Kepa Tamames
“Tú también eres un animal”
116 argumentos para la defensa de los animales
Editorial MR Astarté; Madrid, (459 pags)
Julia Sáez-Angulo
El Parlamento catalán ha cometido la contradicción más cínica con la prohibición de las corridas de toros y la tolerancia junto al deseo de blindaje de los “correbous”, las carreras contra los toros embolados de fuego o atados y tirados con ramales... Ante las palabras del presidente Zapatero y el “honorable” Montilla de que no se busquen explicaciones políticas a la prohibición de la fiesta nacional, solo cabe decirles que la ciudadanía no es torpe ni estúpida ante los dichos y actitudes de los políticos. “El ser humano es inteligente, gracias a Dios, para pensar”, el la máxima de los verdaderos demócratas.
El libro “Tú también eres un animal”, con 116 argumentos y 140 frases de distintos escritores, cantantes, actores o actrices, es muy elocuente en este campo, si bien no se aborda el exterminio de los seres humanos en marcha, el aborto, vergüenza de presente y de futuro para la Europa de pobre demografía y de todo Occidente, lo que le acarreará en definitiva su extinción. Un silencio calculado en todos los autores del libro y otro cinismo más ante lo políticamente correcto. Lucía Etxebarría escribe el prólogo al volumen.
En los países de la antigua URSS se prohibía el aborto en tanto en cuanto no hubiera reemplazo de los padres, algo al menos sensato y coherente para quien busca su subsistencia. La Unión Europea espera tranquila y estúpidamente que se haga realidad la profecía de Gadafi: Los vientres de nuestras mujeres islámicas llenarán la tierra de hombres y mujeres en Occidente.
Algunos malpensados sostienen con humor freudiano, que detrás de todo defensor de los animales late un “maltratador de niños”. Fuerte es esto para admitirlo, pero cuando se ve que los defensores de los animales no aluden a la defensa de la especie humana que también pertenece al reino animal, uno no puede menos que quedarse perplejo.
De mascotas, circos y depredadores
El autor del libro “Tú también eres un animal” recoge y clasifica los planteamientos y argumentos de los opinantes. Rosa Montero, hija de torero dice: “Yo no miro a un animal ni me relaciono con él, sea el que sea, sin dejar de pensar que tiene sentimientos, y que debo respetarle. Carmen Posadas dice algo prudente: “Una mascota no es un juguete, tampoco un capricho. Una vez que lo adoptas, es para siempre”.
Además de los que expresan su sentimiento anti-taurino, los hay que van más allá como Ángeles Caso que dice: “Jamás he llevado a mi hija ni a ningún otro niño al circo. Me parece terrible como son tratados allí animales hermosos que deberían vivir en libertad...”
Algunas de estas opiniones bien pensantes, políticamente correctas, parecen olvidar la cadena trófica de la naturaleza y como hay animales predadores porque necesitan devorar a otros para subsistir. En ese sentido abunda la opinión del pintor Mintxo. China Patino habla de “no a las correas, no a los bozales... no a las jaulas...” En fin que si nos ponemos maximalistas, la normativa sobre los animales se iría a la nada y campearía la ley del más fuerte, esa sí que es naturaleza pura.
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