martes, 30 de septiembre de 2014

Juan Reinaldo Sánchez y Axel Gyldén: "La vida oculta de Fidel Castro" en editorial Península



Los secretos nunca revelados de la vida de lujo del mandatario cubano, contados por quien fue su guardaespaldas durante 17 años.



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«En 1994, desencantado por todo lo que había visto, oído y vivido, quise retirarmePor el crimen de haberme atrevido a renunciar a servir al Comandante de la Revolución me encerrarondos años en la cárcel. Me torturaron. Trataron de eliminarmeMe juré a mí mismo que el día en que consiguiera huir de Cuba publicaría un libro para contar al “verdadero” Fidel Castro como nadie ha osado jamás hacerlo. Desde el interior.»Juan Reinaldo Sánchez, autor del libro publicado por editorial Pençínsula-
  

Un testimonio excepcional que pone en duda
todo lo que se creía saber hasta ahora sobre la vida pública y privada de Fidel Castro. 

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¿Qué se sabe en realidad de Fidel Castro? ¿Cómo vive? ¿Es de verdad el hombre austero y fiel a los ideales de la revolución comunista que afirma ser? La respuesta, según Juan Reinaldo Sánchez, guardaespaldas personal del Comandante durante diecisiete años, es un rotundo no. El Líder Máximo no sólo lleva una vida mucho más confortable de lo que siempre ha dado a entender, sino que tras su fachada de respeto a la ortodoxia del comunismo se esconden manipulaciones financieras dudosas que en este libro se desvelan por primera vez.
Innumerables secretos de Estado y traiciones ocultas han pasado ante los ojos de Juan Reinaldo Sánchez, que ha sido testigo privilegiado de las múltiples facetas del gobernante cubano, reveladas por primera vez en este libro: estratega genial en Nicaragua y Angola, autócrata paranoico en su país, espía sin igual a todas horas, diplomático maquiavélico, padre de familia distraído —tiene al menos nueve hijos, habidos de cinco relaciones diferentes—, obseso de las grabaciones e, incluso, presuntocómplice de narcotraficantes, la gota que acabó colmando el vaso del que fue durante casi dos décadas su fiel guardaespaldas.    
«En lo que a mí respecta, sencillamente me equivoqué. Cometí el error de dedicar la primera parte de mi vida a proteger la de un hombre cuya lucha por la libertad de su país e ideal revolucionario había admirado, antes de verlo dominado por la fiebre del poder absoluto y el desprecio al pueblo. Más que su ingratitud le reprocho su traición. Porque ha traicionado la esperanza de millones de cubanos. ¿Por qué las revoluciones siempre acaban mal? ¿Por qué sus héroes se transforman sistemáticamente en tiranos todavía peores que los dictadores a los que han combatido?» – J. R. Sánchez



Juan Reinaldo Sánchez
Uno de los guardaespaldas más fieles de Fidel Castro


Juan Reinaldo Sánchez lo tenía todo para ser el guardaespaldas perfecto del Comandante: era de una fidelidad a prueba de bombas, además de cinturón negro de yudo, de karate, de close-combat y uno de los mejores tiradores de élite de Cuba.

Empezó en el tercer anillo (la seguridad de Fidel Castro se compone de tres), vigilando El Once, donde residía Celia Sánchez, revolucionaria de pro y amante de Fidel. A continuación Juan Reinaldo pasó a la Unidad 160, que centraliza toda la logística relacionada con el Comandante. En 1974 lo promocionaron al segundo anillo y allí empezó su formación como agente de seguridad de élite. En 1977 lo seleccionaron para formar parte del primer anillo, donde también fue escalando de posición. Acabó organizando los desplazamientos de Fidel Castro: iba antes a los sitios que debía visitar y buscaba el alojamiento más seguro, la mejor ruta, los mejores accesos.

Durante muchos años, Juan Reinaldo no se hizo preguntas. Una visita a Corea del Norte (donde vio a Fidel borracho por primera y última vez) y otra a la URSS (donde la pobreza en las calles era palpable) hicieron que se planteara algunas cosas, pero su lealtad al Comandante era inquebrantable. Al menos hasta el caso Ochoa, en el que Arnaldo Ochoa, un general respetadísimo, fue condenado a muerte tras asumir toda la responsabilidad de un caso de narcotráfico del que Juan Reinaldo Sánchez sabía a ciencia cierta que Fidel tenía conocimiento.

Con los años, ha llegado a ver a Fidel como a un hombre extremadamente manipulador. De una inteligencia temible, reiterativo y obsesivo, capaz de convencer a cualquiera de cualquier cosa: «Aunque un poco tarde, comprendí que Fidel utilizaba a la gente mientras le resultaba útil y luego los arrojaba a la papelera sin inmutarse.»


La vida oculta de Fidel Castro

Seguridad

Castro se mueve siempre con un mínimo de catorce guardaespaldas, que se reparten en cuatro coches. Dos de ellos fueron seleccionados en función de su grupo sanguíneoA negativo, el mismo de Fidel, por si fuera necesaria una transfusión de emergencia. Otro de los escoltas es además un sosias de Fidel. Aunque no es sudoble perfecto, instalado en el asiento trasero de un coche y disfrazado con una barba postiza puede ser fácilmente confundido con el Líder Máximo.

El vehículo en el que viaja siempre va fuertemente armado. El propio Fidel llevaba un fusil de asalto entre las piernas y una pistola al alcance de la mano. Su médico personal siempre forma parte de la comitiva.

«Mi responsabilidad más importante fue sin duda la de llevar la «libreta». Desde 1977 hasta 1994 mantuve actualizado el célebre cuaderno gris, lo cual me permitió adquirir un conocimiento detallado de la vida de Fidel Castro. Debía anotar cada uno de sus pasos: la hora de levantarse, el menú de todas las comidas, el itinerario tomado, las conversaciones y asuntos tratados. A veces, incluso los más insignificantes detalles, como el número de peces pescados o la procedencia y la añada de los vinos cada vez que Fidel descorchaba una botella. Supervisaba además las grabaciones de audio de sus encuentros con dirigentes nacionales e internacionales.» 


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