martes, 19 de octubre de 2010

La Gran Vía de Madrid en la Pintura de Eugenio López Berrón



La Gran Vía de Madrid, pintura por Eugenio López Berrón



L.M.A.

        19.10.10.- Madrid .- Pintor por excelencia del paisaje urbano, Eugenio López Berrón ha interpretado como nadie en la pintura a la Gran Vía de Madrid, que este año cumple su centenario. El artista prepara una muestra sobre el tema que inaugurará en un futuro cercano. El Palacio de los Serrano de Ávila es otra sede que aguarda una exposición del autor.

     Madrid, Ávila, San Sebastián y Gijón han sido las ciudades españolas más representadas en los cuadros de Eugenio López Berrón (Gotarrendura. Ávila, 1941). Residente en la capital de España, el pintor abulense ha recreado “de norte a sur y de sur a norte la Gran Vía madrileña en todos sus ángulos, con sol, lluvia y nieve para dar distintas visiones y sugerencias del lugar”, explica el autor.

      La realidad es que López Berrón ha recreado Madrid por los cuatro costados y, además de la Gran Vía, ha pintado y estampado en diversos grabados, lugares tan emblemáticos como el Paseo y el Museo del Prado; las plazas de Cibeles y Neptuno; las torres de Kío, cuadro que figura en el Museo de Pintura de Gotarrendura, en plena comarca de La Moraña abulense, y pintura que se ha sido reproducida en un almanaque del gremio de los taxistas de Madrid....

    “Quizás el Palacio de las Cortes de la carrera de San Jerónimo, sea la vista urbana que más haya representado”, declara el pintor. “También el bello ministerio de Agricultura, situado en la plaza de Atocha. Recuerdo que siendo ministro de Agricultura el señor Emilio Lamo de Espinosa, en tiempos de Suárez, quiso comprarme uno de los cuadros sobre su ministerio, que figuraba en catálogo y no pudo adquirirlo porque ya estaban vendidos”. Se trata de un edificio precioso con tímpano en la fachada, tejado de pizarra y esculturas que lo rematan en el aire.
  López Berrón tiene una trayectoria artística plena de reconocimientos, ya que siempre ha vendido muy bien su pintura, lo que le permitió muy pronto dejar la docencia para dedicarse de lleno a pintar. Hoy cuenta con un museo monográfico de su obra en Gotarrendura, su pueblo natal.

Farolas fernandinas y cuadro "Plaza del Callao"

      De la capital de España ha pintado casi todo, desde sus farolas fernandinas del Madrid de los Austria hasta sus casas nobles o edificios institucionales, pasando por las calles pintorescas o avenidas como la Gran Vía. Su cuadro de gran “Plaza del Callao” pintado desde las alturas del palacio de la Prensa, es una de sus obras maestras que bien merece figurar en un museo. La pintura viene a ser como un picado cinematográfico desde la que se aprecia un espacio urbano muy característico del ombligo madrileño. Los tejados y azoteas de ese lugar se representan con minuciosidad real y geométrica, lo que permite un recorrido por los tejados de Madrid, como hiciera el Diablo Cojuelo, personaje de la novela de Ladrón de Guevara.
         “Pinté la plaza del Callao hace dos años cuando había tráfico a su alrededor, hoy es peatonal”, explica el artista. “La ciudad cambia continuamente y los cuadros vienen a ser su testimonio. Las farolas tipo globo de la calle Alcalá, poco antes de Cibeles, también se han cambiado por otras de tipo fernandino”.
       El artista se permite de vez en cuando alguna fantasía pictórica en la que conjunta, dentro de un mismo cuadro, las torres, cúpulas, pináculos y chapiteles de los palacios, iglesias y monumentos de Madrid, ofreciendo un perfil singular de las alturas de la capital de España.

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