sábado, 21 de noviembre de 2015

Carme Elías “Al Galope” en el Teatro Español, un monólogo sobre Diana Vreeland




 Carme Elías


Julia Sáez-Angulo

         22/11/2015.- El diablo se viste de Prada fue la película de éxito  que narraba la vida de Miranda Priesley, inspirada en Ana Wintour, editora de Vogue. El Teatro Español en Madrid ha puesto en escena un monólogo de la actriz Carme Elías, editora, que interpreta al personaje real e histórico de Diana editora de Harper´s Bazaar y Vogue.

         El texto es de Mark Hampton y Mary Louise Wilson –que la interpretó en Broadway de Nueva York en 1995-, traducido por Joan Sellent, bajo la dirección de Gido Torlonia.

         La obra se desarrolla tras el despido a os 70 años de la célebre directora de publicaciones de moda, que regresa a Nueva York tras una gira de cuatro meses de vacaciones y descanso por Europa.

         El personaje interpretado por una ágil Carme Elías se dirige al público y comparte con él sus deseos de emular triunfos y alguna confidencia sobre su nueva situación, donde no abunda precisamente la liquides dineraria y hay que echar mano de los criados para pagar propinas.

         El mundo del glamour y las apariencias que se trata de sostener a toda costa, sin darse cuenta de que el tiempo ha pasado para todos, que los años no perdonan y cada cual tiene su propio tiempo, incluido el modista Cristóbal Balenciaga, que cerró sus tiendas para siempre con fuerte impacto para muchos del circuito, incluida Diana Vreeland.

         Retirarse a tiempo es un arte de inteligencia y humildad que no todos saben hacer.



         Correcta la puesta en escena, donde la elegancia de Carme/Diana lo llena todo. La moda es un mundo extenuante viene a confesar el personaje que trabajaba horas en s despacho y no salía ni siquiera para almorzar, conformándose con un sándwich. Había que ver más de cinco mil fotografías que significaran algo para ella a la hora de publicar.

         Diana, cazadora de la belleza, recuerda los momentos de encuentro con gente importante como Coco Chanel o Elena Rubinstein, que si no fueron felices, sí al menos se sintieron con el cetro del poder en su propio campo.

         Carme Elías está espléndida en su papel. De vez en cuando la traducción chirría con un léxico afectivo o malsonante,  que desentona un tanto con la estética de los años 30 del siglo pasado; también algunos momentos en la dicción de palabras como “peonias” (sin acento; quizás fuera puntual) o la pronunciación francesa de Neuilly (sur Seine), el célebre barrio exterior parisino, donde reside cierta burguesía.

         La obra se prorroga ante la aceptación del público, hasta el próximo 6 de diciembre.


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