sábado, 8 de noviembre de 2014

Conclusiones del I Congreso de Arte Político celebrado por AECA en el Museo Reina Sofía




L.M.A.

         Se han presentado las conclusiones del I Congreso de Arte Político  celebrado por la Asociación Española de Críticos de Arte, AECA, en el Museo Reina Sofía, poco antes de la clausura llevada a cabo por el presidente de AECA, Tomás Paredes y el secretario general de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, AICA, Brane Kovic. Al terminar la clausura hubo un recital del célebre poeta gallego nonagenario Carlos Oroza, calificado como poeta de la calle y autor de poesía política y social.

         Las conclusiones que fueron leídas por Julia Sáez-Angulo decían lo siguiente:

Todo arte es político decía el título de la ponencia de Rafael Canogar, si bien esta afirmación la matizaba en su exposición diciendo que “todo arte es potencialmente político. Todo arte está en un medio y ese medio es político. El arte es un hecho que influye en la sociedad”. Los matices sobre si todo arte es político o no se han repetido en otras ponencias y sobre todo, en los debates de los coloquios y las mesas redondas.

         Se ha dicho que conviene diferenciar el arte de propaganda del arte político, a partir del Renacimiento en que el  artista toma un protagonismo personal.

1.- El arte de propaganda se produce cuando hay un arte de encargo, da igual que sea con raíces ideológica o estéticas. Cierto que no es igual el encargo de un cartel de guerra como los de Renau o un retrato. Los museos, como el Reina Sofía, también hace encargos de exposiciones, de tesis y por tanto es arte de propaganda, como sucede con algunas exposiciones actuales, por ejemplo “Un saber realmente útil”. Se sabe y se busca lo que se pide.

         2.- El Arte Político es el que genera conocimiento y pensamiento, el que cuestiona las ideas anteriores recibidas y difunde las nuevas formas de relación social entre los individuos y los grupos. Es el que aporta ebullición en la sociedad que se presenta.

                  Tomás Paredes, presidente de AECA, afirmó que en el congreso no se trataba de convencer o imponer una opinión sobre otra, sino de exponer las ideas y establecer un debate.

Ya en la inauguración, el presidente de AECA había dicho que “hay que trabajar para que el arte no sea excluyente con su contrario, evitando radicalismos y marginaciones de contrarios. Las sensibilidades son siempre variadas y se gestan en distintas circunstancias. Las ideas han de respetarse aunque no se acepten y hay que estar alerta ante minorías, dirigentes, comisarios o conservadores de museos que de modo interesado deciden  qué es o no es arte”.

Jesús Carrillo, jefe del Departamento de Programas Culturales del Museo Reina Sofía hablo de que “el museo ha de facilitar la escenificación del arte político que se ha de juzgar. No se trata de crear confrontación en blanco y negro sino  de la propuesta de un espacio de juicio. Somos sujetos por la posibilidad de juzgar. El ruido dificulta el juicio. El arte se ve movido con frecuencia por intereses de mercado, grandes corporaciones, elites o galeristas. Quedan espacios por reivindicar para el arte.

Jaime Brihuega, profesor titular de Arte Contemporáneo de la Universidad Complutense de Madrid, dijo que frente a lo que se ha dicho, no siempre hay relación entre el lenguaje del arte y la ideología política, y lo ilustró con arquitectura similar del fascismo, nazismo, comunismo y capitalismo de los años 30. “El arte político ha de tratar de mejorar el mundo en que vivimos", concluyó.

Intervenciones de Carmen Pena y Wilfredo Rincón

Carmen Pena, catedrática de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, coordinó la mesa redonda “Arte y Política” junto al investigador  Wilfredo Rincón, e hizo un recorrido histórico por el arte político hasta la globalización de nuestros días. “El arte no institucional es siempre rompedor y de vanguardia y su identificación con lo experimental no es baladí. La politización del arte refleja una reacción contra una identidad aceptada. El poder siempre suele dejar hueco de salida a la resistencia” dijo Carmen Pena.

Wilfredo Rincón analizó los avatares de las esculturas como monumentos públicos, donde a veces se ha dado “la estulticia humana ante la obra de arte y la ha destruido”. Seguidamente analizó los sucesivos cambios políticos del cuadro de Goya “Alegoría de la Villa de Madrid” que se encuentra en el Museo Municipal de la capital de España, así como la trayectoria ambigua de Francisco de Goya ante el poder –monarquía borbónica o bonapartista. “Goya no fue nunca un exiliado, sino un transterrado voluntario”, señaló.

