martes, 2 de julio de 2019

Cristina Bergoglio, Poeta Invitada por “La Mirada Actual”



Cristina Bergoglio



L.M.A.
Fotos: Omiste
            2/7/19 .- Madrid .- María Cristina Bergoglio de Matta(Córdoba, Argentina, 1967), residente en Madrid. Arquitecto y pintora, ha desarrollado su visión plástica, literaria  y científica desde temprana edad. Toma la decisión  de desarrollar su carrera artística en Madrid. Allí comienza la investigación alrededor del paisaje urbano como consecuencia de sus estudios como arquitecto y del tango, por amor a sus raíces y a la danza. Estudia pintura en el Taller del Prado de Madrid, bajo la tutela de Francisco Molina Montero y estudia la obra de Alejandro Quincoces, de quien recibe influencia. En literatura ha incursionado en los géneros cuento, poesía, ensayo y artículo periodístico y  sobre todo en la prosa poética, cuyo trabajo ha contado con el apoyo del escritor español Francisco Umbral, quien la orienta a profundizar en ese inusual género literario. 
En pintura  sigue trabajando en paisajismo urbano y arquitectura. Sus ensayos  están enfocados a la investigación del potencial creativo de la mente humana a través del estudio de la física cuántica y los últimos paradigmas científicos, tema en el que lleva investigando y escribiendo más de 25 años. 
Autora de Vivir Renaciendo, un ensayo que explica las causas del sufrimiento humano y como trascenderlo. Autora del libro de prosa Poética ilustrado con sus obras: El Estigma Urbano de Sial Ediciones. Ha ganado diversos premios literarios, entre los que se destacan Premio de Poesía en 1996, de la Asociación Argentina de las letras y artes. Premio Federico García Lorca del Ayuntamiento de Parla. España. 
PROSA POÉTICA
            El hombre hurga en los asfaltos de la noche.
La calle y las fábricas suceden fuera. Las familias, los amigos, los hijos han sido excomulgados del paisaje. Nada salvo la mudez del lienzo, conspirar a romper esta música.
El hombre entorna los ojos y revuelve la sangre. Unta sus manos en aceite y pigmentos. El color le  va conjurando su última instancia. Él , que es un dócil acreedor de nadas, que regresa de ser masacrado por el tiempo, que nada puede perder salvo a sí mismo; recobra su estatura en el  espejismo del lienzo y pinta y pinta como si ello le  salvara. Como si ello le lavara los callos del rostro.
Es pantera perdida en el fango, es río que de tanto volcarse se va secando. Un pre-dios, un ultrahombre, animal en celo.
Atrás queda la realidad perpleja. En la pintura el hombre la ha exorcizado, le ha  colocado aristas de aire, le ha  inventado narices a los árboles, pies a la  tierra, brazos que cuelgan de los techos.
En el cuadro ha nacido una nueva fauna, algo no humano que perpetuará en el hombre.. Una raza hecha de color y sudores, ungida en soledad, concebida bajo la gracia de la noche. El hombre se quedará auscultando en el cuadro esa nueva carne profunda, triste copulación del color con la forma.
Quizás el cuadro sobreviva al hombre, quizás muera antes siquiera de ser mirado. Luego de esta magia el hombre deberá volver a charlar con los pueblos, a limpiar las ropas, a colgarse la ciudad en el cuello. Lo esencial: lo creado, ya le ha  sucedido.

 Cristina y la consul argentina Moira Wilkingson
Cristina junt a Julio Mendoza, director de cine

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