miércoles, 4 de noviembre de 2009

Consuelo Vinchira expone sus "Refugios" escultóricos en Estampa y otros espacios artísticos




Julia Sáez-Angulo


La colombiana/española residente en Madrid Consuelo Vinchira (Bogotá, 1955) pertenece a la saga de los artistas contemporáneos más conspicuos en la punta de lanza de la investigación plástica. Sus piezas, denominadas “Refugios”, están desarrolladas en buena parte en la tercera dimensión, con diversos materiales como grabados, dibujos, fotografías, cartones y papeles son de una singularidad y audacia únicas. En esta temporada vimos su obra de la autora en la exposición “Fibras”, en el Museo del Traje de Madrid. La artista estudió Bellas Artes en su país natal y actualmente ejerce la docencia en España.

Recientemente Vinchira ha expuesto en tres espacios madrileños: el Espacio Cultura de Ramón y Cajal Abogados, en el Hotel Santo Mauro y en la Librería de la Vida, además de hacerlo en Estampa la Feria Internacional del Grabado.

“Refugios” es el tema de mi obra de los últimos años y en ella recurro a diferentes técnicas que a lo largo de mi recorrido en el campo artístico he utilizado y experimentado”, explica Consuelo Vinchira. “El dibujo me ha llevado a la pintura, desde la que he llegado al grabado, en el cual me he detenido un poco más de tiempo, luego decidí unir ambos medios para incorporar después, tímidamente al comienzo, la fotografía, la cual va teniendo mayor presencia. Todas estas técnicas se han ido configurando en estructuras (esculturas) y en mis últimos trabajos en video instalación”.

”Tanto en las técnicas manuales, como en el uso del soporte informático utilizado, existe la misma necesidad, la búsqueda de la unidad. Pero antes de llegar a la materialización he tenido que buscar en el interior y responder al por qué y para qué. Convocar los sentidos, las sensaciones, y el entendimiento de lo cercano, el espacio vivido y vivenciado. Desde el primer Refugio en que estamos inmersos, todos los espacios no son sino reminiscencias de éste”, añade la artista.

El desarraigo del abandono de espacios familiares

”Pertenece al drama de la vida el que haya que abandonar espacios en los que uno esta inmerso y seguro, sin saber si se va a encontrar en lo nuevo un lugar habitable. Cantidades de población, tanto en el centro como en la periferia, tiene que ser evacuadas de sus “Refugios” y expuestos a un desarraigo”.

“El mundo globalizado, como todo lo concerniente al mundo, tiene su polo positivo, pero también su polo negativo. Según palabras del filósofo Italiano Toni Negri, la sociedad posmoderna posee una herramienta más intelectual, y en su mano está hacer uso de ella para afrontar el polo negativo que es el consumo desmedido (consumo de productos, de imágenes, de propiedades, consumo de bienes artísticos, etc.). Buscar en el refugio, tanto interior, como material, una reflexión que nos lleve a que nuestras vivencias se mantengan en un equilibrio, y que el afán de poseer no nos aleje de nuestros orígenes y de nuestro fin”, concluye Vinchira.
“El filósofo Alemán, Peter Sloterdijk, ve a los hombres y mujeres en el momento actual, como personas aseguradas, que no viven en casa sino en pisos prolongación de la piel humana. Individuos que viven cómodos en el interior de una burbuja en una sociedad individualista en al que se da un corto circuito narcisista, el hombre que no necesita recurrir al otro, creándose la idea de hacer pareja consigo mismo”.

En la feria de Estampa hemos podido ver también obra de diversos grabadores como Miguel Alberquilla en la Galería Quórum; Juan Alcalde, Manuel Oyonarte y Pablo Carnero en el Taller del Prado; Paco Pepe Posada o Raquel de Prada en la galería Rina Bowen.

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