“Los historiadores del arte tienen siempre ideología y ofrecen sus propios relatos de cada artista con sus implicaciones”, señaló Carmen Pena. El relato sobre el arte o sobre el artista implica con frecuencia un enfoque y una politización del relator.

         Brane Kovic, secretario general de AICA, ofreció una conferencia sobre Arte e Ideología y entre otras cosas dijo que “es una constante histórica que en momentos de crisis es cuando el arte se hace más político”. La función didáctica del arte puede hacer propaganda política, como experiencia cognitiva de la condición social”. Recordó la afirmación de Adorno de que “el arte en sí mismo se analiza en un contexto social” “A través de la política el arte puede hacerse instrumento normativo o de poder. Sería la política cultural”. Para algunos pensadores como Leotard “en nuestros día la política está despolitizada y el arte desartizado”. “El régimen estético cubre un campo muy amplio de acción; “el arte se torna esencial para un público burgués”. “Siempre hay una relación compleja entre arte, cultura y sociedad”. “El nuevo arte esloveno contribuyó a la independencia eslovena”. “Una revolución estética supone una reinterpretación de la sensibilidad”. El activismo cultural no se orienta contra el Estado sino para movilizar la opinión   pública, cambiando su sensibilidad de cara al nacionalismo, la ecología, etc”.  “El movimiento situacionista de los 60 redefinió el activismo político y centró su estrategia en la destrucción de formas culturales. En la era global, el activismo vital pasa por las redes informáticas, por la elaboración digital”.  

Andrzej Szczerski, Arte mercantil y del campo de las ideas

         Andrzej Szczerski, profesor de Historia del Arte de la Universidad Jagiellonian de Polonia y vicepresidente de AICA impartió una conferencia titulada: “Dos caras del arte político -El caso de los países del Este de Europa a partir de 1989”. “El arte se relaciona con la tradición y se define por un marco de circunstancias de tipo político y social, que siguen siendo no obstante estéticas”, dijo. “Por ausencia de mercado del arte, en tiempos del comunismo no se hablaba de producción artística como campo mercantil, sino como campo de gestión de ideas”.

         “Para Polonia tuvieron importancia las primeras elecciones libres en 1989, más allá de la caída del muro de Berlín en 1989” junto a la gran marcha, señaló Szczerski. Paulatinamente hubo una recuperación de la memoria individual y el recurso a la identidad personal del artista, al tiempo que los colectivos artísticos han sido una constante aportación en la sociedad centroeuropea.

-Si todo arte es político, en tiempos de guerra civil lo es aún más. La producción artística, en uno y otro bando, cumplía su función política específica. El arte por el arte no tuvo esencia ni vigencia. (Inés Escudero)

-El conflicto de la guerra civil española se dio a conocer fuera de España con la fotografía. Las referencias eran constantes al pueblo. “No hay arte fuera del pueblo. El arte que refleje la esencia del pueblo es el necesario” decía Josep Renau y que había que crear un arte público popular. La función social del cartel durante la guerra era clave para Renau. La obediencia del artista a ciertas consignas políticas resultaba inevitable. Nadie se libra de la política, ni siquiera los que hacen arte puro.(Isidro Noja)

-Autores como Siqueiros, y sobre todo Josep Renau y Ramón Gaya en la revista la “Hora de España” discrepaban sobre el asunto de si el arte debiera influir en la política o la política en el arte. Gaya, poeta de la esencia, decía que no veía la necesidad de mezclar una y otro. La política usaba el conocimiento de la técnica del artista, pero no sus ideas de artista.

- Gaya: El arte sin atenerse a las condiciones sociales es una utopía. El artista libre es aquel que no pierde los valores humanos y no se aleja de aquella, la utopía. (Gaya). “Tomar conciencia es acercarse a la sociedad. El tiempo es para el hombre como el aire que respira (Renau)

Tomás Paredes recordó que  Renau era hombre de acción y Ramón Gaya, poeta más distanciado de la acción. El libro “Función social del cartel” (Nueva Cultura) de Josep Renau habla del tema.

-“El Arte Político es un posicionamiento ante la realidad y la voluntad reformadora”, reclamaban las voces en la Unión Soviética y esto lo significaba el realismo estalinista, libre de imposiciones plásticas individuales.

