negar la política como elemento esencial de una sociedad democrática.

Desde la procedencia territorial diversa y la pluralidad ideológica de sus autores, los textos incluidos en el libro coinciden en la voluntad de aportar la luz del tratamiento científico y objetivo a unos temas extraordinariamente contaminados de prejuicios sectarios. Aspectos como la naturaleza compleja de la guerra de Sucesión, la incidencia concreta de los Decretos de Nueva Planta, la valoración de la monarquía borbónica con su idea de nación, su aparato político-militar, su legado cultural y el análisis de los ecos de la memoria de 1714 desde su imagen inmediata hasta los tiempos de incertidumbre que vivimos, son aportaciones fundamentales de este libro.

Destacados historiadores, juristas, politólogos, economistas han conjugado sus conocimientos para contribuir a desbrozar el pasado en las relaciones de Cataluña con el Estado español, diagnosticar acerca del confuso presente y hasta plantear hipótesis acerca del futuro hacia el que nos dirigimos. La conclusión última del libro es que los conflictos en las relaciones de Cataluña y el Estado no son producto de la naturaleza estructural sino el fruto de coyunturas históricas fluctuantes, no obedecen a la fatalidad, ni han sido nunca irreversibles. La historia es conflicto pero también diálogo y entendimiento. La imagen de la portada del libro (una plácida visión del mar en Barcelona que va y viene) pretende resaltar justamente el vaivén de la situación catalana respecto al Estado, siempre entre la rauxa y el seny.


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