miércoles, 12 de noviembre de 2014

Los retratos de los premios Cervantes expuestos en la Biblioteca Nacional de España






Julia Sáez-Angulo

         Treinta y nueve retratos de los escritores premiados con el prestigioso Premio Cervantes, que están dispersos por las salas de lectura de la institución, se exponen actualmente en las salas de exposiciones de la Biblioteca Nacional de España, B.N.E. hasta el 25 de enero de 2015. La inauguración se hizo por Ana Santos;  directora de la BNE.

         Desde Jorge Guillén, primer premio Cervantes en 1976, retratado de modo magnífico por García-Alix, a Elena Poniatowska, la última premiada de este año, ofrecen sus rostros y figuras de la mano de distintos pintores. A Luis Rosales lo retrata Juan Antonio Aguirre sin excesiva fortuna en 1982; a Mario Vargas Llosa, lo interpreta Benjamín Lira en 1994; a Álvaro Mutis, lo vierte en pintura Leticia Feduchi ante una mesa redonda (¿camilla o de cristal?) con libros en 2001; Antonio Gamoneda, lo retrata Rafael Carralero en 2006 y a Ana María Matutem la pinta Alicia Marsans en 2010 entre sus personajes fantasmales y con una suerte de bandera republicana.

         A Rafael Alberti lo retrata Herminio Molero con una patética o divertida carabela con estrella roja en decadencia como la de Alberto en su escultura frente al Museo Reina Sofía. Carlos Franco interpreta a Cabrera Infante, con una manos que dejan que desear; Cidoncha hace un retrato magnífico de José Hierro, pintor mejor retratista que de naturalezas muertas; Nicanor Parra hizo su propio autorretrato bastante bien hecho aunque una parte quemada.


 Elena Poniatowska (México)



         México es el país con más premios Nobel  -cinco en total-, después de España. Carlos Fuente optó por el retrato blanco con una simple silueta de sombra. Sánchez Ferlosio se negó a retratarse –la extravagancia y negatividad siempre es publicitaria- pero ha cedido un buen dibujo a grafito con su cabeza para esta ocasión ¿no se contradice? Al año del premio Cervantes, Hacienda le reclamaba impagos sucesivos. Pelayo Ortega retrató a Gerardo Diego; Hernán Cortés, a Caballero Bonald.

         Al principio era una comisión de expertos la que decidía qué pintor retrataba quien, y en esta serie que supera la mitad, se ve la mano de Juan Manuel Bonet, que fue director del Museo Reina Sofía y los artistas de los  80. Después se permite a cada premio Cervantes que elija a su retratista, peo con el límite de seis mil euros en la partida, cantidad límite y más que razonable, para evitar abusos en el campo del retrato oficial como bien ha denunciado en sus conclusiones el reciente abuso en este campo.



         Jesús Marchamalo es el comisario de la exposición, que hizo un recorrido con los periodistas contando anécdotas, curiosidades y chascarrillos sobre los retratos, mezcladas con el yo. Estrella de Diego, catedrática de Historia del Arte, escribe un texto sólido sobre el retrato en el catálogo editado por los Amigos de la BNE.

         Vitrinas con libros, documentos, manuscritos de los escritores completan la muestra y un video en el que se comentan los distintos estilos y materiales de los retratos expuesto.

         Entre los asistentes a la inauguración se encontraban María Kodama: el fotógrafo Javier Abella; Miguel Ángel Cortés; Carlos Franco; Hernán Cortés; Javier Lostalé, García-Alix; Ana Vicente o Virginia Villalobos.

        


         

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