viernes, 26 de mayo de 2023

DE POESÍA, FLORECILLAS Y MURMULLOS DE LOS ARROYOS.

Emilio Porta, escritor

L.M.A.

            26/5/23.- Madrid.- El escritor madrileño Emilio Porta, vicepresidente de la Asociación Española de Escritores y Artistas, AEPE; protesta siempre que ve poesía inane de flores y pájaros, cuando a veces se cuela en “La Mirada Actual” o en cualquier foro literario. No lo puede resistir. Para él, la poesía es un género literario, no meramente contemplación y éxtasis y, además, piensa que el fondo es importante y la forma debe acompañar al fondo. Cuando le recuerdo el dicho de Gabriel García Márquez, de que en la literatura hay soles, lunas y estrellas, no le convenzo. Reproduzco aquí algunas cosas de nuestros correos particulares pero que valen como elemento de discusión y reflexión.

“No se puede caer en los tópicos que, desde el tardo romanticismo, que tanto caló en España a partir de Bécquer, al que admiro y sé que su obra es espléndida, ha deformado el concepto de lo "poético", haciendo que un género literario se convierta en un conjunto de cursiladas. Los "poetisos", es la expresión que mejor les cuadra, se han quedado en las golondrinas y tratan de imitar los "efluvios" y los murmullos de los arroyos con poemas manidos, repetidos, faltos de conocimiento del lenguaje, tópicos continuos. 

Esto no lo pienso yo solo: lo piensan grandes escritores y poetas de todos los tiempos, desde Pessoa, a Eliot, Cavafis, Vallejo, Valente, Gil de Biedma, Celaya, Blas de Otero, Leopoldo de Luis, Siles, De Cuenca, etc. También piensa lo mismo, Enrique Gracia, que es uno de los mejores poetas actuales, no porque sea mi amigo, sino porque demuestra en sus libros que TODO ES OBJETO de la Poesía, que los meros sentimientos no son poemas, que una puesta de sol y unos pajarillos volando no son lo único que puede ser tratado, como algunos/as creen, por el género poético. Tú misma y yo mismo lo demostramos en muchos de nuestros poemas. Hay una terrible CEREMONIA DE LA CONFUSIÓN en torno a lo poético. Ya está bien de florecillas, de murmullos de los arroyos, de labios encendidos y corazones partidos, esto lo digo con una sonrisa, porque la canción es otra cosa.

Voy a contarte una anécdota de Don Miguel de Unamuno. Paseando con un joven poeta, o así lo pensaba el muchacho, por los alrededores de un estanque, le preguntó el aspirante a poeta: "Don Miguel... ¿que son esas flores tan bellas en el agua?" Y Unamuno le contestó: "Nenúfares... eso de lo que tanto habla Ud. en sus poemas". 

Y respecto al verso: Calderón escribía en verso... y Segismundo jamás fue tan cursi... En su obra había pensamiento, como la hay de crónica, sin ir más lejos, en el primer gran poema de la Literatura española, El Cantar de Mio Cid, o en ese gran poema sobre la existencia que son las Coplas a la Muerte de su padre, de Jorge Manrique.

Y es que muchos escriben y no han leído nada, la gente ha leído muy poco, y creen que poesía son los versos del soldadito a su novia o de la lánguida señora (o caballero) mirando por la ventana las dalias de su jardín. No tengo nada contra la naturaleza, Dios me libre, ni contra las abejas, los prados y los álamos. Solo que la Poesía, el género literario poético, es otra cosa. Además, si se utilizan esos elementos, lo menos que se puede pedir es que se utilicen bien y que el poema esté bien escrito. Como, sin duda, hizo Bécquer.

Al escritor hay que pedirle algo más. Porque escribir tiene parte de don, pero también de oficio. Y, como el carpintero conoce y trabaja la madera, el escritor – y el poeta es un escritor, no solo un individuo que siente y aspira los aromas de la vida – debe conocer bien su oficio. Solo que la madera, en este caso, es el lenguaje”.

