Julia Sáez-Angulo
Fotos: Adriana Zapisek y Graciela Grace
3/10/25.- Madrid.- Banderas, banderolas y gallardetes con pañuelos y fulares recibía Ignacio Goitia a sus invitados al “copetín” con el que periódicamente invita a sus clientes y amigos para celebrar sus diseños, nuevos o clásicos, situados en su Art Store de la Plaza de las Salesas en Madrid. Otras veces lo hace en su boutique de Bilbao. En ambos espacios Ignacio Goitia recibe con su amabilidad, caballerosidad y sonrisa a sus invitados -buena parte invitadas- mientras brinda con cava, con todos ellos.
Panuelos, fulares, porcelana, bandejas, almohadones, pantallas, abanicos, paragüeros, broches, gemelos, corbatas, obra gráfica… El diseño de Ignacio Goitia no tiene fin.
La fotógrafa argentina, de visita en Madrid, Graciela Roger, comentó al diseñador que conocía a la familia Goitia de Buenos Aires, si bien Ignacio dijo no tener contacto con esa rama llegada a la Argentina.
El diseño barroco o neoclásico de Goitia se trufa de imágenes pop, dotándolo de una nueva alegría. Lo más plus de Chamberí se daba cita en lo que él llama “el copetín”, y algunos de los fumadores invadían la acera de la recoleta plaza junto al Palacio de Justicia.
El historiador Carlos Sánchez Tárrago compró un abanico para Reme su mujer, que de seguro le encantará. Todos y todas posamos junto a la instalación de pañuelos y fulares, una revolera hermosa, que jugaba con los espejos y también con la sonrisa de Ignacio, el diseñador, siempre presta a recibir, conversar y posar.
Fular de de Ignacio Goitia
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