-Siempre es bueno saber cuando se habla, desde que posición se hace, pues no es lo mismo hacerlo desde una posición marxista que de otra que no lo es, por poner un ejemplo. (Paredes). Esto enlaza con los relatos de los historiadores que parten de distintas posiciones, ideas y sensibilidades, subrayado por Carmen Pena en la mesa redonda.

-Carmen Pena: No solo es arte político el que directamente tiene una intención política, sino que el que no es obviamente político, también tiene carga política, como por ejempla pintura abstracto en el caso de El Grupo El Paso o del mismo Paul Klee.

Arte y Política crean ficciones

-Alfonso González-Calero: Tanto el Arte como la Política crean ficciones y se valen de artificios, creando ilusiones y expectativas. Aunque estamos avisados y somos conccientes de ello, seguimos cayendo en su fascinación, porque uno y otra van a lo hondo de nuestras ilusiones.

-El bioarte es una nueva manifestación del arte político, como potencial crítico de los diálogos interdisciplinares. Una manifestación poderosa en esa relación siempre constante y difícil del Arte y la Política. Crítica al mercado, a las grandes corporaciones, defensa de la ecología, etc.

-Se ha reinventado el espacio público como lugar de lo político, en una progresiva privatización de lo público para la Política. se ha denunciado en la mesa “Arte, Política y Espacio vital”, coordinada por el profesor Jesús Pedro Lorente, de la Universidad de Zaragoza, con la participación del crítico Miguel Viribay.

         Respecto al monumento publico, se ha denunciado cierto mal gusto en ciertas decisiones municipales, alterando la estética de la ciudad o de los espacios viarios. Informar antes de su instalación a la ciudadanía y evitar la repetición de un mismo artista para los monumentos o esculturas porque produce cansancio al ciudadano.

         La crítica de arte ha sido suplantada por el mercado y los museos. Y se ha visto la necesidad de volver a una crítica alejada de la publicidad que es la que condiciona con frecuencia la presencia de la critica de arte en los medios informativos.

El retrato oficial de ministros, presidentes de Cortes y Senado, alcaldes, decanos, rectores de Universidad, ha merecido atención y se ha pedido mesura a los poderes públicos para sujetar ese dispendio de retrato oficial a unos términos más contenidos.

Hubo comunicaciones sobre personajes que han hecho arte político en su obra. Sol Enjuanes habló de “Joan Ponç Arte y Tortura”; Julián Alonso habló de Brosio y su arte de Minas y Cárceles; Ignacio Asenjo Fernández sobre Ángel Ferrant y Genèvieve Barbé-Coquelin de Lisle, sobre Severo Sarduy.

Arte político tras acontecimientos dramáticos

Liam Kelly hablo del arte político en zonas de conflicto como su país, Irlanda del Norte y puso ejemplos de dos grandes instalaciones realizadas con motivo del Domingo Sangriento y el acuerdo del Buen Viernes, en el que el ejercito inglés mató, asesinó, a una veintena de personas. Después pidió perdón y esa idea de perdón la repitieron las instalaciones artísticas a base de altavoces, balanzas y agujas de medir la intensidad de las voces.  Los altavoces repetían LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO Lo siento de verdad y pido perdón”. Kelly subrayó el papel del lenguaje artístico ante unos hechos sociales y políticos. Estas instalaciones tienen de gran valor artístico, emocional y lenitivo.
Las instalaciones han servido para otras situaciones internacionales similares en Japón o Bosnia.

Ignacio Asenjo nos habló en una comunicación de la tarea docente y social del escultor Ángel Ferrant. El arte cambia con el tiempo y con la historia. Política y educación  artística van de la mano. La vocación pedagógica del arte es importante.

Frente al pensamiento de los pesimistas o melancólicos sobre la muerte del arte o su fagocitación por el mercado, Tomás Paredes  se definía como optimista y recuerda  una cita del escritor francés Patrick Modiano, ultimo premio Nobel de Literatura: La literatura traduce la angustia del hombre y por ello nunca va a morir y esa misma analogía cabe establecerla con el arte.

Recuerden que el profesor Jaime Brihuega también se sentía optimista ante el hombre, el arte y su historia, desde su posición confesada reiteradamente como marxista. El optimismo realista, desde cualquier posición, es bueno.

La discrepancia y el respeto son dos cualidades inherentes a la democracia y también al Arte Político.

         AECA publicará en breve el libro con todas las ponencias y comunicaciones del congreso

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