viernes, 14 de noviembre de 2014

Pedro Provencio, Lectura Poética en “Favorables” de Centro/Centro en Madrid




Pedro Provencio


Julia Sáez-Angulo

         El poeta Pedro Provencio ha llevado a cabo una lectura poética de su último libro titulado Terminal, en el ciclo poético de cultura contemporánea denominado “Favorables”, que tiene lugar en Centro/Centro Cibeles de Cultura y Ciudadanía en Madrid. El ciclo Favorables está dirigido por el poeta Juan Carlos Suñén.

         Pedro Provencio (Alhama de Murcia, 1943), poeta residente en Madrid desde muy joven, ha ejercido la docencia y la crítica literaria, si bien afirma que su verdadera vocación es la de la escritura literaria y sobre todo la poesía. Le gusta escribir disciplinadamente desde primera hora de la mañana, “una rutina maravillosa”, según contó a los asistentes a ciclo durante el coloquio.

         Terminal es un libro de diecinueve páginas que acoge un largo poema sobre la identidad del yo y su desdoblamiento sucesivo en un ella y un él. “Es el encuentro del que yo parezco que soy otro”, dijo el autor. “Sólo algún él podría decir que soy yo”, añadió. “Diálogos del tú y del yo, que son el mismo” “La mejor arma contra el yo es el tú. Hay conflictos de identidad y género”.

         Para Suñén, los versos de Provencio son la “poesía de la exactitud”, de la intimidad con poso amenazador y el compromiso.

         Durante el coloquio se repasaron los autores que han escrito largos poemas en un libro como Juan Ramón Jiménez en Espacio u Octavio Paz.

         Entre los títulos publicados por Pedro Provencio se encuentran: Onda expansiva (2012), sobre el 11M; Onda expansiva. Colección Transatlántica, Editorial Amargord, Madrid, 2012; Buenas noticias para el lector de poesía (2005); Ciento cuatro días (2003); Eso y nada (2001); Modelado en vacío (2001); Deslinde (1995); Embrión (1991); Tiempo al tiempo (1991) o Es decir (1086).

         El autor ha ganado diversos premios de Poesía como el Gabriel Celaya, de Jaén; el Francisco de Quevedo del Ayuntamiento de Madrid, 1982 y el Luis de Góngora de la diputación de Córdoba 1986.

         Interesante lectura/recital de poesía. ¡Lastima que la acústica del hermoso recinto de la antigua capilla desafecta al culto del actual ayuntamiento, tenga una acústica deficiente. Las sirenas de bomberos o del SAMUR, así como el tráfico, se oyen en exceso.




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