jueves, 26 de febrero de 2015

AMBIENTACIÓN DE LAS MORADAS DE SANTA TERESA DE JESÚS, EN LA OBRA DE ANA QUERAL EN VILLANUEVA DE LA JARA



           

Éxtasis de Santa Teresa, por Tamara de Lempicka
(Museo Soumaya. México DF)



Ana Queral


Algunos se preguntan ¿qué son LAS MORADAS? 

Es la obra culmen de Santa Teresa de Jesús. Escrita y dirigida a sus Monjas Carmelitas Descalzas a los 62 años de edad, cinco antes de su muerte. Trata de su propia experiencia ascética y mística hasta llegar a ser una con Dios.

Dice que el alma es un CASTILLO INTERIOR de siete etapas de conocimiento, purificación, introspección y entrega.

Esta exposición es el fruto de mi lectura y meditación. Me basé en la rica simbología que utiliza la santa para explicar sus estados de gracia. Todo y cada una de las cosas representan algo espiritual y, para entenderlo mejor, puse algunas de sus frases  que propician la meditación.

 No se trata de un museo  para ver cosas bonitas o feas, o decirme gusta o no me gusta. Es una ambientación religiosa, católica, apostólica y romana que ofrece al espectador la posibilidad de disfrutar, según mis conceptos estéticos, de los caminos por donde transitan las almas que buscan a Dios con sinceridad y constancia.

Me han pedido que explique algunos símbolos y allá voy: 

En La PRIMERA MORADA entramos al CASTILLO INTERIOR de nuestra alma por LA PUERTA que es la oración. Está adornada con el rosario, la cruz y la luz de Cristo que ilumina nuestro recorrido.

En el evangelio de San Juan está escrito: “En la casa de mi padre hay muchas moradas” y Santa Teresa lo complementa diciendo: el alma es como un castillo diamantino, frágil como el cristal y donde hay muchas moradas. Por esto, a los costados hay varios aposentos más.

La santa clasifica a las almas en dos categorías:
Las que están en ESTADO DE GRACIA  y las que están EN PECADO MORTAL.

Las Almas en Estado de Gracia  forman una colmena, se conocen entre sí y laboran juntas para el bien de la comunidad. Lospequeños espejos colocados entre las celdilla sirven para comenzar a saber quiénes somos y adónde vamosEs conveniente, como lo hacen los insectos, alimentarnos de agua cristalina y pura para ser como elárbol que da buenos frutos.

En cambio, las Almas en Pecado Mortal no dan frutos porque, además, no quieren ver la luz de Dios; es como si colocasen un paño negro en una ventana. Hay un amargo vacío existencial, una falta de sentido de la vida que conduce a la confusión. Son almas soberbias y envidiosas; sabandijas cómplices de los demonios que no pueden entrar al Castillo. Viven y mueren en un mundo de mentira y falsedad. Por eso las coloqué gravadas debajo de la puerta de la oración.Pero la bondad de Dios es como un Sol que alumbra a todas sus criaturas.

En la SEGUNDA MORADA, las alimañas dan mucha guerra. Las presento como una enorme serpiente enroscada y en movimiento que constantemente intenta hipnotizar y seducir a las almas que buscan a Dios.

Santa Teresa afirma que la mejor arma para vencerla es LaCruz de Cristo. Caminar en la humildad y en la penitencia deja huellas que eliminan todo mal.

 En esta etapa, la santa insiste en el conocimiento propio, en el conocimiento de sí mismo. Para ello coloqué un espejo recto yotro curvo, en donde se refleja nuestro cuerpo y la posibilidad de descubrir la verdadera realidad del ser. 

Según ella, hay tres tipos de almas que pueden quedar estancadas como sacos o bultos, acostumbrados al sufrimiento sin fe, que no llegan a lugar alguno. Son los tullidos, los sordomudos y loscautivos,  y están en el conjunto de arte-objeto que llamo “Los Seres”.
Los tullidos no se esfuerzan lo suficiente para liberarse de la carga y quedan paralizados como sacos de patatas.
Al no poder escuchar, los sordomudos tampoco hablan; con esfuerzo se comunican con los demás.
Y los cautivos, son los que están aprisionados en sus propios desórdenes.

Todas son almas que aún no dejan los pecados veniales, pero ya sienten en su vida interior la influencia del Señor y desean luchar, esforzarse y aliviar su carga.  Saber escuchar es la primera gracia que reciben en su camino hacia la  luz.

            La TERCERA MORADA es el CAMINO DE LIBERACIÓN, una espiritualidad más profunda y auténtica de oración, penitencia y recogimiento, como lo practicaban, en la antigüedad, los ermitaños de El Monte Carmelo.
  
            Una etapa de esfuerzos y de lucha interior y lo represento en la pintura de las “Almas Grises” que posa sobre un camino accidentado y misterioso, pero también, de purificación y disfrutes espirituales. 

             Santa Teresa nos recuerda al joven rico del evangelio que feliz se presentó ante Jesús dispuesto a seguirlo. Nuestro Señor le dijo que dejara todos sus bienes y el joven entristeció porque era muy rico. Le contuvo el miedo de perder su bienestar económico, porque no entendió lo que significa entregarse a Dios.

           En este camino iluminado se contempla la sabia creación frondosa de vida y esperanza,  a pesar de las acechanzas del demonio. Hay un cuadro verde con una luz en el centro, imposible de mirar fijamente, porque a  Dios se le ve con los ojos del alma y a través de la naturaleza y de Su palabra. A Él no se le conquista, se le abre la puerta.          
                    
  la CUARTA MORADA entran las almas privilegiadas. Santa Teresa le llama la   ORACIÓN  DE  RECOGIMIENTO  o losGUSTOS  Y  CONTENTOS  EN  LA ORACIÓN.

