“Transparentes”
Linda de Sousa
Sala de Exposiciones
Universidad Autónoma de Madrid
Del 21 de febrero al 4 de marzo
Linda de Sousa
L.M.A.
El asesinato de una mujer en Málaga al ser apuñalada en plena calle por su ex pareja el 11 de febrero, eleva a once el número de mujeres muertas a causa de la violencia machista en lo que va de año, según los datos contabilizados por la Secretaría de Estado de Igualdad. En las mismas fechas del 2010, eran cuatro las mujeres víctimas de la violencia de género. Esta es la razón por la que la artista portuguesa/española Linda de Sousa Coello (Lisboa, 1949) lleva a cabo su exposición “Transparentes” en la sala de exposiciones de la Universidad Autónoma de Madrid.
La lusista María Tecla Portela Carreiro ha hecho la presentación de la artista en esta muestra, que se abrió en la noche en blanco del Museo Thysen-Bornemisza, siguió en el Ateneo de Madrid y se llevó más tarde a la Capilla del Doncel de Sigüenza. De Sousa ha participado en diversos congresos nacionales e internacionales de mujeres artistas, entre ellos recientemente en México.
Portela escribe: “De Linda de Sousa nos cuentan que nació en Portugal y que, a sus irrenunciables orígenes lusitanos, ha añadido la adopción de la españolidad. Que se formó en Químicas, que tiene algún ancestro chino y que es una viajera incansable… Que – entre sus innumerables actividades - ejerció como docente y como crítico y que comisarió diversas exposiciones, tanto españolas como extranjeras, habiendo, también, actuado como jurado en diferentes certámenes. Que le gusta destacar, entre sus premios, el Primero de Instalación en la Bienal de la Universidad de Chapingo (México, 2008). Y que entre sus mejores recuerdos se encuentra la instalación “Transparentes”, en 2006, en el Museo Thyssen, en Madrid, un grito traslúcido a favor de las mujeres maltratadas. Sabemos, por lo demás, que su obra figura en museos y colecciones privadas de varios países.
Con estos ingredientes, nos ha salido una mujer con fuertes raíces que se hizo ciudadana de un mundo estético de inusual riqueza: une, a sus herencias, las soberbias adquisiciones que le proporcionan su vitalidad, su increíble capacidad de trabajo y una suerte de alquimia con la que tan bien – y también- elabora sus mágicas creaciones.
Su orientación existencial no la priva de poner un toque de humor – incluso un matiz lúdico – que deja traslucir, sin ningún tipo de rodeos, hasta en los “momentos” más dolorosos de su obra. Y que, con frecuencia, enlaza con ese toque de “erotismo vital” del que tampoco pretende prescindir. Acérrima defensora de los más débiles y desprotegidos, la mujer - la mujer pobre, desconsiderada y maltratada – es un tema predilecto y recurrente en sus creaciones. Cualquiera de ellas se nos muestra como un grito ya de dolor, ya de protesta, ya de desolación, ante el terrible drama de las mujeres que a diario mueren – y viven - bajo la bota del maltrato social, económico, religioso, cultural o de cualquier otro signo. Su experiencia y su capacidad de observación le permiten reflejar – que no recrear- la dureza de esas realidades, logrando convertirla en una irrebatible denuncia de deslumbrante valor artístico”
Por su parte la artista explica: “Desde que vi a mi madre tendida en el suelo, sin sentido, a causa de un puñetazo que le había dado entre los ojos aquel, al que yo llamaba padre, tuve plena consciencia de lo frágiles que éramos las mujeres frente a la violencia. Llevábamos años sufriéndola toda la familia, era algo que se aceptaba, porque nos lo habíamos merecido, por no hacer bien las cosas, porque éramos torpes, porque no valíamos para nada, cuando no era porque éramos malas, retorcidas, arpías (sólo ellos eran nobles); era debido a nuestra estúpida ignorancia: por supuesto nunca a la suya.
En aquel momento me di cuenta de que no quería que me callaran a golpes, pero eso es muy difícil de conseguir en una sociedad en la que la agresividad, la injusticia, la perversidad, pueden llegar a ser motivo de humor…
Desde entonces han pasado cincuenta años, diez lustros en los que he luchado por ser alguien, porque se me respetase, porque se me escuchase, y lo trágico es ver que esto sigue pasando, en una sociedad para la cual las víctimas siguen siendo transparentes, cuya mirada no es que se aparte: es que pasa a través de esos cuerpos heridos, amoratados, como si no los vieran a pesar de que los rodean, si en algún momento se topan con ellos y los molestan les apartan de un manotazo, tal como podrán hacerlo con las figuras de mi instalación.”
Grandes Dibujos sobre Acetato
La exposición, que ha sido itinerante por diversas ciudades españolas y extranjeras, es una denuncia a través de la expresión plástica de una situación que se ha convertido en auténtico genocidio contra la mitad de la humanidad. Mueren más mujeres a manos de sus parejas que víctimas del terrorismo. El machismo y la misoginia global son un hecho dramático que pesa de modo sistemático sobre las mujeres.
Linda de Sousa lo escenifica con su lenguaje plástico y ofrece rotundos dibujos de trazo grueso sobre acetatos de gran formato para reflejar el mundo dramático en que vive la mujer víctima de la violencia y en última instancia de muerte. Además, la artista portuguesa lleva a cabo instalaciones de sus dibujos recortados y situados en una tensa relación de encuentros. Casi un centenar de piezas componen la instalación expuesta.
En las paredes de la sala pueden leerse afirmaciones terribles y machistas servidas por la historia y la tradición de diferentes cultura como el aserto árabe de “Pega a tu mujer una vez al día, tú no sabrás por qué, pero ella sí lo sabe”.
Galardonada con diversos premios en Portugal, Francia y España, Linda de Sousa es una de las artistas plásticas más singulares que ha ido trabajando su obra por series como: Internautas; Virtual; Denuncia Social; Anorexia; Mujeres maltratadas; Constructivismo matéricos; Paisajes matéricos; Tauromaquias; Digitografías y Ahondando en la Materia.
De Sousa, que ha pronunciado recientemente en Madrid una conferencia sobre "Tres poetisas portuguesas: Florbela Espanca, Rosa Lobato de Faria y Ana Luisa Amaral", tiene su obra en diversos museos como el de Salta (Argentina), Gavá (Mallorca), Marmolejo (Jaén), Azuaga (Badajoz), Museo del Dibujo del Castillo de Larrés (Sabiñánigo. Huesca). Está casada con el artista Juan Jiménez, experto dibujante del desnudo femenino y fotógrafo.
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Linda de Sousa
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