miércoles, 30 de marzo de 2011

Ana Alejandre, Conferencia sobre Grafología en la Tertulia Ilustrada



Ana Alejandre



Julia Sáez-Angulo



La escritora Ana Alejandre (Azuaga, Badajoz)ha pronunciado una conferencia sobre Grafología en la madrileña Tertulia Literaria, dirigida por María Eugenia Martínez, en la que hizo un recorrido histórico de esta ciencia, que viene de antiguo pero que tomó carta de naturaleza en el siglo XIX y hoy se utiliza en la Psicología, la Empresa y la Criminología entre otras disciplinas.


La conferenciante recordó algunas citas clásicas sobre la importancia y significación de la escritura del hombre. “La letra que expresa el alma”, decía entre otros Demetrio Galera, porque los rasgos de la interpretación personal del alfabeto y su modo de hacerlo reflejan actitudes y condiciones de la persona. Diversos textos de diferentes personajes como Diana de Gales, Lucien Freud, Jung, Adolf Hitler, Mozart, Santiago Ramón y Caja, Miguel de Unamuno o Dalí, sirvieron para exponer y argumentar la caracteriología que reflejaban cada tipo de letra. En todo caso, para ser más precisos, indicó Alejandre, conviene hacer el estudio sobre textos a lo largo de unos diez años.

Mauricio Xandró fue señalado como maestro por la conferenciante, un hombre que comenzó en los años 40 siguiendo las enseñanzas de Crepieux-Jamin y de Matilde Ras, introductora de la grafología en España. Hoy existen cinco escuelas entre las que se encuentran la simbólica, mimética, emocional, profunda o del consciente-inconsciente... En la grafología tienen importancia y significación todos los factores como la inclinación de la letra, la altura o bajura de los rasgos, la invasión de las líneas precedente o descendente, los bucles en las vocales, los arpones o ganchos en letras como la “g” o la “P”, los finales en aguja...


Los espacios, el ritmo y la forma de distribuir el texto, el tamaño, la velocidad... son igualmente indicadores de la personalidad del autor de la letra, de sus actitudes de confianza o desconfianza, generosidad o avaricia, de su sexualidad... En suma, la letra es el retrato del que escribe. “Es escalofriante la sensación que he experimentado al estudiar figuras históricas como San Ignacio de Loyola, Carlos Dickens, Alexis Carrel, San Pío X, Vicente Blasco Ibáñez y el Beato Valentín de Barrio-Ochoa entre otros. He sentido la impresión de que los tuviera vivos y resucitados junto a mi. En cierta medida los tenemos desnudos de fingimientos, con los más ocultos pliegues de su personalidad al descubierto.” , dice Xandró en “Grafología Superior”.


También la rúbrica –utilizada fundamentalmente en España e Italia- tiene su importancia a la hora de subrayar o envolver el nombre, así como el punto o ausencia del mismo en los finales, señaló Ana Alejandre, poniendo varios ejemplos. En la conferencia estuvieron presentes entre otros la grafóloga María Teresa López Quíñoá, profesora de educación especial; el periodista Ángel Maestro; el escritor Mario Soria; los poetas Eladio Arnaíz y Charo Cueva, el economista Miguel Saínz...



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