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“EL FUTURO ES LA DIGITALIZACIÓN”, AFIRMA CARMEN BALCELLS, AUNQUE “EL PAPEL NO MORIRÁ”
La agente literaria reivindica la obra del escritor Aliocha Coll al recuperar el legado que depositó en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes
L.M.A.
“El mundo del papel no morirá, pero va a ser para minorías. El futuro es la digitalización”. Así de contundente se ha mostrado Carmen Balcells en el Instituto Cervantes, donde ha retirado el legado del “gran escritor maldito” Aliocha Coll (1948-1990) que ella misma depositó en la Caja de las Letras hace exactamente 18 meses.
La agente literaria (Santa Fe, Lérida, 1930) ha vuelto hoy a la sede central del Cervantes para abrir la caja de seguridad número 1.569 que ha guardado documentos, fotografías y traducciones de Aliocha Coll. Como en otros muchos aspectos, Balcells ha sido pionera, ya que es la primera vez que el Instituto recupera uno de los legados depositados por personalidades de la cultura en la antigua cámara acorazada.
La gran defensora de escritores como Vargas Llosa, García Márquez, Delibes o Goytisolo, entre otros muchos, ha regalado al Instituto una edición de bibliófilo de la obra teatral “Títeres”, que Aliocha Coll publicó en vida con ilustraciones de su esposa, la joven de origen chino Lysiane Luong, que fue “el amor de su vida”.
También ha regalado un CD con los cinco títulos que el autor vio publicados en papel antes de suicidarse: “Vitam venturi saeculi”, “Títeres”, “Atila”, “El hilo de seda” e “Imaginarias”. La editorial Leer.e (www.leer-e.es) ha realizado una edición digital especial que incluye además las ilustraciones de Luong que adornan las portadas e interiores de los cinco libros, y que podrá leerse a través de las principales plataformas digitales.
Un autor incomprendido
Y es que Carmen Balcells está dispuesta a cumplir con lo que Aliocha Coll, médico de profesión y autor por convicción, le pidió por carta antes de quitarse la vida: “Haz lo que puedas por mi obra, aunque no es mucho lo que se puede hacer.” La agente literaria considera que fue un escritor incomprendido sin un mecenas que lo apoyase, y por ello ahora quiere publicar todos sus textos inéditos (ya ha hablado con algún autor consagrado para que se ocupe de ello). “Aliocha Coll nunca morirá”, ha sentenciado, “porque la muerte llega cuando nadie te recuerda, y a Aliocha Coll lo recordarán durante siglos.”
El equipo directivo del Instituto Cervantes, con el secretario general, Rafael Rodríguez-Ponga a la cabeza, ha participado en la Caja de las Letras en este íntimo homenaje al escritor, al igual que los cinco hermanos de este (Marujín, Ignacio, Horacio, Giselle y Lucrecia Coll) y el sobrino, del mismo nombre.
Una Carmen Balcells relajada y sonriente ha charlado largo y tendido sobre la literatura y sus autores. ¿Qué debe hacer quien quiera ser escritor? “Los escritores que lo son de verdad, que no se preocupen, que lo serán”, ha sentenciado, para añadir que si quieren ser famosos o tienen prisa, que se dediquen a otros cometidos.
¿Qué cambiaría de su pasado? “Nada”. ¿Qué ha sido lo más importante en su vida? “Primero, tener un hijo, y después el trabajo, que me ha dado todos los disgustos pero también todo el conocimiento. Se lo debo todo”.
¿Lamenta haber rechazado a algunos escritores (como a Saramago)? “No los he rechazado sino que no les he contestado, porque no podía leer todo lo que me mandaban, y si no lees a un autor, no lo puedes defender”, explicó.
El próximo legado que el Instituto Cervantes abrirá en la Caja de las Letras será el de la científica Margarita Salas, en enero de 2018.
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