sábado, 5 de febrero de 2011

Venancio Blanco homenajeado por los críticos de Arte de Madrid en su estudio



Julia Sáez-Angulo


Es de los escultores con más renombre en el circuito del arte en España y su obra figura en numerosos monumentos, museos, fundaciones y colecciones privadas. Venancio Blanco cuenta hoy con una Fundación que lleva su nombre y la Asociación Madrileña de Críticos de Arte AMCA le ha homenajeado en su taller madrileño con una visita en la que el artista ha explicado numerosos aspectos de su obra.

Tomás Paredes, presidente de AMCA, ha subrayado en la presentación de Venancio Blanco Martín (Matilla de los Caños del Río, Salamanca, 1923) que la obra del artista tenía tres vertientes principales: la escultura religiosa, la música y la naturaleza (fundamentalmente el mundo del caballo y el toro).

Recientemente, el escultor ha llevado a cabo una gran exposición en la sala de La Salina de Salamanca para mostrar sus distintos trabajos en diferentes materiales como la madera, el cemento, el bronce, el papel... La muestra tenía el título de “Dibujar con la materia”, pues para V. Blanco “el dibujo abarca todas las acciones de la vida”. El escultor recibió la Medalla de Oro de Salamanca en 2009.

El bronce es el material preferido del escultor por encontrar en él “la materia más rica y con mayores posibilidades. Es muy agradecida para plasmar lo que se busca y gracias a él se ha conservado buena parte de la estatuaria clásica. El bronce es la materia que menos te condiciona a la hora de trabajar”.

Su estudio está repleto de moldes a la cera, de distintos proyectos o para llevar a fundir. “No es lo mismo que te fundan la pieza a que lo hagas tú mismo”, asegura Blanco, al tiempo que elogia el cuidado de las pátinas por el propio artista, para seguir el proceso de la pieza hasta el final. “El dibujo conlleva siempre una parte de síntesis. El dibujo y el oficio son muy importantes para dominar el proceso de la fundición”, dijo en otro momento el escultor. “El mejor maestro eres tú mismo ante el taller”, añadió.

Anthony Quiin, un coleccionista entusiasta


El actor Anthony Quinn fue un entusiasta coleccionista de la escultura de Venancio Blanco y poseía más de una veintena de piezas suyas. Recientemente Venancio Blanco adquirió una de las piezas que le compró y que se puso a la venta en subasta, después de la muerte del actor. “Está claro que una obra de arte gusta a un coleccionista que es el que la elige y paga por ella”, comentó el escultor.

El Museo MAPFRE, situado en El Plantío (Madrid), que contiene una buena relación de obras religiosas de Venancio Blanco, está actualmente cerrado por obras, hasta principios del verano. Allí se comienza por la Anunciación y termina por la Piedad, “que es otra anunciación de la vida eterna”, declara el artista. “Todo arte es sagrado porque trasmite una idea profunda del ser”.

Venancio Blanco, que dice gozar de un ángel protector en todo momento, ha llevado a cabo esculturas de numerosos santos, entre ellos “mis santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz", además de san Francisco y san Sebastián. Los cuatro se encuentran en el Museo MAPFRE. Entre los proyectos en cera: el papa Juan XXIII, san Josemaría Escrivá, una Virgen sedente con Niño y un sinfín de bustos, caballos, toros, toreros...

El estudio de Venancio Blanco se encuentra en el Madrid norte, junto a los de otros dos escultores, Donaire y Montaña, ya desparecidos. Todos los años el escultor imparte una serie de cursos en la localidad de Priego de Córdoba, donde asegura que disfruta mucho con la docencia entre jóvenes.

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