martes, 27 de marzo de 2018

Sole Hidalgo de Jaume Ponseti celebra su cumpleaños en el Gran Hotel de Soller


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 Sole Hidalgo, de rojo y oro, entre un grupo de invitadas


Julia Sáez-Angulo

            27/03/18 .- MALLORCA.- Soledad  Hidalgo, Sole para todos, ha celebrado su cumpleaños en el Gran Hotel de Sóller, con un rico y variopinto elenco de amigos, que iban desde doctores en Medicina hasta poetas, pasando por guardias civiles y mosén Jaime. “Aquí no se le llama mosén, sino cura, como en la península”, explica Mateo Jaume Ponseti, esposo de Sole, y me aclara a mí que soy una advenediza mesetaria de Castilla. Mateo, que adora a su mujer estuvo en todo momento atento y cordial para los numerosos invitados al acto, que más parecía una boda que cumpleaños.

            La mallorquina Sole, granadina de pura cepa, con belleza racial morena de sus raíces –Julio Romero de Torres la hubiera requerido para modelo- estaba radiante y feliz, vestida de rojo y oro como una emperatriz de la China, recibiendo con sonrisa franca a todos sus invitados y recibiendo una montaña de regalos que iban desde pañuelos de seda y bolsos de piel, hasta unos apuntes abstractos de la pintora Araceli Alarcón que le encantaron. La alegría de Sole y Aracely al saberse las dos granainas fue tremenda. Es el secreto de la cuna. Sole le encargó un paisaje de la Alhambra a la pintora paisana, porque es una coleccionista de arte ecléctica.

            ¿Qué quien es Sole?, pregunté. Es una mujer inteligente, graciosa, amable, afable, presente en toda fiesta o sarao mallorquín que se precie. La hostelería es su medio de vida. Sin ella las reuniones y fiestas mallorquinas no tienen gracia ni sal. Lo mismo se le ve en degustaciones de alta gastronomía que en las reuniones de los Polillas, recitales de poesía, exposiciones, procesiones… Ella es omnipresente y necesaria. Si no existiera, habría que inventarla. Sole es Sole, me explicó un comensal cercano y me quedo con esa tautología que me hace pensar en la Carmen Lomama de Madrid.

            Encarna Hidalgo, hermana de la festejada, saludaba con igual entusiasmo y atenta a mis preguntas me informó, que en breve saldrá su primera novela Triana, editada por Punto Rojo. Mayte Spínola, directora del Grupo pro Arte y Cultura, PAC, la presentará, Dios mediante, en el Círculo Mallorquín de Palma, maravillosamente reflotado en su espíritu amplio y liberal por Ignacio Deya, también presente en la fiesta. Sole es miembro del Círculo. Encarna y yo conversamos sobre la posibilidad de presentar su novela en Madrid más adelante.

            Después de un aperitivo de jamón y vinos en la terraza, el menú de la boda, quiero decir del cumpleaños de Sole Hidalgo, fue: ensalada del Gran Hotel con queso de cabra; bacalao a la mallorquina (un diez en calificación gastronómica), lechona con patatas y ensalada, y Solleric.  Los vinos Ángel de la tierra regaron los gaznates

            Todos festejamos a Sole Hidalgo al final del banquete: uno con una jota; otro con canción andaluza; otra, una romanza… Rafa Calle  -que va a ser nombrado en breve y en Madrid, director o presidente de la Academia Española de Poesía- recitó un poema en honor de la anfitriona. La propia Sole entonó agradecida el Oh sole mío! No canta tan bien como su hermana, la conocida soprano Inma Hidalgo, pero estuvo voluntariosa  y aceptable. La aplaudimos a rabiar.

            Entre los invitados, célebres y/o famosos: las pintoras Chus Fernández de Gabilondo, Ascensión Verd y Aracely Alarcón, el caricaturista Antonio Dibiloni, el periodista Xisco Barceló; el Doctor traumatólogo Antonio Canyella; Susana Hidalgo, tercera hermana de Sole; el empresario Andreu Galabert… y otros muchos que mi ignorancia mesetaria impide transmitirles a ustedes. ¡Qué bien lo pasamos!

            Todos continuaron en la sala del piano, donde seguramente se tocó, bailó y cantó hasta la madrugada, pero una, que ya tiene sus años, se retiró a sus aposentos privados. Además hoy miércoles tengo que impartir la conferencia 2000 obras de arte para Camilo José Cela en el Círculo Mallorquín.

       A la salida Mateo Jaume nos recomienda visitar la exposición de arte en el Hotel Es Robelar, en el centro de la isla. "Tiene una colección de grabados de Picasso, que hizo para Cela", me informa.


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              Sole nos convocó a todos de nuevo para el 26 de mayo, fiesta de los mantones. ¡Lastima que aparcar en Soller es casi imposible!, ni siquiera más allá de la fuente de los patitos.





Chus Fernández de Gabilondo, Julia Sáez-Angulo e Ignacio Dejà

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