Julia Sáez-Angulo
Antonio López ha recibido en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el Premio Penagos de Dibujo, premio que se crea en 1982 en memoria del famoso dibujante Rafael de Penagos (Madrid, 1889-1954), considerado como el más importante representante del movimiento de renovación que se produce en el campo de la ilustración gráfica española durante los años veinte y treinta. El acto estuvo presidido por el académico Antonio Bonet Correa y en el mismo intervino Pablo Jiménez Burillo, director de la Fundación para rcordar que "el dibujo nos acerca a los artistas en el recuerdo de nuestra infancia" .
El galardón, con una dotación económica de 30.000 euros, fue entregado por Alberto Manzano, Presidente del Instituto de Cultura de FUNDACIÓN MAPFRE en presencia de la Infanta doña Elena, que trabaja en dicha Fundación. El discurso de alabanza corrió a caro del profesor Francisco Calvo Serraller.
Desde su creación, el Premio Penagos de Dibujo se sigue convocando anualmente y ha sido concedido a algunos de los más importantes artistas de nuestro panorama actual. A partir de 2008 el premio, que entra en una nueva fase, se otorga como reconocimiento a la trayectoria profesional de un artista vivo de significación nacional o internacional, que dentro de su carrera haya dedicado una atención sobresaliente al dibujo.
Y esta nueva orientación que ha sido muy cuestionada en el circuito artístico y crítico, lo fue también, de algún modo, en las palabras de agradecimiento del galardonado. Antonio López reclamó el antiguo concurso con premio de dibujo en una concurrencia libre de los artistas, al tiempo que se premie a una trayectoria sostenida en el dibujo.
Más sentido social en una convocatoria abierta
“El antiguo concurso tenía un sentido más social”, declaró Antonio López a preguntas de “LMA”. Resulta obvio y es una pena que instituciones como la Fundación MAPFRE se aleje de este sentido de reconocimiento y galardón del que tan necesitado andan los artistas, para caer en los premios que más bien parecen una maniobra de acercamiento a los artistas célebres, ya de por sí reconocidos.
En este tipo de premios, al estilo del Príncipe de Asturias o de Cristóbal Gabarrón, más que mérito social parecen requerir el prestigio y la fama de los galardonados. “Una cosa no quita la otra. El reconocimiento a un artista entregado al dibujo durante toda una vida está muy bien, pero se echa de menos el otro premio esperado por los mejores artistas dibujantes en régimen de competición”, declaró A. López.
En el acto de entrega, algunos fallos de protocolo. Sólo Alberto Manzano y Antonio López saludaron a la Infanta antes de comenzar su discurso. Entre los asistentes, el profesor Matías Díaz Padrón, la conservadora Mar Dorán, la escultora María Antonia Iglesias y la subdirectora de los Museos Estatales, Begoña Torres
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¡Qué suerte que, por fin, algún artista haya dicho lo que es necesario escuchar!
ResponderEliminarMe alegra el apoyo honesto de López a los pintores que estamos en la lucha de hacernos un hueco.
El premio Penagos fue un gran incentivo para muchos artistas noveles... algunos de esos, hoy son artistas reconocidos.
Espero que esto haga que MAPFRE cambie de rumbo con el premio.
Gracias,
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