sábado, 7 de marzo de 2015

Trilogía teatral sobre Euskadi. Estreno en la CNC-Sala Mirador de Madrid



Del 1 al 15 de marzo






Julia Sáez-Angulo

'9.03.15.- Madrid .-La trilogía sobre Euskadi, puesta en escena por el espectáculo Proyecto 43-2, que comparte nombre con la compañía que dirige María San Miguel, se presenta en la CNC-Sala Mirador de Madrid. Una propuesta que nace en 2011, como iniciativa artística y pedagógica sobre el dolor causado por el terrorismo en la sociedad vasca.

La dramaturgia impecable es de María San Miguel y Julio Provencio. El reparto a cargo de Ruth Cabeza, Aurora Herrero, Alejandro López Tejedor, Pablo Rodríguez y María San Miguel.

Itinerante por varias ciudades, Proyecto 43-2 ha obtenido éxito de público y de crítica.

El montaje se conforma como la primera parte de una trilogía sobre Euskadi, la convivencia con el “otro” y la memoria colectiva. La compañía trabaja y pretende establecer una nueva forma de entender la realidad social utilizando como medio el teatro y el diálogo conjunto con el público.

Proyecto 43-2 lacera el alma del espectador. Las secuelas del terrorismo, de la muerte en definitiva como primer derecho humano del que derivan los otros, son tan prolongadas en los otros, las víctimas colaterales del muerto, que parecen difícil, cuando no imposible, de superar. Esta obra trata de ello con justeza y ecuanimidad.

La obra no menciona la palabra terrorismo, Euskadi, verdugo o víctima, como si quisiera hacerse universal. Solo una vez se dice “vasco”.

Los actores se meten a fondo en la piel de la viuda e hijos del asesinado, los que políticamente opinan lo contrario y no tienen manchas de sangre sufren otro tipo de dolor ante la cercanía de las víctimas. Todos llevan el estigma que deja el doble jinete del Apocalipsis, la guerra y la muerte.

         Más que el diálogo de los personajes, interesa la corriente de conciencia que se pone de manifiesto en las reflexiones de introspección de los cinco personajes. Pensamiento y evolución del mismo ante los hechos. Posiciones y posturas humana que no siempre tienen por qué coincidir.
         Hay cierta belleza en el “diálogo banal” que prepara para el discurso intenso. Se percibe la carga de profundidad del pensamiento más allá del gesto y la palabra. Los silencios entre las palabras son elocuentes como aquellas.

         En suma, una obra hermosa que invita a la convivencia sin moralina fácil. Un fragmento de vida tensa en escena. Un clímax en la repetición final y obsesiva de los antagonistas, para terminar con una bocanada de esperanza al compartir lo que se tiene en el txoko familiar.

El segundo espectáculo de la trilogía: La mirada del Otro se estrenará en el festival Surge de la Comunidad de Madrid, el 9, 10 y 11 de abril en la Cuarta Pared.

         Estamos llamados a convivir, a cerrar heridas, al perdón y a pasar página. Verdugos y víctimas del terrorismo no están al mismo nivel, pero en los estratos intermedios que interfieren hay un lastre que conviene administrar con elevación de miras.





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