Emilio Porta, escritor

7 comentarios:

  1. Pues, ¿qué puedo menos, que estar de acuerdo con Emilio Porta? Se puede poetar sobre las dalias o las alondras, seguro; pero la dalia o la alondra llevan su belleza en sí mismas. La Poesía ha de ser, algo más; ha de ser la sublimación del lenguaje. Debe ser capaz el poema de decir en un solo verso que no puedo encontrar su esencia en el hueco de una voz. Máximo Gorki, en su novela "La madre", escribió que había que masticar las palabras como si fueran una miga de pan. De eso se trata; de buscar la palabra justa, pulirla como un diamante, para hallar la faceta que más brille; o dejarla tal como es, sin desbastar. Cuando con una u otra tenga yo algo que decir, tendré el poema (¡No le toques ya más, que así es la rosa).

    Seguiré aprendiendo este oficio tan difícil.

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  2. Emilio Porta siempre acertado. Pero como estar de acuerdo con sus palabras no basta, recomiendo encarecidamente leer sus obras, en especial CORALES, un poemario imprescindible para comprobar que no solo sabe hablar de poesía sino hacerla magistralmente.

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  3. Hace muchos años que Emilio Porta y yo hablamos de estas cosas. Siempre hemos coincidido. Veo con cierta preocupación que muchos jóvenes, incluso de los que venden multitud de libros por tener muchos seguidores en redes sociales vuelven a caer en ese tardorromanticismo de medio pelo aunque, en su caso, suelen añadir alguna palabra más o menos soez para ir de modernos y provocar la euforia de oyentes o lectores, pero no deja de ser la misma poesía inane de la que hablamos. Afortunadamente todo eso son modas pasajeras, es decir que, como toda moda, desaparecerá; lo malo es que caerán en la trampa muchos lectores poco informados y los detractores de la poesía creerán que esos efluvios lo son y seguirán denostándola. Conviene que trabajemos bien y en profundidad para mantener el nivel que hemos heredado de Lope, de Quevedo, de León Felipe, de Machado, de Vallejo y de tantos otros maestros. Leer a Emilio Porta siempre es un un buen ejercicio de poesía auténtica y pensamiento intenso.

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  4. Marejadas Revista
    Totalmente de acuerdo con Porta.
    Gracias por los envíos.
    Buen finde. MAR CAPITÁN

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  5. Firmo todo, estupendo. Me canso de afirmar los mismo. En clases, en talleres, en escritos. Pero bueno, el "poeta" es así, no ve los nenúfares.. Un abrazo para Emilio.
    Carlos Penelas

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  6. muy de acuerdo, pero la anécdota apócrifa que habla de los nelumbos, se refiere, según la leyenda, a Francisco Villaespesa. Mas don Miguel era tan fino, que nunca le hubiere contestado eso. Abrazo, Tomás PAREDES

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  7. Gracias a todos por los comentarios, los puestos a pie de página y los que me habéis enviado por mail a mi correo, entre los que destaco los de Jaime Siles y el profesor Octavio Uña. También sé que Julia ha recibido alguna felicitación más. No es tan importante quien escribe sobre el tema, empezando por mi, sino el tema en sí. Uno se siente mejor cuando sabe que algunos análisis son compartidos por personas de reconocida sabiduría y cultura. Respecto a la anécdota que atribuyo a Unamuno y que, según algun comunicante es de Villaespesa, puede que yo esté equivocado. La verdad es que fue una profesora de la Universidad de Salamanca la que me xontó la anécdota hace unos años y ya se sabe que, en Salamanca, casi todo se agribuye a Don Miguel, tan querido y reverenciado en esa ciudad y su Universidad. En cualquier caso, y cambiando la autoría, hay que reconocer que tiene mucha gracia y es bastante oportuno incluirla en la entrada.

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