jueves, 22 de noviembre de 2012

Chaves Nogales relata de primera mano su periplo con la expedición española que tomó el territorio de Ifni en 1934


      En un magnífico y amplio reportaje, que realiza para el diario Ahora, entre abril y mayo de 1934, augura un futuro poco prometedor entre el aventurerismo africanista y el colonialismo puramente simbólico.

     Sorprendido por la toma pacífica y la concordia con los indígenas, Chaves Nogales da aires fantasmales y humorísticos al gesto colonizador. La edición se acompaña con un reportaje gráfico sobre Chaves Nogales en Ifni.


L.M.A.

            22.11.12 .- La editorial Almuzara, después de las exitosas publicaciones del escritor sevillano Manuel Chaves Nogales, La ciudad, Bajo el signo de la esvástica y Andalucía roja y la Blanca Paloma, vuelve a la librerías con una nueva entrega, y no será la última, de este insigne periodista titulada: Ifni, la última aventura colonial española.

         Se trata de un magnífico y amplio reportaje que realiza para el diario Ahora entre abril y mayo de 1934, en el que Chaves Nogales acompañará a una exigua fuerza expedicionaria española en la ocupación del territorio marroquí de Ifni, situado en la costa suroeste, justo por encima del Sáhara occidental, ordenada por el gobierno de la República.

Ifni era una posesión colonial hasta entonces no hecha efectiva y abandonada como “uno de esos objetos valiosos que se apolillan en los desvanes”, según narra el autor y que “ahora la República, buena señora de clase media, que no puede permitirse el lujo de tener cosas de valor abandonadas en los desvanes, se encuentra con este residuo colonial, lo desempolva, y se pregunta: ¿para qué puede servir esto a mis hijos? La vida es dura; hay que sacar provecho a todo y liquidar lo que no sirva para nada”.

     Chaves Nogales ya había dicho en algún momento antes de esta singladura, según comenta su editor, David González Romero, en la nota editorial al reportaje , que “ 'Marruecos es un hecho tan confuso que todo es posible'. Y efectivamente, mientras deja testimonio directo de lo que él mismo llama 'la última aventura colonial española', se hace evidente esa misma cualidad borrosa, de tópicos y contratópicos, de intereses opacos y gestos deportivos que parece inherente a la cuestión marroquí. La falta de peligro y el extraño clima de paz y concordia dan aires fantasmales y humorísticos al gesto colonizador y hacen que el propio Chaves se pregunte:'¿Es esto imperialismo?”.

      Junto a algunos militares visitará toda la zona sin peligro. Realizará amistosas entrevistas a los jefes locales, tan llenas de humor como de respeto. Trazará un breve perfil del héroe del momento, el coronel Capaz, y de las riquezas y miserias del territorio. Sin embargo, a pesar de su sorpresa y alegría ante el carácter poco traumático y nada violento de la expedición, Chaves Nogales no dejará de advertir entre las diferencias de una “verdadera ocupación” y una simple “posesión simbólica del sitio”.

Una apreciación, esta última, que comenta González Romero, alabando el carácter visionario del autor ya que “no podía saber nuestro lúcido autor en 1934 que pisaba el futuro escenario de la última guerra colonial española, el episodio de Sidi Ifni entre 1957 y 1958, otro hecho borroso y olvidado de nuestra historia reciente con el vecino marroquí, en la que aún colea hasta nuestros días todo el asunto, también bastante opaco —y también presente en este libro— del Sáhara occidental”.

Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944) es hoy una de las referencias de la literatura y el periodismo español del siglo XX. En 1921, justo mientras dejaba preparada la publicación de su primer libro, La ciudad, dedicado a escudriñar el alma difícil de su ciudad natal, marchó a Madrid, con escala en Córdoba, para hacer carrera en el cambiante mundo del periodismo.

Como redactor jefe de El Heraldo y director de Ahora se convirtió en la referencia más avanzada del periodismo en la época de la República, llegando a ser contertulio del presidente Azaña. En esos años conquista la cima periodística con sus grandes reportajes denuncia sobre la Rusia bolchevique y los regímenes fascistas.

Su obra literaria, entre el periodismo y la novela, dejó varios libros fascinantes de tema ruso: La vuelta a Europa en avión, La bolchevique enamorada, Lo que ha quedado del imperio de los zares y El maestro Juan Martínez que estaba allí. Y en 1935 conquista un enorme éxito editorial con su archiconocida serie periodística sobre Juan Belmonte en La Estampa y La Nación, que sería publicada en forma de libro y le daría fama internacional.

Con la guerra tuvo que abandonar España y, tras un periodo en París, del que surge buena parte de su libro La agonía de Francia (1941), se instala en Londres donde seguirá desarrollando una labor periodística internacional de primera fi la. En el clima de exilio y guerra, con la salud muy desmejorada, una desafortunada intervención quirúrgica le produjo la muerte mientras preparaba un libro con los testimonios de refugiados de la ocupación alemana.


ISBN: 978-84-15338-86-4
152 + 8 il. páginas
Rústica • 14,5 x 22 cm


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