Aquí ya experimentan los principios de las influencias divinas y se deleitan con las gracias misericordiosas que reciben de Dios. Lasmanos de cerámica que coloqué saliendo del muro, sostienen esa luz encendida capaz de ensanchar el corazón y fortalecer los sentidos. No está la cosa en pensar mucho, dice la santa, sino en amar mucho.

Comienzan las cosas sobrenaturales y viven la presencia de Jesús. Algunas lo ven, escuchan Su voz y la obedecen con actos de caridad, y glorifican y bendicen a su Señor por tanta bondad y sabiduría.

El alma trasciende la materia y le da su verdadero valor. Lafigura transparente es el Espíritu de Dios que va más allá de toda densidad que, en este caso, es un muro de ladrillos. Sólo los auténticos valores humanos ascienden hasta lo infinito.

También está presente La Virgen María, cuya imagen pintamos Elisa Mancini y yo. Es una fuente de agua viva, Madre de nuestro Señor Jesucristo, manantial interminable de bondad y de entrega sincera, capaz de saciar la sed de amor que todos llevamos dentro.

 Muchos son los llamados y pocos los escogidos, dice el Señor, porque a la QUINTA MORADA entran las almas predestinadas por Dios. Santa Teresa le llama ORACION DE UNIÓN.

Nos recibe la escultura de la santa Madre realizada por Don Luís Codina.  Camina con la cruz en alto, siempre segura hacia delante.

Escribe que, cuando su alma reconoció la grandeza de Dios y se arrepintió profundamente por haberlo ofendido, comparó su insignificancia con la de un gusano. Este acto de humildad renueva la vida, así como lo hace el gusano dentro del capullo: Prepara el proceso de interiorización y conversión.

Durante esta transformación se revelan muchas verdades divinas; entre ellas, el gran tesoro escondido que es Dios en el centro del alma.

Cuando la crisálida llega a su tiempo, surge un nuevo ser, unamariposilla llena de Espíritu Santo. Vuela libre y feliz porque el amor de su Rey ha quedado impreso en su alma como la huella en la cera, pero aún no sabe donde posarse. Es una sierva sedientaenamorada del Señor y dispuesta a unirse a Él. 

La  SEXTA MORADA es EL COMPROMISO ESPIRITUAL y se adjetiva como LA NOCHE OSCURA.

Parece que no basta tener sólo el deseo de unirse a Dios. Desde el Génesis, al hombre se le reveló esta necesidad de unión. Santa Teresa menciona el “Sueño de Jacob”, donde había una escalera que unía el cielo con la tierra y por donde subían y bajaban muchosángeles.

Aquí el alma se compromete concientemente con el Amado y está dispuesta a cualquier prueba, hasta poner en riesgo su vida. Sabe, como San Pablo, que su espíritu está presto al amor de Dios pero que el cuerpo la lleva al pecado. Esta lucha entre cuerpo y alma lo expreso en la serie de pinturas abstractas, en donde el color sale de los límites del cuadro.

 El fresco del Padre Pedro Tomás de la Virgen del Pilar que pintó en 1933, es un Cristo Crucificado. Ante Él finalmente se posa la mariposilla enamorada y acepta cualquier sacrificio, hasta la muerte, como lo hizo Jesús por amor y obediencia a Su Padre.

En esta dura prueba Santa Teresa experimentó toda clase de situaciones: levitación, escuchas, tentaciones, visiones, éxtasis. A ella misma le cuesta trabajo explicarlo y escribe que sólo Dios sabe lo que ocurre a estas alturas, pero en nada es parecido a lo que sucede en el mundo.

Además, tranquiliza a sus monjas diciéndoles que no hay por qué temer. Aunque el cuerpo termine casi destrozado, el dolor es sabroso y se adquiere una enorme sabiduría y un gran conocimiento de los misterios divinos. Sin embargo, no se busca;  es un regalo de Dios que lo da a quien quiere, como quiere y cuando quiere. 

El MATRIMONIO ESPIRITUAL tiene lugar en la SÉPTIMA MORADA y última.


Ya no son dos sino Cristo que vive en ella y la llamahabitación de oro.  Por eso la pinté de este color.

Santa Teresa explica que el estado de éxtasis es similar a uncarbón encendido que penetra hasta el fondo del alma. Bajo este tema, realicé un mural abstracto sobre la chimenea con tres colores:negro como el carbón, el rojo del amor y del sufrimiento, y el blancode la pureza. Con el pan de oro represento a Dios.

A los costados de las ascuas que calientan el hogar, hay dosvitrinas: una de Marta y otra de María. Ambas se refieren a la visita de Jesús a la casa de estas hermanas. Recordemos la escena:
 Marta estaba muy ocupada en la cocina y María sólo escuchaba a Jesús. En eso, Marta viene hacia el Maestro y le dice un tanto enfadada: Dile a mi hermana que me ayude porque está sentada sin hacer nada. Y Jesús le respondeMarta, Marta, te afanas por las cosas del mundo, mientras que María ha escogido la mejor parte.

Tal vez todos tenemos algo de Marta y de María. Nos afanamos por las cosas  del mundo y nos preocupamos por ellas, pero lo fundamental es la palabra de Dios.

Hay una pequeña escultura de Luís Codina. Representa a Santa Ana que lee un libro a su hija, la niña virgen María. Así, con este calor de madre se siembran las raíces del Amor de Dios.
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Déjense llevar, relájense, porque, como dice la santa, estas obras interiores son suaves y pacíficas.


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