miércoles, 17 de marzo de 2010

El "Guernica" de Picasso ha de quedar en el Museo Reina Sofía, según comunicado del Patronato



L.M.A.


El Patronato del MNCARS en su sesión del día 16 de marzo de 2010, ha aprobado unánimemente la siguiente declaración:

"El Guernica de Pablo Picasso es una obra propiedad del Estado Español, adscrita a la Colección Permanente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, organismo autónomo dependiente del Ministerio de Cultura, como su obra más valiosa y emblemática. Su delicadísimo estado de conservación y su gran formato impide todo tipo de traslado fuera del Museo, razón por la cual esta obra nunca ha sido prestada a institución alguna. Y esa situación no ha cambiado.

Pero, sobre todo, el Guernica es la obra central en la colección del Museo Reina Sofía.

En el Guernica y el Pabellón de la República se dan cita claves fundamentales de la historia del arte que asumimos como distintivas del Reina Sofía, no sólo en el momento actual sino desde los inicios de la historia del Museo. La década de los años 30, que culmina con el Guernica, es desde los orígenes del museo y en todos sus anteriores proyectos museográficos el núcleo central de la colección, concentrando durante los 20 años de vida del museo los mayores esfuerzos de adquisición. El Guernica marca el punto de vista que arroja perspectiva a toda esta época al testimoniar el cierre traumático de la experiencia moderna en España.

En el discurso museográfico del MNCARS el Guernica no se concibe como una obra aislada sino como integrante del Pabellón de 1937.

La extracción del Guernica del contexto del Pabellón y de la propia colección no sólo significaría una traición a su especificidad histórica, sino también el desmembramiento de un conjunto de significado excepcional dentro de la historia de la cultura universal contemporánea.

La obra de Picasso en sus distintas etapas sirve de principio articulador de nuestro discurso, desde los inicios del siglo XX hasta su muerte en 1973. El énfasis en la figura vertebral de Picasso tiene que ver directamente con el significado histórico y político del Guernica. De hecho, la colección del Museo Reina Sofía se caracteriza por incidir específicamente en el compromiso social y político del autor, lo que la hace única entre las de los grandes museos internacionales.

La división entre las colecciones del Reina Sofía y del Museo del Prado, fijada en el Real Decreto 410/1995, del 17 de marzo, establece un diálogo entre el pasado, el presente y el futuro de nuestro país marcando como punto de inflexión la recuperación de las libertades democráticas.

La quiebra de este equilibrio y de este diálogo no sólo afectaría a la definición misma del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y al papel de la cultura contemporánea en la sociedad española, sino que implicaría dejar en suspenso el punto de inflexión que supuso la restauración de la democracia en nuestra historia reciente".


El gran temor de la comunidad científica y de los conservadores de los museos es que los políticos se pongan a manipular las colecciones públicas a su antojo, sin llevar a cabo las elementales normas de la prudencia o los códigos de buenas prácticas. Recordemos lo sucedido con el traslado de los Museos del Ejército o del Traje que pierde la capital de España por decisiones de la Moncloa, sin contar siquiera con la ciudadanía o los donantes que entregaron piezas en la creencia de que iban a permanecer siempre en Madrid. Ni siquiera las autoridades culturales de la Comunidad de Madrid "piaron" por ese doble despojamiento de dos grandes museos nacionales de gran arraigo madrileño. Zapatero a tus zapatos. Los políticos no deben entrar en materia cultural que no les compete.

El traslado del "Guernica" fuera del Reina Sofía sería agitar su fragilidad como la de las pinturas negras de Goya y sobre todo, desbaratar la piedra angular de un Museo de Arte Contemporáneo en España , máxime cuando se han adquirido numeosas piezas de Picasso articuladas en torno al conjunto que pirvota el gran cuadro sobrer los desastres de la guerra. Si ello se produjera, lo más adecuado y conveniente sería una dimisión en bloque del Patronato con su presidenta y director del museo a la cabeza. Si no están en pro del Museo Reina Sofía, ¿en favor de quien están?

Claro que el tema del traslado del "Guernica" también podría tratarse de una maniobra de distración de otros asuntos más puntuales y sangrantes, por lo que se puede resucitar de vez en cuando.

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