lunes, 18 de diciembre de 2017

Alfonso de Torres expone su pintura en Aspagallery de Madrid








       18.12.17 .- Para Alfonso de Torres viajar y pintar son actividades igualmente queridas, en grado tal de igualdad que desea verlas fundidas en una sola. LARGO RECORRIDO es el intento, con las técnicas y los modos ya aprendidos, de plasmar la satisfacción por haber vivido los lugares que tenia presentidos y reconocerse en ellos. Lograr algo artísticamente consistente a partir de esa experiencia necesita de cierta densidad cultural que este autor consigue por absorción en la atmosfera de exposiciones y museos, así como en el seguimiento casi fanático de ciertos autores contemporáneos. Y son reconocibles; ahora, quien note la presencia de Hockney, Gordillo y Arroyo dentro de los cuadros de Alfonso no irá descaminado y quien sienta la esencia de Cy Twombly será afortunado.

Esta exposición selecciona obras de 2017 que realiza al óleo sobre  tres distintos soportes finales: tabla, papel y tela. El punto de partida es el collage de un papel impreso con alta calidad de una imagen digital basada en otras imágenes previamente pintadas o fotografiadas por él. El autor con diferentes encuadres habla de la generalidad de la aventura, nos traslada fuertes sensaciones dinámicas y nos detiene en algunos lugares. En una evidente estructura compositiva abstracta construye el relato por medio de iconografía propia, asignando y enlazando a cada plano un tiempo, una perspectiva. Rojo, negro y ocre son fundamentales. Verde, azul y blanco, son los colores de brillo y luminosidad que  incorporados como línea y grafismo individualizan las piezas.

Boris Groys confirma la contemporaneidad de la pintura de Alfonso de Torres, como se puede leer en el capítulo de “Modernidad y contemporaneidad: reproducción mecánica vs digital”:

El proceso de globalización y el desarrollo de las redes de información que nos informan de eventos que tienen lugar en cualquier parte del mundo en tiempo real conducen a la sincronización de diferentes historias locales- Inmediatamente el espectador, al margen de la exactitud, reconoce en los cuadros que se  trata de la percepción que el artista tiene de lugares lejanos y entiende que se desplazó allí para completarla sensorialmente. Nos devuelve la imagen limpia de pesadas capas de subjetividad, des-localizada, estableciendo así la diferencia entre original y copia.

LARGO RECORRIDO es una selección que resulta suficiente, al tiempo que se nos hace corta. Podemos enseñar un material heterogéneo, principalmente cuadernos de apuntes y  libros de artista donde se genera el repertorio utilizado y se descubre el trasfondo irónico que le da sentido.
Como en el buen cine, deseas que la proyección se alargue un rato ya que conoces la construcción de las escenas y sus elementos, mismo. Tal vez queda al espectador la satisfacción de salir  a la calle y añadir alguna imagen más.

Alfonso de Torres Guajardo (San Sebastián, 1960) inicia su carrera artística en los años 80, realizando varias exposiciones individuales y colectivas, especialmente en Madrid, donde reside, destacando entre sus muestras personales las celebradas en la Alianza Francesa y galería Santa Bárbara (1996), galerías Desirée Lieven (1999) y Elvira Carreras (2000), Sala del Ayuntamiento de Navacerrada (2009) y galería Orfila (2011).

Su neo-abstracción toma como referencias iniciales el informalismo y el expresionismo abstracto norteamericano, si bien un carácter abierto, en el que el azar juega un importante papel, da lugar a otros encuentros: desde una comprensión collagista de la composición hasta la insistencia en el gesto caligráfico de ascendiente oriental, que en sus más próximas resonancias europeas y fauvistas, resume una alegría de vivir, un gozo por lo imprevisible. En esta línea evolutiva, actualmente incorpora además, elementos figurativos que se superponen a formas abstractas explorando nuevos caminos.

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