viernes, 7 de agosto de 2015

"INCÓGNITAS.Mujeres de izquierdas en Gran Canaria: 1931-1939", un libro de interés





                                         Víctor Morales Lezcano

Ha llegado a mis manos un sólido trabajo de investigación titulado INCÓGNITAS. Mujeres de izquierdas en Gran Canaria: 1931-1939 (Le Canarien ediciones, 2014). Su autor, Agustín Millares Cantero, colega, paisano y, no obstante ello, amigo. Y aunque en mí, como en tantos otros profesionales, la especialización de estudioso e investigador me ha conducido por otros senderos y horizontes, ello no me ha impedido sopesar con detenimiento las más de cuatrocientas páginas consagradas a INCÓGNITAS.

Millares Cantero es, desde hace años, un puntal de la historiografía canaria, pero lo es de aquellos que saben enmarcar con amplitud lo histórico concreto. En esta ocasión, se trata de  figuras de mujeres grancanarias que -desde la prensa algunas; desde la enseñanza primaria (maestras) otras; dentro de las organizaciones obreras, muchas de ellas; y en cuanto apoderadas del Frente Popular proclamado en febrero de 1936 en toda España- recibieron con júbilo el advenimiento de la República de Abril en 1931 y apostaron activamente porque se hiciera camino al andar.

Agustín hace gala del mejor positivismo historiográfico cuando recupera a través de la prensa, referencias orales y de fuentes eruditas, los avatares de aquellas mujeres concluyendo con el procesamiento impío de varias de ellas al vencer el gobierno de Burgos a la república de Madrid-Valencia en abril de 1939.

Una aportación de género y de mano maestra, esta de Millares Cantero. Con una particularidad singularísima que el autor mismo confiesa cuando escribe que “saber quién estaba detrás del muy repetido apodo de Addy fue un trajín digno de los detectives literarios con las mejores credenciales. ¡ Y luego resultó que Josefina García Miranda (Addy) era [tía-abuela] del estimado colega y amigo Víctor Morales Lezcano! Para que vengan a sugerirnos que la investigación historiográfica no depara en ocasiones aventuras novelescas”.


En efecto, Addy, fue la única hermana de mi abuela materna. A Addy yo la recuerdo con claridad hacia los once, o doce años, que yo podía haber cumplido cuando ella falleció, dejando una estela singular de periodista “avanzada”  -republicana federal y feminista avant la lettre-  en la ciudad de Las Palmas y del Puerto de La Luz.


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